Todo Por Protejerte

#2. Mercancia

Akihito
Después de aquel día permanecí en aquel barco demasiado tiempo, o eso es lo que era para mi, encerrado en aquella habitación, no podía creer que Asami me había cambiado por una llave y unos documentos... Aunque sinceramente ¿quien soy yo para decir algo?, el me ha salvado tantas veces que tal vez se ha cansado de eso. Maldición!! Aun así debió tan solo matarme.

-bien princesa, hemos llegado, por favor se un buen niño- uno de aquellos tipos me llevo a fuera, estábamos en un lugar completamente extraño, la gente hablaba en otro idioma. Continuamos caminando hasta llegar a aquella limosina.- el jefe estará realmente feliz, ha esperado bastante tiempo por tenerte de vuelta.

-quien es su jefe?

- lo conocerás pronto- sonrió. Después de eso no dijo nada mas, tan sólo había silencio alrededor. Unas tres horas después llegamos a lo que era una mansión. Nos dirigimos a ella para toparnos con el dueño de la casa, no lo podía creer.

-tu?- no podía creer que Asami me cambiara con el.

- ha pasado tiempo Akihito, por favor cuida de mi como en aquel entonces- se dirigió a nosotros hasta quedar frente mio, extendió su mano con suma delicadeza, su sonrisa no desaparecía.

-por que?..- susurré.

- te dije que Asami se aburriría de ti, pero esta bien, estas conmigo y yo no te trataré mal.

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A pasado un mes desde que estoy aquí, el lugar huele a hierba, la gente viene a que complazcan sus mas miseros placeres, yo no soy la excepción, al principio Feilong me tenia sólo para el en aquella espaciosa habitación, pero desde que se fue a unos asuntos de negocio estos hijos de puta me pusieron como uno mas de su personal, cuando me trasladaban a una de esas habitaciones pude observar a gente de diferentes rasgos, suponiendo eran de diferentes países eso y por la ropa que usaban, al llegar me aventaron a una habitación obligándome a colocarme un ¿Kimono? Ya estaba cansado de tantas palizas que me daban por desobedecer o contestar, estoy muy seguro que Asami no me salvaría es mas el es el culpable de que este yo aquí.
Si no me quería mas a su lado simplemente me hubiese dejado, es un bastardo por hacerme esto.
No podía llorar, no lo haría, estaba cansado de ser siempre débil.
Tan sumergido estaba en mis pensamientos que no note cuando entraron algunas personas, me miraban extraño.

"Perros asquerosos".

- ¿este es el japones?

- así es.

- se ve lindo pero ¿que tiene de especial?.

- a pesar de ser un chico joven y apuesto ha sido el amante de el yakuza Asami y deseado por Feilong.
Al escuchar aquello la mirada de aquellos se iluminaron.

-lo compró- pronunciaron ambas personas, los mire ya sin sorprenderme aunque sentía miedo.

-buena elección señores.

- a pesar de que fuese la perra de esos dos, es muy guapo, sumiso y muy tranquilo ¿no? Estoy seguro que acatará lo que ordenemos - sonrió aquel tipo.

- ¿acatar? ¿sumiso? ¿Creen que me dejare tocar por unos cerdos como ustedes? Ja! No me jodan! Primero muerto a hacer lo que digan.- escupi cerca de sus zapatos, uno de los que me había llevado ahí me dio un fuerte golpe en el estómago haciéndome caer de dolor.

- vaya, con que es un gatito salvaje- aquellos tipos se dieron la vuelta, al parecer estaban decepcionados, cosa que agradecía, eran uno cerdos asquerosos.

- yo lo comprare- mire con sorpresa a aquel tipo, un chico rubio, joven y apuesto, me miraba fijamente.- cuanto tiempo Takaba Akihito- ese tipo.. Lo había visto en algún lugar, pero ¿donde?.

No tardo mucho y poco después me encontraba en una gran mansión.

-no puedo creer que Asami te haya botado de esa manera, siempre te ponía en primer lugar que todo lo valioso, osea dinero y otras cosas.- se acerco a mi tomandome de la cintura, acaricio mi mejilla.- como alguien pudo abandonar a este lindo gatito.

-lindo mi trasero- Sonreí en tono de burla.

- bueno eso lo comprobaremos - respondió a mi sonrisa posando sus manos en mi trasero, aprerandolas- vaya, son demasiado redondas para un chico.

-infeliz, dejame!

- ¿por que? Te he comprado y justo ahora haré lo que me plaza contigo- dicho aquello me aventó a la cama haciéndome golpear con la cabecera.

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-Asami-San perdimos comunicación con aquellos que cuidaban del chico, cuando por fin tuvimos comunicación nos informaron que Akihito había sido vendido por algún Italiano.

-tsk! Quiero que lo encuentren ahora mismo!- Asami se encontraba bastante molesto, según Feilong regresaría a Akihito como lo habían acordado pero al parecer hasta el tenía sus propios traidores. Habían pasado unos meses desde que lo entrego, para el había sido demasiado difícil tener que dispararle a su Takaba e ignorar aquella mirada que le dirigía, seguramente el jamas sabría el porque lo hizo.

- maldición, olvidalo, iré yo mismo. Takaba Akihito..

Continuara?.