El engañado

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Esa noche iba por la ciudad con los cascos puestos a todo volumen. La música es de los mejores inventos que el hombre a creado. Te hace sentir mil emociones distintas, te sientes identificado con cada canción en un momento determinado de tu vida.
¿Qué? También tengo sentimientos.

Mientras iba escuchando una canción vi a un par de adolescentes discutiendo, al lado una chica llorando. La chica iba vestida, si se puede decir vestida, con una mini falda rosa chillón y una camiseta de tirantas blanca por encima del ombligo junto a unos tacones altos de la hostia.
Está buena, hay que admitirlo. Pero tiene pintas de facilona, hay tantas así...
No puedo evitar bajar el volumen de la música para escuchar un poco la conversación. No soy capaz de escuchar toda la conversación pero si cojo algunas palabras sueltas.
«Puta», «Confiaba en ti», «Te voy a matar»,«Eras mi amigo»
Uuuh suena a desamor.
La pelea termina y el chico se mete en un callejón. Le sigo dentro del callejón y le veo sentarse a un lado a ¿Llorar?

-Eh tio, ¿Estás bien?
El chico levanta la vista y me mira confundido. Vuelve a bajar la vista y me niega con la cabeza.
-No he podido evitar escuchar algunas cosas de tu...«pelea». ¿Puedo hacer algo por ti?
Esta vez cuando el chico levanta la mirada veo dolor y rabia en sus ojos. Aún tienen lágrimas pero se ve lleno de ira. Me gusta más.
-Solo quiero matar a ese hijo de la gran puta.
-¿Qué ha pasado? Cuéntame.
-Ese era amigo mío. Y la otra, es la guarra de mi ex novia. La muy...
Ella me ha puesto los cuernos con mi mejor amigo desde que empezamos a salir y me he enterado ahora porque los he pillado morreándose en el baño de la discoteca en la que estábamos. He salido ha despejarme echo una furia y me han seguido. Eso es lo que has visto. A dos mentirosos y al cornudo de turno.

Lo dice con odio, me cae bien. Así que voy a ayudarle.
-Me caes bien. Así que voy a hacer lo que quieres. Pero vete a tu casa, no estas en condiciones de andar por la calle solo. Capaz de hacer algo de lo que te arrepientas.
El chaval sorprendido me dio las gracias, se levantó torpemente y se fue corriendo. Se le ve tocado aún. Y es que es para estarlo, su novia y su mejor amigo le han traicionado. Sé lo que es que las personas a las que quieres y supuestamente te quieren te traicionen.

Con estos recuerdos salgo del callejón y sigo hacia delante. Y allí están. Dos calles más abajo, la parejita besándose como si nada hubiese pasado. Traidores.
Me acerco a ellos y empujo al tío hacia el callejón que está al lado.
-¡Eh! ¿A ti que coño te pasa? ¿Estás loco o que?
-A mi nada gilipollas. ¿Qué te pasa a ti? Traicionas a tu mejor amigo, te tiras a su novia y te importa una mierda. Eres un puto falso.
-¿Y tú cómo sabes esas cosas? ¿Qué te importa a ti mi vida y como la vivo?
-Da igual el como lo sé. Y cierto no me importáis ni tú ni tu vida de mierda. Pero si me importa que aún exista la gente hipócrita como vosotros dos. Si quieres a alguien no le traicionas. Si quieres a alguien no le mientes. Si quieres a alguien no le tachas de loco. Si quieres a alguien no lo abandonas. Si quieres a alguien no le olvidas.
-¡¡¿¿Pero que dices??!! ¿Tachar de loco?,¿Abandonarle? ESTÁS COMO UNA PUTA CABRA COLEGA
-Olvidalo Pedro por favor. Vámonos de aquí.
-Hazle caso a tu perrita, Pedro. No me provoques.
La chica se sorprende al oír como me he referido a ella. No estará acostumbrada a que le digan las verdades a la cara.
-¡A mi me respetas gilipollas!
-Cuándo te respetes a ti misma ya te respetaré yo,mientras tanto te digo lo que eres. UNA FACILONA.
El chico se acerca a mi con una navaja, sonrió y me río de forma sarcástica
La esquivo fácilmente, no es la primera vez que me sacan una. "Tuve una adolescencia difícil." Es lo que pasa cuando tu familia te interna en un manicomio.
Cuando le esquivo me mira con odio y va a volver a atacarme, pero soy mas rápido y cojo a la chica poniéndola delante de mí como escudo.
Pedro le clava la navaja en el abdomen a la chica que pega un grito desgarrador y cae rendida a mis pies. Literalmente.
El chico desconcertado se tira al suelo sin poder creer lo que acaba de hacer. La había matado. Bueno, la habíamos matado.
Aprovecho el momento de culpabilidad de el traidor y cojo una barra de hierro que había en un contenedor que estaba a mi lado. Y justo en el momento en que lo cojo el chico levanta la cabeza para mirarme. Cojo la barra con fuerza y le doy un golpe seco en el cráneo. Se escucha un crujido y el chico cae muerto al suelo.
Trabajo hecho.
Los culpables son ellos. La gente no debe ser tan falsa, tan hipócrita, tan traidora.
Ellos traicionaron a alguien supuestamente querido. Yo le he ayudado.
Salgo del callejón tranquilamente. Las sirenas de la policía no tardan en aparecer, advertidos por algunos vecinos asustados al escuchar gritos.

Me alejo del lugar donde están los cuerpos inertes de los adolescentes y me pongo de nuevo los cascos. Subo el volumen de la canción y sigo caminando.
Se ha echo de día, y observo el amanecer en la ciudad.
La música tapa todo sonido de la ciudad, toda amenaza, toda traición.
Mañana el engañado verá en las noticias que sus dos ,«amigos» están muertos. Si es listo se alegrará.
Si no se alegra...bueno.
Regresare y entrará en razón.
Por las buenas o por las malas.

Y Luego Silencio [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora