Beso de disculpas

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Sujeté firmemente el brazo de Daniel y lo miré seriamente, aunque bajó la luz de la luna su mirada era muy dulce.

–¿Qué nos va a pasar? —dijé intentando no trabiarme con mi lengua.

–Yo... ¿cuánto sabes?, ¿cómo conoces a Nick?

Hice una breve pausa y miré a Lorraine, ella miraba a la luna que asomaba por la ventana.

–Te seguí hasta un callejón... y cuando apareció ese señor... lo llamasté por el nombre de Nick, sé que buscáis a mi padre.

–¿Solo sabés eso? —preguntó arqueando una ceja.

–¿Sí? —dijé confundida.

–Tienes poderes, lo sabes ¿no?

–Ah, sí, eso también lo escuché...

–Mmmm... no quiero intrometerme pero necesito saber que va a pasar de ahora en adelante conmigo ¿voy a morir? —dijó Lorraine cruzada de brazos mirando a Daniel.

–Tendrás que acompañarnos, estarás a salvo —dijó Daniel.

–Esto es una pesadilla ¿verdad? —dijó Lorraine mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla— yo solo quería seguir al lado de Lou. Con tan solo verle hace que mi corazón se aceleré por momentos, su sonrisa, la manera en la que desliza su mano por su pelo y, ahora estoy aquí con unos completos desconocidos.

Al decir esas palabras dolieron hasta el punto que mis ojos se cristalizaron, todo por lo que estaba pasando Lorraine era por mi culpa.

–No sé que hago mal pero por favor llevadme otra vez a mi casa, nunca más volveré a decir un "sí" lo prometo.

Lorraine cayó de rodillas al suelo y se encogió mientras lloraba

—Por favor... —levantó su mirada para encontrarse con la mía— tú, siento haber besado a tu novio, lo siento mucho de verdad pero por favor, haz que vuelva a mi vida.

–Perdoname a mi Lorraine, te prometo que mientras estes a mi lado no te va a pasar nada malo —me arodillé para abrazarla.

En ese momento una luz azul recorrió mis venas, la misma que aquella vez en la que escuchaba la conversación entre Daniel y Nick, pero, esta vez la luz se extendió por todo mi cuerpo.

Todo mi cuerpo desprendía una luz azul.

–¿Qué es lo que esta pasand-

Lorraine cerró sus ojos y cayó rendida sobre mis brazos, se había dormido espontaneamente.

–Ayudame a llevarla a mi cuarto.

La cargé sobre mis brazos mientras Daniel abría la puerta.

Lorraine no cambió su aspecto físico, aunque esta vez yo era más alta que ella. Seguía teniendo su piel canela y sus ojos marrones pero lo nuevo que más destacaba de ella era su pelo, era más largo y liso, de color castaño; le llegaba hasta la cintura.

Una vez la dejé sobre la cama miré a Daniel.

–Tengo que hablar contigo —dijé mientras cogia a Daniel del brazo.

Al salir de mi habitación cerré la puerta.

Bajé las escaleras y me senté en el sofá esperando a que él también se sentará.

–Bien, explicame todo. —dijé retirando un mechón de pelo que me impedía ver a Daniel.

–Verás, cuando hablé con Nick quedamos en que Lorraine, por decirlo así, sería "borrada del mapa". Me encomendó en seguir con el plan de sacarte información, algo mínimo que nos ayude a saber algo sobre tu padre, pero hubo algo que no me gusto nada, me amenazó diciendomé que si no seguía el plan me mataría y a tí también... —Daniel desvió su mirada hacía el suelo— ahora tenemos que escapar de él...

–Daniel, ¿por qué sangré? No te lo he dicho anteriormente pero como hace nada, arriba en el cuarto de Lorraine, desprendí una luz azul muy intensa y no es la primera vez  —volví a captar la atención de Daniel, me miraba fijamente— aquel día que escuché vuestra conversación volví a casa porque estaba muy mareada y al querer abrir la puerta del cuarto de Lorraine no pudé, caí al suelo sin fuerzas y ví que mi muñeca sangraba ¿por qué?

–Veras, todo esto pasó por hacer contacto con una puerta que estaba alterada por los efectos que pasaban en su interior, al estar borrando todos los recuerdos y objetos de Lorraine dentro del cuarto habia una fuerza brutal, por lo que, al forzar tu fuerza con otra más potente afectaron a tu cuerpo de humana, sacando toda esa fuerza como sangre y justo en el lugar donde habías forzado, en este caso, tu muñeca para intentar abrir la puerta.

Todo lo que decía parecía tener sentido.

–¿Y el espejo? —dijé intentando unir todas las piezas del puzzle.

–Cuando te ví desmayada en el suelo espere a que la puerta del cuarto se pudiera abrir y creé ese espejo... que te podía llevar a reencontrarte otra vez con tu hermana. Me pareció injusto el trato que hicé con Nick, rebatarte algo que has tenido por mucho tiempo de la nada... Cerré la puerta y te cogí sobre mis brazos, te llevé hasta tu cuarto y esperé a que te despertaras, haciendote creer que todo fue porque deseastes a tu hermana de vuelta... Lo siento, te he puesto en peligro —miré a Daniel confusa, las lágrimas empezaron a descender por sus mejillas hasta llegar a su barbilla, y goteaban— yo solo quería verte feliz... He conseguido todo lo contrario —dijó sollozando.

Me acerqué a él y un impulso quisó que lo abrazará.

Rodeó sus brazos sobre mi cintura y yo pusé mis manos sobre sus hombros.

–No pasa nada solo quiero que me ayudes ¿vale? —dijé mirando a sus ojos oscuros, mientras deslizaba las yemas de mis dedos pulgares sobre sus mejillas.

Me encontraba a pocos centímetros de su boca, mi corazón empezó a acelerarse.

Cuando ví que Daniel pasó su lengua por sus labios por las lágrimas que dejaron un rastro salado quise besarle.

–¿Por qué no me besas? —dijó Daniel sonriendo.

Esa visión de él sonriendo después de haber llorado era como ver el arcoiris después de la lluvia.

–¿Por qué tendría que hacerlo? —susurré tímidamente.

Daniel se acercó y yo simplemente cerré los ojos, sentí sus labios posarse sobre mi mejilla.

–¿Q-qué haces? —dijé separandome de él.

El tacto de sus labios eran muy suaves.

–Ha sido un "beso de disculpas" —dijó con una pequeña sonrisa.

–Me gusta verte sonreir, pero, si no vuelves a cometer otro error no podrás volver a darme otro "beso de disculpas", creo que los dos salimos ganando ¿no?

Daniel se rió y me abrazó con mucha fuerza.

–Hay que dormir, mañana planeamos lo que vamos a hacer —dijó Daniel aún abrazandome.

–Sí, hasta mañana Daniel —me separé de él y subí las escaleras hacía mi cuarto.

Me iba a dormír en la silla ya que Lorraine dormía en mi cama.

"No confiés "

Esa voz volvió a reaparecer en mi mente, sin hacerle mucho caso cerré mis ojos intentando dormir.

Hasta El Fin Del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora