Parte 15: De Regreso a Helsinki

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Parte 15. De Regreso A Helsinki

Lauri estaba sobre mí, mientras yo tenía mis manos en sus hombros y nuestros cuerpos se movían al movimiento de las caderas de mi cuervo, yo gemía y el jadeaba, estábamos casi al clímax cuando desperté.

Desperté un poco acelerada y respire, voltee a lado y se encontraba Lauri a un lado mío durmiendo. Joder. Me he quedado dormida y no solo eso, he tenido un sueño húmedo como cuando lo pude haber hecho realidad ayer por la noche.

Puto cansancio.

Puse mis manos sobre mi rostro y pensé en lo ocurrido.

Ayer por la noche sentí su erección y sus manos por mi cuerpo y además, nos besamos. Ha sido el mejor momento en mi vida sexual... O bueno, casi sexual. Sonreí.

Volvería a tener ese momento miles de veces si pudiera.

Me levante a darme un baño, no puse música para no despertar a mi novio temporal. Quince minutos después Salí, con la toalla sujeta a mi cuerpo. Mire a Lauri y aún seguía dormido, así que me quite la toalla y anduve caminando por la habitación mientras buscaba mi ropa, al encontrarla me puse un bikini y me agache para tomar las sandalias que estaban debajo de la cama, y antes de levantarme sentí que alguien me palmeo una nalgada; fuerte, incluso jadee, era Lauri

-Oyeee –Dije al levantarme y quedar de rodillas

-Bonita posición en la que estabas – Sentí arder mis mejillas – De hecho así también estas muy bien -estaba completamente roja

-¿Puedes dejar de mirar? – Le dije nerviosa

-¿Por qué?

-Porque no puedes verme así

-¿Por qué no? Si somos novios – Diablos, cierto, y ya hicimos el primer y segundo paso.

-Sí pero, aun así me siento incomoda – Me sonrió.-

-Vale, solo te dejo de mirar porque iré a la ducha – Se levantó y cerró la puerta

-Oye – Dije y salió - ¿Tu arreglaste la puerta?

-Sí, ayer que te dormiste

-Vale

Me arrepiento muchísimo de a verme dormido, maldita sea Morfeo y el cansancio

Pero bueno, aún nos queda un rato más antes de irnos... Puedo planear algo... Uhmm....

Espere a que mi cuervo saliera del baño para poder ir a desayunar

-¿Qué tal si vamos a un buffet? – Me pregunto mientras caminábamos tomados de la mano por la calle

-Oh, sí, suena bien

-Perfecto – Se acercó y me dio un beso chiquito. Me apendeje, ¡Que liiiindo!

Pensaba que Nueva York era una ciudad diferente pero no, creía que había muchos artistas y dinero y más dinero pero no es así. Son gente normal como Lauri y yo. Incluso Lauri era muy normal, como si no fuese vocalista de una banda.

A final de cuentas llegamos a un restaurante, no a un buffet porque no encontramos. Pedimos un poco de café y unos parquecillos para charlábamos

-Y bien novia, ¿Qué tal te la estás pasando?

-Genial

-Hoy es el tercer día... -Murmura. Es verdad, solo nos quedan dos días juntos... ¿Por qué tan pronto?

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