Golden eyes [TW]S.s

veinticuatro

Verdades y secretos.

Lena se encontraba en la habitación de Stiles, él le había prestado su ducha y una de sus camisetas que le llegaban un poco por encima de sus rodillas. Había salido del baño y él estaba tendido en el piso, con sólo una frazada bajo él.

—No, no, no — negó rotundamente —No dormirás en el piso —se cruzó de brazos.

—Tú menos —dijo cruzandose de brazos imitandola.

Lena entrecerró los ojos—Bueno, entonces dormiremos juntos —propusó ella.Lena observó a Stiles, el cual se había quedado quieto ante lo que habia dicho ella, como si lo hubiesen inmovilzado.Caminó hacia él y lo movió—Vamos, Stiles. Sólo vamos a dormir — se acostó en la cama, haciendole un lugar.

Él entró a la cama y al hacerlo estaba tenso, se acostó y Lena apoyó su cabeza en su pecho, el corazón del chico empezó a acelerarse, ella sonrió ante eso.
Lena claramente había perdido toda la vergüenza para hacer eso, o nunca la tuvo.

—Sé lo que es —dijo finalmente Stiles.

—Yo también sé lo que es.

—¿En serio? —preguntó sorprendido a lo que ella asintió—Entonces...una maldición —dijo incomodo, asintió otra vez —¿Cómo lo supiste?

—Mis padres me contaron sobre eso después de que te fueras—supiró y empezó a hacer circulos en el pecho de Stiles.—La maldición es algo que recaé en mi Familia hace mucho tiempo, no es algo que apenas naces y ya lo puedes controlar, sino que naces con ello pero se tiene que activar.

—No sabía que sólo pertenecía a tu familia — dijo con seriedad—¿Cómo se activa? —preguntó interesado

Creo que no es dificil de adivinar, Lena todavía no lograba de digerir lo que le habían dicho despues de tanto tiempo.Está maldición lo tenía cualquiera que sea Douleur y no era activada antes de que algo tan horrible haga esa persona.

—Tienes que matar a alguien que ames, tu pareja, amigos, padre, madre... hermano—bajó su mirada. Todavía no lo podia creer, lo de su hermano estaba destinado, para cualquiera de su familia lo estaba, si ella no hubiese matado a su hermano, él la hubiese matado a ella.
Lena sintió como Stiles posaba su mano encima de la de ella, levantó su mirada y notó que él la miraba tan fijamente.
—Stiles ésta maldición, todo esto sobre mi Familia, lo de matar a mi hermano no es una simple coincidencia—  La chica estaba frustrada, enojada, tenía demasiados sentimientos juntos.

—Lena, yo... — la mano de Stiles seguia encima de la de ella, asi que le dió un apretón en forma de que no siguiera.

—Y todavía se pone peor, cuando activas la maldición, el poder sobre el color de tus ojos es incontrolable, sólamente aparece si estas furioso o cerca de algo o alguien sobrentural queriendo hacerte daño...

—Cómo te pasa a tí — la interrumpió él, lo cual no era completamente cierto.

—Como me pasaba a mí —Stiles la miró confundido—Algo pasó la noche que sacamos a Lydia de la Eichen, cuando Scott rugió sentí como sí algo en mi hubiese cambiado, como si tuviera el control —Stiles frunció el ceño—Y si es lo que pienso, activó otra parte de la maldición, la que hace que me cure, es la única forma.

—¿Y eso que tiene que ver? —preguntó confundido.

—No lo sé, pero una vez que tienes el control y lo usas en algo o alguien tan fuerte, el control se apodera de ti por un momento y te hace sentir lo mismo que sintió al que controlaste —tragó fuerte, bajó su mirada y siguió haciendo circulos en Stiles—Esto es horrible, Stiles.

—Lo es —suspiró y quedó callado.

Supongo que se había dormido.

Mientras tanto Lena tardó en dormir ya que estaba tan asustada por lo de hoy y por la maldición.

Creo que hoy no dormiré.

                                       ***

—¡Hey, Lena! — oyó que gritaban su nombre, asi que se volteó y vió que era Stiles que corria hacia ella—No me dí cuenta que te habías ido, encima sin despedirte —Stiles bajo su mirada a sus pies.

Sí, sobre eso, Lena no se despertó junto a Stiles, no lo vió recién despierto a la luz del sol como a cualquier chica le gustaria, sino que se fue temprano y ni siquiera tuvo unos segundos para admirar (y contar) todos los lunares del rostro que la tenían obsesionada. En cambio corrió hacia su casa, en la cual la atacaron con demasiadas preguntas, unas de ellas fue el "¿Dónde pasaste la noche?", en donde ella les dijo que se había quedado en la casa de Kira y suponiendo que le creyeron pararon con el interrogatorio.

—Tuve que irme a mi casa, mis padres estaban preocupados —él la miró y soltó un "oh" como respuesta—No quise despertare, te veías muy... — ¿Lindo? ¿Tierno? Creo que le sobraban los adjetivos—¿Dormido? ¡Sí!, dormido y no queria molestarte —les juro que Lena se quería golpear ante esa idiotez que acababa de decir.

Stiles sonrió ante la idiotez de Lena y ella negó divertida. Levantó la mirada y pudo observar como Scott, Lydia y Liam se acercaban asi que dió la medía vuelta y se dirigió hacia la salida. Estaba a punto de salir cuando sintió que alguien la tomaba del brazo.

—Lena ¿A donde vas?— preguntó él, giró a verlo

—Voy a la cafeteria, Stiles —dijo seca —¿Qué quieres?

—Ya que estamos todos, pensamos que podríamos idear un plan para saber quién es la Bestia.

—¿Y...?

—Faltas tú.

—No, yo no soy parte de su equipo menos de la manada de Scott, creo que no me necesitan—le contestó fría e hizo que soltara su brazo y se fue de allí.

Lo dejó tan confundido, o sea hace unos segundos estaban bien y ahora le contestaba tan friamente. Ella no quería ser así con él, ni con los demás, sino que no se sentía parte de ellos. Cuando idearon el plan y Liam la llamó, tenía la idea de que era una carga y sólo la necesitaban para eso. No es que no le agraden, al contrario, le agradaban de una manera que no podia explicar, son tan unidos, se preocupan por los demas y son muy buenas personas.

Pero, una parte de la Maldición, la cual no le contó a Stiles, decía que sí la persona que portase los ojos dorados formaba parte de una manada, se volvería más poderosa y con mucho más control. Lo que le asustaba porque al usar mucho poder, el mismo se podía apoderar de la persona y hacer cosas que esa persona nunca haría. Si eso ocurriera, si lastimara a alguien inocente, como por ejemplo Stiles, nunca se lo perdonaría.

Lena iba caminando hacia su casilleros cuando, de repente, alguien la empuja hacia el sala de música. Theo estaba frente a ella, con una sonrisa embozada en su boca.

—¿Y tus amigos, Lena? No me digas que ya no te necesitan— comentó divertido.

Lena se acercó a él y tomó de su cuello para luego empujarlo contra la pared e hizo que sus ojos se volvieran dorados.

—Vaya, la gatita aprendió a controlar sus garras —dijo sarcastico.

Lena apretó con mas fuerza su cuello.

—¿Qué quieres? —dijo ella entredientes.

—Nada, sólo que me acorde que quería que le mandes saludos de mi parte a tu hermano —su agarre se iba soltando—Digo ya que no lo ví el otro día en tu casa —una sonrisa malvada se formó en su rostro, quitó el brazo de la chica de su cuello y salió del aula, dejandola sola.

¿Cómo fue que se enteró?

[Editado]