Él Regresó||Sebastián Villalobos Y Tú|| Temporada 2.

Seis.

-Perdón por llegar tarde _______ ¿Y tu bebé? ¡No digas que se lo robaron!- dijo Johana llegando.

- reí- no, Gabriela se lo quedo.

-¡Agh! Esa niña, me cae mal. Yo que quería verlo.

-Podemos ir, si quieres.

-Esta bien ¿Quieres sentarte a la orilla?

Asentí y fuimos hacia la lagunilla, era un pequeño lago con un puente, siempre nos sentábamos en la orilla.

-¿Quieres contarme algo?- preguntó sacando un cigarrillo de su bolso.

-¿Que quieres que te cuente?

-¿Quieres?- me ofreció uno- No sé, por que estabas mal ayer por la noche.

-Tome uno de su cajetilla- Pues solo lo vi.

-¿Y qué pasó?

-Vino con otra chica, tal parece que es su novia.

-¿En serio? Como se puede atrever- apretó su puño.

-Me acorraló en él baño, me beso, después su novia entro y se fue.

-Lo mataré cuando lo vea.

-¿Tienes fuego?

-Asintio- seria ridículo traer un cigarrillo y no traer algo con que encenderlo.

Hice medía sonrisa y encendí mi cigarrillo.

-¿Estarás bien?- preguntó.

-¿Por qué lo preguntas?

-Te vez mal.

-Tengo una buena razón para hacerlo.

-Cierto.

Hubo un silencio muy incomodo, soltaba él humo del cigarro y miraba como mis dedos jugaban con este.

-Lo extraño- dije rompiendo él hielo, sentía que debía decirlo, si no lo hacia me iba a morir por dentro.

Ella no contestó y sólo suspiro.

-¿Que vino a hacer aquí? ¿De nuevo? Solo a restregarme en la cara a su novia ¿A eso vino?

-Tranquila.

-Te juro que si yo hubiera sabido que me lo encontraría ese maldito día en esa cafetería, nunca hubiese pasado por ahí.

-¿Estas arrepentida?

-Arruino mi vida.

-¿Qué dices?

-Tengo dieciocho años Johana, yo quería estudiar, quizá irme a vivir a otro lado, no sé, viajar, todo lo que ahora no puedo hacer.

-¿Estas diciendo que estas arrepentida de tu bebé?

-¡Agh! No sé lo que digo.

-Estas mal, puedes hacer eso y más, él no tiene la culpa de la calentura de ambos, de que él se haya ido, es más ¿Como sabes que no se quedaría? Nunca le dijiste que estabas embarazada.

-Fue lo mejor, él me diría que no le importaria, que quizá ni era de él, y me lastimaría.

-Pues te estas lastimando tú más, de lo que él hubiera echo.

-¿Que querías Johana? Me engaño, se acostó con no sé cuantas mujeres mientras estaba conmigo ¿Tenia que perdonarlo?

-No, lo hubieras escuchado.

-¿Escuchar qué? ¿Que yo no lo complacía y por eso se iba a acostar con más mujeres?

-¿Estas segura de lo que dices?

-Ellas mismas me lo decían, una locura ¿No?

-Lo siento.

-No lo sientas.

La mire mirando hacia él puente, miré este; Sebastián y la chica castaña de la mano.

-Tengo que hablar con el- tomo impulso para levantarse

-¡No!- la regresé a su lugar.

Me miro con coraje y jugó con él césped.

-Soliamos hablar todos los días, desde que abría mis ojos buscaba un mensaje de buenos días de su parte, siempre no importando lo que yo estuviera haciendo buscaba la manera de responder rápido sus mensajes, cuando llegaba la noche me llamaba para hablar hasta que uno de los dos se quedaba dormido, mi vida giraba a su alrededor, mi vida era solo esa persona, luego un día más sin nada, se marchó... Ahora me toca fingir sonrisas que no siento, vivir fingiendo que estoy viva, soy una persona que sólo sobrevive día con día, después de haber perdido él sentido de la vida- solté él humo de mi cigarro.

Narra: Sebastián.

-¿Por qué tenias él mismo tatuaje que esa mujer?- preguntó Mónica.

-No lo sé, coincidencia quizá.

-No lo creo ¿Ustedes se conocen?

-Puede ser.

-Sé directo Sebastián, quiero una respuesta clara.

-No creo que quieras saberlo.

-Quiero saberlo.

-Okey, te lo contaré.