1

957 99 7
                                    

Él nunca se sentó en otro sitio.
Ella tampoco lo hizo, pero eso no viene al caso.

Sus dedos nerviosos estaban jugando con la cremallera de su abrigo.
Él tiró de ella y tiró de ella hasta que se despegó en sus manos.

Sus cejas se unieron al mirar hacia abajo, viendo el trazo suelto.
Cuidadosamente lo recogió, con sus delgados dedos, y lo guardó en el bolsillo de su pantalón.

Él era extraño.

Eso sucedió en el primer día de sus viajes en aquél autobús.

Todos los martes y viernes por la mañana ellos viajarán en el autobús juntos.

Él siempre sube al autobús después que ella, y se baja en la parada antes que ella.

Con su despeinado cabello castaño claro, de gran tamaño y la manera en que nunca miraba a nadie a los ojos; eso le llamó la atención.

Y es por eso que ella se sienta junto a él.

Viajes en el autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora