La inexplicable impulsividad de un Sesos de algas

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Atrapada por más de dos horas, sin agua, comida o algún medio de comunicación, ya casi no entraba aire. Annabeth Chase estaba desesperada nada funcionaba para escapar, quería darle golpes a la puerta si era necesario, pero aún le queda un rastro de humanidad. Rendida se deslizaba por la puerta hasta quedar sentada recostada a ella

— ¿Estas muy callada chica lista? —decía Percy Jackson, sentado justo al frente de ella, otra pobre víctima de sus captores trataba de levantarle un poco el ánimo, debido al rotundo y vacío silencio que se armó en la habitación.

—Ya no sé qué decir —dijo ella en un leve susurro

—Qué tal si cuentas porque Rachel y Leo nos enceraron en el armario del conserje —él pobre chico se hallaba confuso. En el momento en que la pelirroja trajo arrastras a Annabeth hacia él y el duende latino grito "Sorpresa" para luego empujarlos hacia el cubículo, no habían sido muy implícito de en sus acciones.

—Ya te dije que no sé, Rachel llego hacia mí, me dijo algo como "Ya es todo" luego me arrastro y eme aquí —ella buscaba una razón por la cual su amiga le hizo esto, no quería estar con Percy, hace mucho decidió apartarse de el por la propia Rachel. Al saber que a ellas les gustaba el mismo chico lo empezó a ignorar, le dejo el campo libre a la pelirroja, incluso tuvo una relación con otra persona, lo olvido y ahora su amiga la encierra con él y ¿Qué tiene que ver Leo en todo esto?

—Chica lista ¿Cómo te va con lo de Luke Castellan? —no esperaba que mencionara algo como lo que paso con el rubio, nadie lo sabía, pero cuando comenzó a salir con él, Percy y ella tuvieron una fuerte pelea de esas que separan amistades, otras de las razones por las que ya no se hablaran.

Igual Luke era parte del pasado y lo que más odiaba Annabeth es que Percy al final tuvo razón con el— Debes estar feliz, tenías razón era un tonto —Vio la amargura de la rubia debido al mencionar el tema de su exnovio y comenzó a sentir culpa por si quiera mencionarlo e ira porque él sabía desde un principio que el rubio cínico terminaría lastimando a Annabeth.

— ¿Te hizo algo malo?

Annabeth observo los ojos de Percy, estaban desviados de ella, la cólera identificaba su rostro, temía porque volverían a discutir como la última vez. Tampoco quería hablar sobre que paso entre Luke y ella, no le explico a nadie, ni a Piper, Thalia o Rachel, que le habían rogado que les contara, simplemente guardo silencio.

—Él no hizo nada —Annabeth sobó su muñeca lentamente, el recuerdo del rompimiento solo le traía repugnancia y una sabor amargo a la boca.

El chico la interrogaba con su mirada verde, pocas veces la vio así; débil, con el cuerpo oprimido y queriéndose hundir en su propia sombra para desaparecer. Percy no se contuvo más, algo había pasado, algo que nadie sabía, algo que era doloroso para su rubia, algo que él necesitaba saber.

—Annabeth —dijo con la voz más paciente que tenía— Sé que te hizo algo. Por favor, dime ¿Qué sucedió?

—Perseus Jackson, tu eres el que menos me puede preguntar eso —escupió cada palabra molesta.

Percy trago profundo, era más serio de lo que pensaba, pero ella tenía razón, era el responsable y se lamentaba todo los días por eso. Agacho su cabeza con la mayor pena, no hallaba como ver a los ojos de Annabeth. Tímido, nunca fue muy bueno hablando con una chica (aunque todos pensaban lo contrario) y menos si le gustaba tanto como Annabeth.

—Yo nunca imagine que llegáramos a distanciarnos tanto y sé que es mi culpa —Annabeth alzo su vista sorprendida, en su versión de la historia la culpa era de ella—. Sé que te abandone, sé que debía haber estado a tu lado mientras salías con Luke, sé que debí consolarte cuando terminaron...

Conversaciones en el armario del conserje /PJO y HOO/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora