Quince

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Cinco lunas: Día 2

—¡Valtor! ¡Valtor!Megumi empujó las puertas de acero, corriendo desequilibradamente hacia Valtor, sosteniendo a su hija en brazos.

Ya me he enterado de la situación. ¿Has preparado todo con antelación?Le preguntó éste a su vez, observándola desde su trono.

Desde el día en que nació, Señor.Se hincóLe suplico que la envíe a un lugar seguro.

¡¿Acaso crees que la dejaría desprotegida?!Rugió, pero rápidamente recobró su máscara de tranquilidad.Puedes estar segura de eso, de tu hija depende mi reino.Añadió. Su voz era como escuchar el rugido de las olas en una caverna.

¿A dónde irá? ¿A quién designaste como su guardián?

Corea parece ser un buen destino, teniendo en cuenta que el Ejército Dorado surcoreano es el mejor que tenemos hasta ahora. Aparte de eso, nos permitirá monitorearla de cerca..

Sí, Señor.Megumi se puso de pie, siguiendo las órdenes de Valtor. Se dirigió con paso firme, dejándole a su adorada hija en brazos. Se volvió, en dirección a las puertas de acero, que estaban abiertas de par en par.

MegumiPausó—, tu hija estará segura, porque su guardián ha sido entrenado y supervisado por mí.

Megumi pensó que se trataba de una broma, ya que del entrenamiento de los guardianes se encargaba el Ejército. 

Pero señor...

Espero que no haya ninguna objeción. Puedes retirarte.

Megumi no preguntó, ni protestó. Calló, porque era lo mejor para todos.

¡Señor! ¡Están atacando!Tatsumi, el Guardia Real, rugió, alarmando a los demás.

Valtor, veloz, se plantó frente al portal, recitando. Sonaba casi como a poesía, algo irrisorio a la situación.

Resguarda su alma

Resguarda la tuya

Protege de males

Y de malas fortunas

La oscuridad se alzará

Pero el oro siempre esclarecerá

El portal se abrió y se arremolinó frente a ellos. Akaia aguardaba del otro lado de este.

No hubo tiempo para que Megumi se marchara, así que de último momento se decidió enviarla a ella también.

Megumi saltó con la bebé en brazos, y sus cabellos rubios arremolinados volaron en todas las direcciones, desapareciendo en el horizonte del portal.


•••


Busan, Corea, 7.06am.

Tiffany bajó las escaleras desganada. Tenía ojeras enormes, como de un panda. Sólo le pasaba esto cuando usaba su energía en grandes proporciones, y solía siempre huir al bosque y correr, para evitar lo inevitable.

Dark Angel ➸ (TaeNy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora