Magnus está celoso de la estrecha relación que mantienen Jace y Alec por lo que decide cortar por lo sano y mostrarle a su amado chico de ojos azules lo que significa ser "el amado de Magnus Bane".
-Si- contesta con voz neutra y ladea la cabeza desde el sofá en dirección a la voz de Magnus.
-¿Porqué crees que llamé a mi gato "presidente miau"?
Magnus aparece por el marco de la puerta con un delantal fucsia, que tiene tela.
Alec al verlo así estalla en carcajadas y no puede evitar dejar de mirar ese "destacado" atuendo.
-¿A que vienen esas risas Alexander?
El mago pone los brazos en jarras y mira con una ceja alzada a su novio que parece estar al borde de un ataque.
-Es que... - dice entre risas el más joven -... Tú no te has visto, jaja.
Un humo azulado envuelve el cuerpo del cazador que mira con cara interrogante al brujo.
Magnus sonríe sin mostrar sus dientes y mira con los ojos divertidos, y, entrecerrados a su chico que sigue sin comprender la situación en la que se encuentra.
-Ma-Magnus... No me mires así - tartamudea nervioso Alec -... Esa mirada pervertida tuya no me da buena espina.
El brujo se relame los labios ante la imagen de Alec temblando ante él.
-Esto si que va a ser divertido.
El cazador se hunde en el sofá temeroso de la reprimenta del mago de Brooklyn.
Magnus se acerca a Alec y da dos palmadas antes de apuntar con los extremos de sus dedos al cuero del cazador.
La neblina azulada que abrumaba al menor se hace más intensa y rodea todo su cuerpo en cuestión de segundos. El mayor vuelve a palmear y todo se dispersa dejando a un Alec completamente desnudo.
Sonrojado a más no poder el cazador toma el cojín que tiene más a mano y se lo coloca sobre su intimidad para dejar de sentir la intensa mirada de Magnus sobre esta.
-¿Te parece divertido esto?- pregunta malhumorado el menor mirando con desdén al brujo.
-Mucho, pero, tal vez no lo suficiente.
Magnus se acerca a su novio con paso firme y en el trayecto se desabrocha a la espalda el delantal que lo ha iniciado todo y se lo tiende a Alec con una sonrisa de satisfacción en los labios.
-Pruebatelo, de seguro te quedará perfecto.
Le giña el ojo y vuelve a la cocina mientras que Alec se pone a toda velocidad con el horrendo delantal de su novio.
-Estúpido mago idiota - farfulla en voz baja molesto.
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