once

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Dos idiotas y los Argent

¿Qué haces aquí, Lena? — le preguntó algo preocupado el señor Argent.

Después de ver esa horrorosa imagen que se encontraba en la pared, el señor Argent se ofreció a llevar a Lena hacia su casa, aprovechando que estarian en su auto  y podía hacerle todas las preguntas que él quisiera.

— ¿Sabes que te has metido en la boca del lobo, no? — Lena creyó que se lo había dicho muy literal —Beacon  Hills no es un lugar  agradable

Suspiró —Mire señor Argent —él le dedicó esa mirada de reproche, ella sabía a  lo que se refería. —Bueno, Chris,  yo sólo quería pasar tiempo en donde fue el último hogar de Allison, me hace tanta falta  —bajó la mirada tratando de que las lágrimas que caían por sus mejillas no se notarán —lo siento tanto.

—Está bien, Len no te disculpes — El señor Argent acarició su hombro, para él, ella era una hija más a quién cuidar.

— ¿Como dijiste que te llamabas? —interrumpió el padre de chris

—Lena Douleur —contestó.

Gerald al parecer habia recordado algo ya que habia quedado algo pensante despues de oir el nombre de la chica.

                           [*]

Lena se encontraba en el Hospital, estaba esperando unos analisis de su padre.
En todo el tiempo en el que ella había estado alli, no había recibido ninguna llamada de Stiles, Liam o Scott.
Aunque ella pensaba que no tenian porqué llamarla, ya que no era amiga de ellos, sólo era una simple cazadora que se había mudado de país para estar en el ultimo lugar que su mejor amiga habia estado antes de morir, sin decir que la queria devuelta, junto a ella.

Lena estaba tan sumergida en sus pensamientos, que no notó que una alarma estaba sonando, ni que todo el mundo dentro del hospital estaba corriendo hacia la salida.

Se levantó de su asiento y logró ver a una enfermera— ¿Qué esta pasando aquí? —le preguntó sobresaltada. La enfermera tomó de su brazo fuertemente.

—Niña tienes que irte, el hospital esta siendo evacuado —le señaló la salida, empujandola hacia ella.

De repente las luces empiezan a prenderse y apagarse a la vez y se escucha un gran rugido.La enfermera, la cual ya no se encontraba al lado de Lena, se dirigía hacia los elevadores.

— ¡Señora, tenemos que irnos! —le gritó, pero no le hizo caso, ella seguía caminado sigilosamente hacia ese elevador.
Como consiguiente el elevador se abrió, dejando al descubierto a lo que más le temía, la bestia.

—¡CORRA! —le gritó y tiró de su
brazo, para ponerla justo detrás de ella, para protegerla.

Lena empujó a la enfermera para que saliera de allí, corrió tras ella y salieron, cansadas y asustadas pero salvadas de ser la gran cena de la bestia. De lejos, Lena pudo observar a Scott y a Stiles, ellos las vieron y se acercaron a donde se encontraban.

—¡Mamá! —gritó Scott —¿Te encuentras bien? — preguntó preocupado

Con que la mamá de Scott.

— Sí, Scott, esta chica me ha salvado la vida —dijo la madre de Scott, acariciando el brazo de Lena.

—Gracias por salvar a mi madre Lena, te debo una —le sonrió

—No Scott, no me debes nada, en serio —insistió ella.

Scott asintió, pero no estuvo de acuerdo, ella salvó a su madre y se lo debía.

—¿Lena? —la llamó Stiles—¿Qué haces aquí? — curioseó—¿Estás bien?

Ante la pregunta, Lena sintió como sus mejillas de ponían rojas de repente, no sabía el porqué así que lo dejó pasar.
—He venido por unos exámenes médicos de mi padre —se encogió de hombros — Y sí, estoy bien, gracias.

Stiles estaba por decir algo más, él queria hablar con ella, pero de repente, se escuchó un gran rugido dentro del hospital y de un momento a otro Scott y Stiles ya estaban a punto de cruzar esas puertas.

— ¿¡Oigan, dónde van!? —preguntó confundida. —¿Están locos?

Lena no entendia que trataban de hacer, estaban locos para entrar allí dentro. Ella, aún siendo cazadora, le temía a esa cosa que ni siquiera quería entrar, pero lo hizo de todas maneras, porque ella era igual de idiota que aquellos dos chicos. Abrió las puertas y los encontró.

— Oigan —les susurró ella. —¿Podemos irnos?


[Editado]

Golden eyes [TW]S.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora