Él Regresó||Sebastián Villalobos Y Tú|| Temporada 2.

Ocho.

-¡Estoy aquí!- grité entrando a la casa.

-Me alegra- contestó Mari desde la cocina- tu bebé esta en la recamara de Gabriela.

-Bien, gracias.

Subí hacia dicha habitación.

-Hola- toqué la puerta.

-Hola _______- dijo sentada en la cama- es un buen niño.

-Me lance a la cama donde el estaba- Hola mi amor, he vuelto- le di un beso tronado en sus cachetitos.- Gracias Gabi.

-No importa, me gusta estar con el.

-Bueno, me lo llevaré- lo cargué.

-Claro, adiós.

Salí y camine hacia mi habitación.
Lo dejé sobre la cama depositando un beso sobre su frente.
Saqué las fotografías de mi bolsillo acostándome a un lado de el.

-Mira- le mostraba una fotografía a Joan- este tarado que esta aquí es tu papá. Es un poco imbécil, pero así lo quería, y lo quiero, no sé la verdad. Fue un gran hombre, y espero que aún siga siendolo. Estoy cien por cierto segura de que si el supiera de tu existencia te amaría con la vida. Pero aún no es momento, y quizá nunca lo sea.

-¿Hija?- tocaron la puerta- ¿Se puede?

Metí las fotografías debajo de la almohada y me senté.

-Si.

-¿Cómo estas? Oye, te tengo una buena noticia.

-Dime.

-La casa de tu madre, la recuperamos, bueno, la recuperaste.

-¿En serio? Dios, es increíble ¿Y como lo lograron?

-Bueno, pues el tipo con el que vivían decidió darnos los papeles, sabía que si no lo hacia podría ir a la carcel, ya que esa casa te pertenece a ti.

-¿Y Gerardo? ¿No saben de el?

Negó con la cabeza.

-Lo siento.

-Entiendo.

-Bueno, esa casa es tuya. Puedes irte cuando quieras.

-¿Me estas corriendo?

-Claro que no, me encanta tenerte aquí. Yo solo lo decía.

-Ya que pensándolo bien, sería buena idea. Sebastián sabe donde vivo, no me gustaría que me molestara.

-¿Crees que puedes hacerlo?

-¿Qué?

-Ser independiente.

-Puedo hacerlo.

-Entonces cuando quieras, de echo acabo de regresar de verla, la casa esta en perfecto estado, solo falta lo normal, comida y eso.

-Claro, claro. Pues ¿Mañana?

-De acuerdo.

-Gracias papá, en serio. Y si llega a pararse aquí, diganle que no saben nada de mi. Por favor.

-Lo haremos.

Sonreí.

-Puedes bajar a comer en veinte minutos, por cierto. Fernando me dijo que vendría en la noche.

-Claro, gracias.

-Bueno, te dejo.

(Fernando, por si no lo recuerdan y para que no regresen a la primera temporada, es el ex de rayita, el que la "engañó" el mismo día que conoció a Sebastián ¿Si? Bueno)

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-Si, lo volví a ver, la verdad no tengo muy claro que es lo que vino a hacer aquí.

Fernando había venido a visitarme.

-¿No sé lo preguntaste?

-No, vino con su novia y supongo vinieron a visitar, no sé, no me importa.

-Pero me dijiste que se lo había contado todo- dijo el.

-Pues si, pero no sabemos si todo.

-Quizá el te quiera, hablen, será bueno.

-No ¿como?. Yo ya no quiero saber de el, me hizo sufrir, y sé que suena ridículo, pero no, ya no dejaré que lo haga. A parte tengo ya por quien ver.

-A ver- se acercó- lo mejor será que hablen, quizá no acerca de Joan, si no de ustedes. Lo de su bebé puedes decírselo después, cuando tú estés segura de que es tiempo.

-No tengo idea de cuando será tiempo de, es más, creo que nunca lo será.

-No ______, ¿Tu vas a dejar que Sebastián siga su vida como si nada, cuando tiene un hijo? ¿vas a estar sola toda la vida? ¿cuando tú bebé te pregunte por su padre? Dime ¿qué vas a hacer?

-¿Y como estas seguro de que el lo aceptará?

-Sé que lo hará. Si aún te ama, o te amaba como lo demostraba. Lo hará ________ en serio.

-Tallé mi cara confundida.- no lo sé, y no quiero saberlo.

-Eres muy complicada, molestas. Solo no quiero que vengas llorando a pedir que te ayude cuando algo te salga más, por que te mandaré al carajo.

-No digas eso.

-Es lo que haré, y no porque ya no te quiera, simplemente porque quiero que hagas las cosas bien.

-Bueno, esta bien. Tu dime que es lo que quieres que haga.

-Quiero que tú también lo quieras _______. Habla con el, que te de explicaciones y si el te las pide a ti, daselas mientras sean para cosas lógicas, mientras, no.

-¿Pero si yo no quiero hacerlo? ¿Me obligarlas?

-Es lo que tienes que hacer. Lo sé. Pero si no quieres hacerlo o al menos intentarlo, no lo hagas. Pero una cosa si te digo, te vas a arrepentir.

Alcé una ceja en respuesta.

-Mejor me voy, tu me haces enojar muy rápido ¿te marco luego?- preguntó.

Asentí con la cabeza, besó mi frente y se fue.
¿Quizá tenía razón y debía hacerlo? Eso no lo tengo muy en claro. Sólo sabia que mi bebé me esperaba y tenía que subir con el, ya.