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Ella se sentaba junto a él, incluso si había más asientos disponibles.

Era como un acuerdo tácito entre los dos.


El autobús se acercaba a la calle donde él tenía que salir del autobús.

Con su bolso de piel maltratada en la mano, y su largo brazo pálido pasando delante de la chica, presionó el botón rojo en la larga barra amarilla.


Quitó los auriculares de su cabeza y los envolvió alrededor de su teléfono antes de dejarlo caer en su bolso, junto con un grueso libro.

Él agachó la cabeza, esperando a que el autobús se detuviera completamente.

La chica se puso de pie, y se colocó al lado de él.

Él entonces volteó a mirar a la chica y le regaló una tímida sonrisa.


Viajes en el autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora