Miracles could happen

CAPITULO 17: Celos.

El calentamiento global estaba haciendo de las suyas aquel día desatando una gran tormenta sobre las primaverales calles de Corea; sin embargo, el clima no alteraba para nada el positivismo de Lucy, que se hallaba volviendo de una "entrevista" en nada más ni nada menos que la famosa empresa Big Hit, aquella que albergaba muy buenos artistas y en la que se encontraba otra de sus bandas favoritas: BTS.

Luego de la noche anterior en la que las cosas con Hyuk habían avanzado bastante, despertarse con un llamado de la Big Hit terminó de alegrar su día y sin importar el horrible clima, Lucy se había alistado lo mas presentable posible, había agarrado su paraguas y había salido directa a su destino; por supuesto, había llamado a la Academia de Danzas para avisar la razón por la que faltaba puesto que eran muy exigentes con ese tipo de cosas, aún no sabía lo que haría si quedaba seleccionada para formar parte de la empresa, tendría que dejar algo de lado o colapsaría completamente.

Sacó el celular de su bolsillo al entrar a una tienda de comida puesto que con el apuro no había llegado a comer; Nico no la había llamado desde que Hyuk le había quitado el celular para atenderlo, pero el hecho de que él seguía siendo alguien muy importante para ella y de que seguramente su madre lo habría llamado varias veces y él probablemente había fingido bienestar partían el corazón de Lucy en dos. Una vez ordenada su comida (y la de Hyuk puesto que había decidido visitarlo en su break del ensayo y sorprenderlo) tomó la decisión y marcó el número de su mejor amigo.

uno... dos... tres...

—¿Lucy? —la voz aliviada y casi desesperada de Nico contestó casi al instante.

—Si, soy yo —ella sentía el mismo alivio que él pero aún recordaba como la había tratado aquel día— Quería disculparme por la actitud que tuvo Hyuk ayer...

—¿No debería hacerlo él?

—Si lo que quieres es discutir entonces creo que la conversación termina aca.

—No, perdon, es solo.. arggh —Lucy casi podía imaginarlo revolviendo su cabello con frustración— parece que no puedo hacer nada bien ultimamente ¿verdad?

—Parece que no te esforzaras siquiera en intentarlo... —la voz de Lucy era apenas un susurro a través de las fuertes gotas de lluvia que repiqueteaban sobre la acera por la que caminaba a paso apresurado, con el paraguas en una mano, la comida ya guardada en su mochila y el celular en la otra mano.

—¡Maldicion estoy esforzandome Lucy, enserio lo hago! Por favor dame la oportunidad de enmendar esto, por favor, no quiero perderte...

"Carajo, carajo, carajo" Lucy respiró hondo sintiendo un nudo formarse en su garganta.

—Lo pensaré y volveré a llamarte, ¿si? Debo irme ahora...

—Es mejor a que me ignores... —y la comunicación se cortó.

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Lucy entró con un suspiro de alivio a Jellyfish, había caminado todo el trayecto desde una empresa a la otra y el recorrido no era precisamente el más corto del mundo. Sacudió un poco su paraguas antes de caminar por el hall y dirigió su vista hacia el reloj. Justo a tiempo. Se suponía que al mediodía los chicos tomaban su descanso para almorzar y como aquel día no se prestaba para salir, ella había llegado a su rescate; sabía a ciencia cierta que Eri no se encontraba allí sino en la academia suplantando a una de las profesoras y que Tamy tenía asuntos en el hospital, por lo que la idea de ver a ambas y mencionarles lo de la noche anterior quedaba postergada.