Monotonía

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DRINK ME

Capítulo 1

Sousuke: Sousuke no tenía nada malo en su vida, salvo su carácter. Todos en la oficina de publicidad en el centro de Tokyo, se preguntaban cómo demonios había conseguido casarse y criar a un adorable pequeño. Pero no se metían con él, a pesar de contar sólo con 26 años, ya era el jefe del área de aquella agencia y hacía un espectacular trabajo. Así que se limitaban a obedecer y dejarle espacio para que se moviera por los pasillos. Era alto, de piel morena, cabello castaño muy corto y ojos aqua bellísimos.

Toda novata (y alguno que otro novato perdido) caía ante él y se rompía sola el corazón al saberlo casado.

Esa noche, después de una reunión en la oficina, aceptó a ir con sus compañeros a un bar cercano. Debían celebrar que la empresa estaba creciendo y que se volvían cada vez más populares. Sentado en la barra de aquel lugar, con el cigarrillo entre los labios hablaba con un compañero sobre análisis de mercado...

Nada interesante. Se sentía bastante aburrido. Sólo quería llegar a casa a tiempo, para poder ser él quien llevara a la cama a su pequeño.

Haru: Un bar era el último lugar en el que una persona tan joven debería estar, mucho menos si ese era su trabajo.
Pero a Haruka no le importaba mucho aquello. Atender a las personas de la barra y entregar las bebidas que pudieran ser solicitadas en las mesas, eso era todo. De cualquier forma, no era un lugar tan grande y él ya no era un niño. A sus veinticinco años, se sentía más que capaz de tomar decisiones por su cuenta.
La historia de cómo llegó a trabajar ahí no era nada extraordinaria. Siendo despedido de su anterior trabajo no le quedaban muchas opciones si quería seguir en aquella ciudad. Lo que dijeran sus conocidos no le importaba.
Por ello, aquella noche, especialmente llena, no se inmutó por la cantidad de alcohol que los clientes podrían estar consumiendo ni mucho menos si se iban tambaleando.
Lo que sí importaba era que no pelearan y eso justamente estaba empezando a suceder en una de las mesas más cercanas a la barra. El lugar era de alguna forma famoso por el ambiente tranquilo y el buen... servicio que algunas meseras ofrecían. Por ello, las peleas estaban prohibidas y para su desgracia esa noche el guardia de seguridad se había ido con una mujer apenas unos minutos antes. Él debía encargarse, y así lo hizo, recibiendo algunos empujones que lo hicieron chocar con objetos y personas en la barra.
No pasó mucho para que los sujetos se enojaran con él por entrometerse.
Estaba en problemas.

Sousuke: El caos llamó su atención. Las palabras altisonantes y uno que otro golpe le hicieron desviar la mirada hacia aquel lugar. Molesto, se puso de pie y caminó tranquilamente hasta encarar a ambos sujetos, poniéndose entre el asustado mesero y los alborotadores. Esos dos idiotas eran parte de su oficina. Y él, como jefe, era el responsable.

-Se retiran ahora mismo y mañana hablamos...- recibió un par de improperios, que fuera de la oficina no era nadie para dar órdenes, que no se metiera en asuntos que no le incumbían y demás. Bastó con un directo a la boca del estómago de ambos para dejarlos fuera de combate sobre las sillas de una mesa abandonada.

-Mis disculpas. Ya no molestarán- hizo una pequeña reverencia hacia el chico y con ayuda de dos más, sacó a los borrachos molestos directo a un taxi para enviarlos a sus casas.

Él, volvió a la barra tranquilamente. Terminaría su copa y pagaría la cuenta, aún tenía tiempo para poder volver a casa.

Haru: Soltó un suspiro, aliviado. Nunca le había tocado lidiar con ebrios problemáticos por su cuenta. Ya se encargaría de hacer pagar al guardia irresponsable cuando lo viera.
Regresó a su puesto, dejando que los meseros limpiaran el desastre y sus ojos, automáticamente, se posaron en el sujeto que le ayudó. Se acercó, del otro lado de la barra. No acostumbraba hacerlo, pero sentía la necesidad de hablarle y buscar el modo de agradecerle.
-Gracias -suspiró, sin ocurrírsele otra cosa para decir.

Drink Me (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora