La suicida

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El sonido de los coches de policía, los gritos, las explosiones, la sangre derramada por mis manos, ojos mirando al vacío, sentimientos contradictorios...Me encantan. Son parte de mi ya. Mis recuerdos más felices son en lugares en los que hay esas cosas. Sangre,muerte, miedo..

Todo lo contrario que  Megan. Megan me atreveré a decir que podría haber sido el "fugaz gran amor de mi vida". Y digo podría porque alguien como yo, no se enamora. Eso es para los imbéciles. Hay maneras mucho menos dolorosas de morir que esa.

El caso es que Megan era una chica preciosa. Ojos grises, pelo largo de color negro y labios finos pero apetecibles. Estaba delgada, pero tenía sus curvas. Lo que viene a ser un buen partido.

La conocí en una azotea, cuando estaba a punto de saltar desde un piso 23. Me encantó eso, estaba tan cuerda como yo. Ella estaba de espaldas, llorando.

(Flashback)

-Ey...chica,¿estás bien?

-Déjame en paz, no te acerques ni un paso más o salto.-seguí avanzando tranquilamente.

-Me da igual que saltes, es más me gustaría verlo. Hazlo por favor, piensa que no estoy aquí.

Megan me miró sorpendida y me vió sonreírle y guiñarle un ojo, desde luego no se esperaba eso. Esperaría frases del tipo, "no lo hagas, eres joven y guapa, tienes mucho por delante", o "nada ni nadie es lo suficientemente importante como para arrebatarte la vida", y no puede faltar la cristiana que diga "no lo hagas, solo Dios puede quitar una vida". Pero a mi todas esas mierdas me daban igual, yo quería ver como se tiraba.

-¿Cómo dices?

-Lo que has oído preciosa, nunca he visto un suicidio.  A ver, he presenciado muchas muertes, ni te imaginas cuantas...pero jamás he tenido el placer de ver a una suicida.

-Tú...estás enfermo.

-¿Yo? La que se quiere tirar del edificio eres tú preciosa, no yo.

Se quedó muda unos instantes y avanzó un paso. Yo le grité.

-¡Espera! ¡No saltes!

-No puedes detenerme déjame tranquila.

-No, no. Tírate si quieres, pero espera que baje del edificio. Si te veo desde abajo puede que con un poco de suerte no lleves nada debajo y pueda ver algo. La necrofilia no va conmigo, pero un hombre salido es un hombre salido preciosa.

-GILIPOLLAS.

Yo me reí, y pude ver que ella sonrió un poco, lo que yo decía, tan cuerda como yo.

-¿Cómo te llamas preciosa?

-Megan. ¿Y tú?

-Encantado Megan, ¿qué más te da mi nombre? Si no vas a poder decir palabra en unos minutos?

-Cierto. Bueno,encantada enfermo gilipollas.

-Jajajaja, encantado Megan la suicida.

Estuvimos un buen rato hablando, me contó un poco de su vida laboral y personal. Era doctora, trabajaba en el Hospital de la ciudad todos los días de la semana. Era agotador pero le encantaba, trabajaba de lo que ella quería. Era su vocación. Estuvimos hablando dos horas, y al final conseguí preguntarle sobre lo que quería saber.

-¿Por qué quieres suicidarte? Por lo que me cuentas no tienes una mala vida.

Megan empezó a tiritar, no sé si por frío o por miedo. Miró hacia un lado como avergonzandose, y luego me miró a la cara con los ojos llenos de lágrimas. Emitió un largo suspiro y dijo:

Y Luego Silencio [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora