—¡¿QUE VOS Y ESE QUÉ?! —la voz de Nico resonó por todo el lugar, haciendo que todas las miradas se enfocaran en nosotros y que yo quisiera desaparecer de la forma más rápida posible.
—¡Dale, que se entere todo el planeta TARADO! ¡Qué parte de "mantenerlo en secreto" no entendiste! —conteste completamente ruborizada— Primero, ESE tiene nombre, y uno hermoso por cierto y segundo ¡tampoco fue tan grave! —si bien mi voz se escuchaba fuerte no era nada comparado con el grito que había lanzado mi amigo.
Ambos nos encontrabamos en el patio de la academia, yo descansando luego de una larga jornada de danza y él con curiosamente unos cinco minutos libres en su agenda dedicados a una "noticia importante" que no podía guardar para mi sola.
—Pero... es que... vos y él... —era la primera vez en mucho tiempo que escuchaba a Nico dudar tanto para encontrar las palabras correctas— ¿Es una broma, verdad?
—No, no lo es —conteste con la vista clavada en el vaso de café entre mis manos.
—Esto no es posible Lucy, ¿te das cuenta de lo mal que está? —él tomó mi mano y le dio un apretón cariñoso, pero aún a pesar de eso y de que sus ojos verdes mostraban una dulzura increíble, su comentario me enervó.
—¿Qué tiene de malo que dos personas que se quieren intenten estar juntas?
—¿Que puede que su "cariño" dure poco y nada? ¡Por favor, Lucy, ellos conocen chicas todo el tiempo! ¿Quién dice que no va a olvidarse de vos y lastimarte en menos de una semana?
Presioné mis dedos contra el collarín del vaso hasta el punto de sentir en mi piel el calor del café dentro del mismo. Mi mirada volvió al suelo mientras sentía como mi pecho dolía, un dolor psicológico intuía, puesto que no sufría ninguna afección cardiaca. "¿Qué lo retiene a mi cuando tiene a muchas idols que podrían ser y hacer todo lo que yo no?" Sabía que él sólo quería protegerme, pero sus palabras me habían dolido más de lo que habían aliviado mi pesimista mente.
—Si esa es tu forma de levantarme el ánimo, mejor hubiese llamado a Tamy o Eri para contarles...
—Ellas seguro habrían abierto la boca, tampoco podrían haberselo guardado.
¿Qué le pasaba? ¿Por qué su voz destilaba un odio tan poco propio de él?
—Nicolás Gabriel, ¿qué carajos te pasa? —dejé el café a un costado y me recliné contra la pared detrás de mi—. Una cosa es intentar protegerme o hacerme sentir una pequeña mota de polvo, otra muy diferente es meterte con el chico con el que soñé toda mi vida y con mis dos amigas, ¡ellos no te hicieron nada! ¡Y vos fuiste el que lo gritó! —para mi suerte, el patio comenzaba a despejarse debido a que los alumnos volvían del receso a sus clases, porque mi voz se fue elevando algunas octavas a medida que hablaba.
—¿¡QUE QUÉ ME PASA?! Estas a punto de cometer el error mas grande de tu vida y tus dos amigas seguramente te apoyarían ¡Y ME PREGUNTAS QUE ME PASA! —se levantó del suelo, lo que me hizo elevar la mirada— No voy a dejar que lo veas mas —decretó serio.
— ¿El error mas grande de mi vida? ¡¿ESTAR CON EL CHICO QUE ADMIRO Y QUIERO ES UN ERROR?! —me levanté también para quedar un poco más a su altura y creí divisar una pequeña mueca de dolor en su rostro ante mis últimas palabras— ¿Que te hace pensar que voy a hacerte caso? ¡Tengo veinte años, no doce!
—Sabía que no deberías haber venido a Corea —continuó como si no me hubiese escuchado— ¡Mierda! ¡Soy la persona en la que tu madre confía para protegerte, soy la persona que debería advertirte para que este tipo de situaciones no sucedan!
—Ahora te arrepentís de que haya venido, perfecto —el sarcasmo en mi voz era detectable incluso en un radar de cinco metros— Yo puedo hacer lo que quiera, cuando quiera y como quiera —me dolía que mi mejor amigo de toda la vida no me apoyara en algo que era importante para mi, y más aún, me hiciera dudar de mis propias elecciones.
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Miracles could happen
FanfictionElla es una chica sencilla y humilde cuya única pasión es la danza y la música. Él es el integrante de una de los grupos de k-pop más recientes. Ella será becada gracias a su talento en una de las más prestigiosas academias de danza del mundo en Cor...