trece

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Visita inesperada


Lena despertó con un gran dolor de cabeza, anoche se había quedado dormida buscando información de criaturas sobrenaturales que desconocía y en serio que había muchas.

Bajó las escaleras y se dirigió hacia la cocina, en la cual se encontraban sus padres. Desayunaron, normal, hasta que alguien tocó la puerta.

La madre de Lena fue a abrir y llamó a el padre de lena y a ella.

—Cómo has crecido, ¿Cómo están tus padres? — se escuchó decir a su madre.
Su padre y ella compartieron miradas de curiosidad.—No puedo creer que seas tú, Theo.

Esto no puede estar pasando.

— Ya, deja de hacerle tantas preguntas, Amy — le dijo el padre de Lena. — Ven, Theo pasa, tienes mucho que contarnos.

—Gracias señor Francis — agradeció haciendo un gesto con la cabeza y entró.
—Hola, Lena.

Este va a ser un largo día.

                                *

—Hemos vuelto hace pocos meses, después de la muerte de mi hermana nos fuimos de Beacon Hills por unos seis años, pero insistí para volver y les juro que fue la mejor decisión de todas — terminó Theo.

— Sentimos no estar para ti ni para tu familia tras la muerte de tu hermana, era una gran chica — su madre apoyó su mano encima de la de Theo.

Los padres de Lena eran buenos amigos de los padres de Theo, por eso cuando ellos venían a Beacon Hills  por "asuntos", a Lena la dejaban con Theo, en su casa.

— Está bien, Amy —le tuteó, Lena rodó los ojos ya que su madre se llamaba Aimée y sólo las personas cercanas a la familia la llamaban Amy— Ya es pasado, no se tiene que lamentar por eso — sonríó y Amy le devolvió el gesto.

— ¿Así que vas al mismo Instituto que Lena? — le preguntó Francis.

— Si, compartimos algunas clases.

— ¿Lena, por qué no nos has contado? — le reprochó su madre.

— Se me ha olvidado — se encogió de hombros.

Los tres empezaron a hablar de temas que no eran de la importancia para Lena, asi que ella sacó su celular y empezó a jugar con él. De pronto, la pantalla de su telefono se iluminó, dejándole ver que había recibido un mensaje de Liam.

De: El pequeño lobo

"Necesito que busques información sobre la Eichen House, pero no esas tonterias de cuando se creó y bla bla bla, sino de como funciona su sistema de entrada y salída.
Luego te enviare un mensaje con la dirección de la casa de Scott, no preguntes te explicaré luego"

Lena se desconcertó un poco, no tenía ni idea que era la Eichen House, ademas cómo se supone que iba a buscarlo.

— ¿Lena, puedes dejar eso? — su padre le arrebató el celular de las manos.
— No seas maleducada, por favor —  ella estaba a punto de reprocharle, pero se le había ocurrido algo mejor.

—Mamá, Papá — los llamó — ¿Por qué no buscan fotos de theo y yo de cuando éramos chicos? — preguntó con una sonrisa angelical, sabía que habían fotos y que tardarían demasiado en buscarlas.

—¡Que buena idea has tenido, Lena! — su madre les sonrió a ambos y salió de la cocina junto a su esposo.

— ¿Qué tramas? — soltó él.

— ¿Yo? — se hizo la desentendida— Nada.

— Lena, te conozco y sé que les mandaste a buscar esas fotos para distraerlos.

Wow, Theo, eres un genio —aplaudió — Ahora, como sabrás, quiero que te largues de mi casa— soltó fríamente

— ¿No quieres pasar tiempo con tu viejo mejor amigo? —hizo puchero.

— ¿Quieres que te mate?— dijo usando el mismo tono que él.—Tú ya no eres ese chico — lo miró con odio — El Theo que yo conocía nunca hubiera hecho todas esas cosas malas, nunca hubiera querido matar a alguien sólo para quitarle su poder — Lena sentía la furia, sentía todo ese ardor en sus ojos.

Cerró los ojos fuertemente, les ardia demasiado que no aguantaba el dolor, tomó aire y los abrió, dando lugar a sus ojos dorados. Theo la contemplaba, preguntandose cómo habia obtenido tal poder, ya que antes ella nunca lo habia mostrado.

— Quiero que te levantes y  te vayas de mi casa, ahora—ordenó ella, mirándolo fijamente a los ojos. Él se levantó y se dirigió hacia puerta, no sin antes soltar  algunas estúpideces.

— Ya vendrás a mi, Lena —espetó con odio— Te darás cuenta que no perteneces en su grupito, que ninguno de ellos es lo que parece — abrió la puerta — Vendrás arrepentida.

Ella rió ante su discurso.
— Eso nunca pasará.

— Yo sé lo que eres, Lena — sonrió con maldad— Eres un monstruo, igual que yo.

Y luego de eso se fue, dejando a Lena pensante sobre sus ultimas palabras, ella no se creía un monstruo.









[Editado]

Golden eyes [TW]S.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora