CAP 1

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La música se escuchaba por toda la sala, lo cual no era de extrañar, pues se trataba de un evento de Pop oriental, en el que los amantes de generalmente KPop y JPop o variantes, se reunían para gastar su dinero ahorrado quizás durante meses en merchandaising. Algunas personas que no eran buenas ahorradoras simplemente se dedicaban a escuchar la música o mirar los diferentes posters, chapas, álbumes, llaveros, etc. Como si fuesen a conseguir algo quedándose mirando los artículos, como si les fuesen a dar pena a los vendedores y les regalarían algo, ingenuos.
Sí, la atmósfera del lugar era esa, hype, algo de arrepentimiento por no haber traído dinero, o quejas constantes porque la fila de la comida era demasiado larga.
Generalmente en las canciones más famosas todos se alteraban, llamadlo hormonas, o lo que sea, pero se quedaban mirando al proyector como si fuese una especie de concierto solo para ellos. En esas situaciones era cuando se comprendía quién realmente era goloso y quién no, porque la fila enorme hacia el puesto de comida se deshacía debido a la gente que se iba a bailar.
Bailaban, sí. ¿Se sabían las coreografías? Pocos. Generalmente había solo 10 personas delante a las que todos seguían, pero era divertido. Diversión no faltaba en este evento.
-¡GOOD BOY! - Muchos gritos. La gente amargada se quedaba en su sitio siguiendo con lo que hacían, generalmente o esperar la maldita cola de comida que no parecía avanzar, o inscribirse en un sorteo de viaje a Corea.
Sorteo de viaje a Corea. Suena bien, ¿no? Un año de estudios en corea para 5 personas afortunadas. ¿Quién se pensaría que en un evento tan desastroso habría algo así? Pues lo había. Y casi todos, desafortunadamente, participaron. Porque cuantos más participen, menos son las oportunidades.
Quedaban 3 horas aún para decir quién había ganado el sorteo, y cada vez menos gente quedaba en el escenario en el que se bailaba KPop. Generalmente, solo se lucieron esas 10 personas, otros o los miraban, o los imitaban.
Ah, sí. No había que olvidar las desesperadas que perseguían los 10 asiáticos que había por el evento, como si fueran una especie de divinidades, como si en sus pueblos no hubiera tiendas de alimentación chinas en cada rincón, en cada calle. No, tenían que ponerse a perseguir a las pobres personas.
Las horas pasaron, entre hacer lo mismo y volver a repetir lo mismo, dar vueltas arrepintiéndose de no tener dinero, comprar ramen instantáneo, bailar de manera cuestionable, cantar de manera cuestionable, perseguir asiáticos, reírse cual histéricos... Sonaba bien, no? Era divertido. Un evento que se celebró en la capital, un evento en el que muchos que no fueron de la capital acudieron, por el concurso de baile cuestionable también, que ganaron un grupo de 6 con un baile de SNSD. Estuvo bien, eso dirían muchos. Otros envidiosos, dirían que lo hicieron de pena.
-Bienvenidos al sorteo de viaje a Corea...-
Bla, bla, bla. ¿Realmente alguien escuchó el discurso? Pocos lo escucharon. Entre datos y números, ¿se creían que la gente estaba interesada realmente? Querían saber de una vez si ganaron o no. Y ya luego que les dieran datos. Otros se hacían los interesados, asintiendo, como si de verdad les interesara. Porque por qué mentir, aquí las personas no pasaban de 25 años, y si había personas mayores, pocos eran. ¿Contaban los padres que acompañaban a sus hijas de 12 años? Para opiniones colores.
Al fin llegó el momento, el maldito momento en el que todos estaban tan tensos, como si se tratase de la lotería. Para un fan, esto era más que algo como lotería de navidad. Esto era una oportunidad que se daría una vez en la vida. Una vez. Una maldita vez. 5 personas.
-El primer número... - Pequeña pausa, el señor se la estaba buscando. El señor pedía un bofetón a gritos. - 200.. - Pausa, como para continuar el número. Todos los que tenían el 200 algo gritaron. - 200. - Troll. Troll dirían algunos. Solo se escuchó un grito femenino y varios saltos, o caras desesperadas.
-Oh dios mío- Aplausos, pero la chica esa estaba llorando. Había envidiosos. Pero, ¿quién no envidiaría algo así?
El presentador aplaudió varias veces, haciendo subir a la chica, que no tendría más de 19 años. La pobre lloraba, y sus amigas al parecer aplaudían como locas y gritaban su nombre.
-"Patriciaa, Patriciaa"- Gritos, generalmente de chicas. ¿Os imagináis ir a Corea con ese nombre? Bueno, peores nombres habría. ¿Os imagináis Eustaquia?
-Ejem- El presentador iba a continuar con el siguiente número. Todos se quedaron callados, mirando su número. - Uno...- Todos los que tenían número empezando por 1 estaban muertos. - Uno... siete... - Pausa. Muchos gritaron, generalmente los de ese número. - 177. -
-¡Wooh! - Ruido raro. Un corazón acelerado. Las personas le dejaron a esa chica paso. Nadie gritó por ella, porque su amiga era menor de edad y se encontraba ahora mismo en la fila de ramen. Para no perder el puesto.

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⏰ Última actualización: Jun 16, 2016 ⏰

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