Diez.

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Estábamos sentados en el comedor de la casa, tenía en brazos a Joan a punto de dormir.

-Mi padre me dijo que sí me iba con él a Monterrey, dejaría que conociera a mi madre- me contó.

-¿La conociste?

-Sonrio y asintió- es la persona más bella que pudieras conocer, te lo aseguro.

-Para ti, yo tengo a la más bella persona que pude conocer- intenté sonreír.

-Perdón.

-No importa, sigue.- le dije.

-Bueno, emh- hizo una pausa incomodo- ella no quiere a mi padre, cuenta que sus primeros años de casados la trató muy mal, me dieron a elegir. La elegí a ella, él regresó acá, suspuse estaba acá. Por eso vine.

-¿No sabes dónde está?- le pregunté.

-Negó con la cabeza- Según yo era el único lugar que tenía.

-Debe estar con sus padres- sonreí.

-Seguro.- dijo.

-¿Dónde te quedarás?- le pregunté.

-Bueno, ahora mismo estoy en un hotel. Mi madre me envió sólo tres días, me quiere de regreso alla.

-¿Te irás?- fruncí el ceño- ¿De nuevo?

-Asintió- quiere que vayamos a New York.

No contesté, sólo miré a Joan, quien ya estaba dormido.

-Perdon- dijo cuando notó que no hablaría.

-¿Qué te parece si mejor comienzas a irte?- le dije seria.

-¿En verdad quieres eso?- me preguntó.

-Lo harás al fin de cuentas, da igual como y cuando lo hagas.

-No puedo dejarla ir sola.

-¿Para qué regresaste si ibas a irte?

-Por eso mismo no quería verte, sabría que te pondrías así.

-Simple -reí bajo- cuando viste que era yo quien abrió la puerta, te hubieras ido, sin decir más. Creeme que eso me hubiera dolido menos que llegues a platicar conmigo, a hacerme sentir que de nuevo estarás conmigo y después decir que vas a irte de nuevo.

No contestó sólo me miraba.

-No te preocupes- sonreí levemente- ya estoy acostumbrada a que todos se vayan ignorando el dolor que me causan.

-Me importas _____.

-Tú alguna vez lo dijiste Gerardo, tú y yo no somos hermanos, así que cómo voy a importarte.

-No digas estupideces, era un hombre rebelde, no sabía lo que hacia, incluso lo que decía.

-Eres el mismo.

-El echo de que tenga que irme de nuevo no significa que voy a olvidarme de ti y de él.

-¿Por qué no lo harías? Ya lo hiciste una vez.

-Fueron condiciones de mi padre, quería conocer a mi madre, entiendeme.

-Lo haría si me lo hubieras explicado, pero irte sin decirme nada, no fue la mejor manera. Estuve preocupada todo el tiempo, pensando qué pude haberte pasado.

-Ya te pedí perdón.

-Ya te perdone, así que vete.

-No voy a irme hasta que no aceptes que tengo que regresar.

Él Regresó||Sebastián Villalobos Y Tú|| Temporada 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora