Capitulo 3

7.9K 507 20
                                    

LEÓN

Estaba sentado en el despacho de mi padre, mi hermano sentado a mi lado.

-¿Se puede saber que paso ayer en el club?- dijo mi padre severo.

-Nada importante.- dije restando importancia.

-Te han partido la ceja,así que repito,¿que demonios paso ayer?- miro a mi hermano esta vez.

-Un tipo que nunca habíamos visto estaba en nuestra zona.

-Siento que hay algo más.- dijo mirándome ahora a mi.

-Fue abusivo con Corina.- dije con dientes apretados.

-¿Que hizo el chico?- quiso saber mi padre ahora enfadado, sabía que Corina era como una hija para el después de tantos momentos vividos juntos.

-Le hizo una proposición no muy decorosa, se negó y el tipo se enfureció, la cogió, la zarandeo y a saber que más hubiera echo si no me meto de por medio.

-Maldita sea... ¿seguridad?- dijo mientras se tocaba el puente de la nariz

-Ni una señal.- dije recostándome en la silla donde estaba sentado.

-Mario dejame a solas con tu hermano.- dijo mirándome.

-Claro.- dijo mientras se levantaba.- Recuerda que después tenemos el encargo.- me dijo Mario.

-En seguida voy, fratello.- dije mientras le vi salir.

-Voy a hablar con los chicos para saber que mierda paso.- dijo mi padre.

-Esta bien.- hice una pausa.- Pero lo quiero solucionado cuanto antes.

-Por supuesto, mio figlio.- prometí mi padre.- Hablando de negocios, necesito que vayas ha hacer tu trabajo, tus hombres están esperando ya.- asentí con la cabeza mientras me levantaba, fui directo a la puerta.-¡Figlio!- grito mi padre, me di la vuelta.- Ten cuidado.- dijo preocupado.- He perdido demasiado en esta vida, para perderos a vosotros también.

-Tranquilo, tendremos cuidado.- juré mientras salia de su despacho.

* * *

Estaba conduciendo mientras mi hermano seguía taladrando mi cabeza.

-¿Entonces que te ha dicho?

-Que eres adoptado.

-Vamos León, eso me lo creía cuando tenia 5 años.- dijo riendo, reí con el al recordar aquellos momentos de la infancia.

-Me acuerdo que mama me castigo por meses cuando se entero.- dije riendo nostálgico.

-¿Crees que nos estará protegiendo?- dijo Mario tragando saliva.

-Estoy seguro, fratello.- mientras le despeinaba su perfecto pelo.

-Joder, León, para.- grito mientras se repeinaba.

Pare el coche, miré alrededor para ver si captaba algún movimiento.

-Ya sabes lo que tienes que hacer.- dije mirando a mi hermano, Mario solamente asintió, bajamos los dos del coche.- Ten mil ojos.- le dije mientras le daba un beso en su frente.

-No se donde voy a poner tantos.- dijo bromeando.- Ten cuidado, León.- dijo ahora serio.

Mario entro en el asiento del piloto y espero allí dentro, estábamos en una nave industrial, alejada de la mano de Dios. Mis chicos bajaron de sus respectivos coches, eramos ocho contando conmigo afuera y cuatro esperando dentro de los coches de pilotos.

Una bala por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora