Golden eyes [TW]S.s

siete

Sorprendentes declaraciones.

¿Un alfa ciego?

¿Para que quería Theo un alfa ciego?

Esas preguntas estuvieron rondando en la  cabeza de la cazadora desde que dejó el Instituto para ir a la casa de Scott.

Sí, Scott. Liam pensó que lo mejor es contárselo a Scott, supuestamente él sabría que hacer.

— Oye, Lena — la llamó Mason sacandola de sus pensamientos.— ¿Tu apellido el Douleur, no? —le preguntó, a lo que la chica asintió y lo miró sin entender —¿Sabes que eso Significa Dolor en español, no?— volvió a asentir.

—Mason no se adonde quieres llegar —le contestó, algo confundida.

— ¿Nunca te pusiste a pensar que eso que haces con los ojos tiene algo que ver con tu apellido? —más confundida aún —O sea, lo que haces cuando tus ojos se vuelven dorados es producir dolor ¿no?

— A veces, no siempre es dolor.

— ¿Entonces no le ves la coincidencia? —soltó eufórico —Tú produces dolor a los demás y tu apellido en significa Dolor, ¿No creo que sea pura coincidencia o si?.

Y la verdad es que algo de sentido tiene.

Douleur significa dolor y lo que ella hacia, aunque tenga una vaga esperiencia, era causar dolor a las personas a las cuales querian atacarla, es sentir dolor, no es pura coincidencia.

— Sabes, mason — él la observó unos segundos y luego volvió  su vista a la carretera— Le has dado un gran giro a mi vida— le sonrió.

                                  ***

Mientras que Liam y Mason hablaban con Scott, Lena se encontraba con Stiles en el patio, los dos adolecentes y ella habían llegado hace unos minutos atrás, Liam estaba con Scott para explicarle como había conocido a la cazadora.

Toda la situación era bastante incómoda  para Stiles y Lena, ya que estaban en silencio, la cazadora queria empezar una conversación, pero no sabia cómo.

—Entonces, recién vuelven de rescatar a su amiga en Nuevo México — Habló ella, queriendo terminar con ese silencio — ¿Ella es parte de su manada?

—Sí, lo es — Respondió él — ¿Tu eres amiga de Theo?

— ¿No pudiste aguantar, verdad? —soltó con burla — Theo y yo fuimos amigos en la infancia, mi familia tenía una casa cerca de la de él y cuando se iban me quedaba con él y su hermana. Pero eso fue cuando teníamos ocho o nueve años, sé que cambió y no sólo hablo de la apariencia.

—¿Volverias a confiar en él?— le preguntó con curiosidad — Digo, nosotros lo hicimos y solo lo éramos compañeros de escuela pero ustedes dos eran mejores amigos.

—¿Tienes miedo a qué me una a su malvada manada? — Stiles soltó una pequeña, pero muy pequeña, risa — Liam me dijo todo lo que Theo hizo, que intentó matar a Scott a través de su beta, lo que te hizo a ti y a tu padre, lo que le hizo a una chica llamada Lydia...No podría volver a confiar en una persona que lastimó a inocentes solamente por poder.
Tú no confías en mi ¿Cierto? — preguntó mientras se balanceaba con sus pies.

Stiles estaba a punto de contestarle, pero su celular empezó a sonar.

— Hola papá ¿qué pasa? —habló él y por la cara que puso no era nada bueno —Está bien, ya vamos para allá.

— ¿Qué sucede? — preguntó la chica, preocupada.

— Encontraron unos cuerpos — pasó sus manos por su rostro, algo frustrado — Tenemos que ir al hospital.

— ¿Tenemos? —repitió, creyendo que habia escuchado mal.

— Sí, tenemos.

                                      ***

Al llegar al hospital, entraron en el ascensor y se dirigieron al piso donde estaba la morgue, allí los esperaba el papá de Stiles, el Sheriff Stilinski.

— ¿Cuántos son? — soltó Stiles, apenas salió del ascensor.

— 23 — le respondió el Sheriff.

Mierda ¿23 cuerpos?

Esto no puede estar pasando.

—¿Quién los encontró? —preguntó Scott.

— Argent —afirmó el Sheriff con seriedad — Y dijo también que los Médicos del miedo estaban allí abajo.

¿Dijo Argent?

¿Conocen a los Argent?

— Disculpe, Sheriff — interrumpió Lena  — ¿Dijo Argent?—preguntó confundida.
El sheriff asintió. — ¿Chris Argent? —dicho eso todos la miraron raro, como si hubiese dicho algo que los había sorprendido mucho.

El Sheriff volvió a asentir— También dijo que ustedes sabían a lo que nos enfrentamos.

— Tenemos una teoría — dijo Stiles.

Lena dejó de escuchar, ya que sentía que alguién la miraba y ese alguién era Scott el cual, cuando lo miró, le susurró un "hablaremos luego".

— Bueno, el forense dice que las víctimas fueron asesinados en otro sitio y luego los arrojaron en los túneles— término de decir el Sheriff.

— ¿Y si son los Médico del pavor los que están escondiendo los cuerpos?— habló Scott.

— ¿Por qué harían eso? — preguntaron el Sheriff y Lena a la vez.

¿Qué tramarian con eso?

— Quizás los están protegiendo — Stiles la observó y luego a su padre —Protegiendo como lo haría un padre.

— ¿Protegiendo de qué? — preguntó el Sheriff, el cual no entendia nada.

—De un hombre lobo — argumentó Scott, seguro.

No sólo un hombre lobo.

— Lo llaman la Bestia — comentó la cazadora en voz alta y la mirada del Sheriff se posó en ella.

— Lo sabemos. Horripilante —habló Stiles.

                                    ***

— ¿Cómo sabes de Argent si tú apenas has llegado? — atacó Scott, una vez que se alejaron de los demás.

— Tu eras el novio, ¿no? — soltó ella, a lo que él la observó  confundido — Tú eras el novio de Allison, ¿Verdad?

Scott se encontraba sorprendido ante la pregunta que la chica le había hecho, ella sabía que sonaba raro ya que Allison sólo le había dicho que su novio era un hombre lobo y que su nombre era Scott. La cazadora sabía que podrian existir millones de chicos llamados Scott en el mundo, pero en Beacon Hills y que, además, sea un hombre lobo, no le cabía duda que él sea el único.

— ¿Cómo sabes eso? — preguntó — ¡Dime!— exclamó furioso, volviendo sus ojos rojos.

— Oye, tranquilo — soltó ella, poniendo su mano en el hombro del chico — Scott, yo era amiga de Allison, desde que eramos apenas unas niñas. —Él se quedó sorprendido por su declaración— Ella me hablaba mucho de ti —comentó y sonrió con nostalgia.

Él la observó, sacando su puño el cual estaba enterrado en la pared y luego se dispuso a escuchar los latidos del corazón de la chica, no estaba mintiendo, ella si la conocia.

— Lo siento— dijo él — La amé demasiado — confesó.

— Lo sé.

[ EDITADO]