La tarde se hacía presente en Konoha, los últimos rayos de sol asomaban entre las ventanas. Para dejar paso libre al viento que arrastraba las hojas de los árboles.
Sasuke tal y cómo había dicho, tomó una siesta de aproximadamente una hora, aunque hubiese sido más tiempo si la voz de su madre no le hubiera despertado. Lo primero que notó al despertar fue que su hermano seguía tocando y que su madre estaba haciendo la cena, lo sabía por el olor peculiar que salía de la carne. El azabache miró la mesita de noche que se encontraba a un lado de la cama, para tomar su móvil, enviando un mensaje a todos los integrantes de su banda.
"Los veo en 15 minutos en mi casa, no lleguen tarde".
Mandó el mismo texto a todos. Aunque él aseguraba que llegarían dentro de media hora, Sasuke los conocía muy bien, a cada uno. Empezando por Shikamaru; él era un flojo impuntual, debe seguir durmiendo, Suigetsu; coqueteando con chicas, aunque era pésimo. Jugo; él era un caso perdido, cuidaba animales y alimentaba a los pájaros del parque.
Acomodó su cabeza entre sus brazos cruzados, escuchando que unos pasos se aproximaban a su habitación. Para después observar como su madre abría con lentitud su puerta, en un acto de pedir permiso.
-Pasa mamá -concedió Sasuke.
-No quiero interrumpir, sólo te venía a pedir que me acompañarás junto con Itachi a entregarle un platillo de carne a los nuevos vecinos.El azabache elevó una de sus cejas, haciendo una mueca extraña, según su madre.
-Oh, no. Yo ya los he visto y me he presentado, pueden ir ustedes, además tengo que ver a la banda para ensayar. Lo siento, mamá -se excusó Sasuke.
-Entiendo, no te preocupes. Saluda a los chicos de mi parte, y dile a tu amigo Shikamaru que disfrute la tarde.
Fue lo último que comentó la mujer antes de cerrar la puerta de nuevo con una sonrisa. Sasuke sabía que el comentario de su madre se debía a que Shikamaru siempre se la pasaba diciendo y murmurando; "qué problemático" en toda situación. Lo más irónico de ésto, es que el pelinegro siempre ensayaba más que los demás.
El sonido de las teclas del piano se dejó de oír, por lo que el Uchiha comprendió que tanto su madre como su hermano se retiraron de casa para ir donde los nuevos vecinos. «Qué aburrido, seguro se dan cuenta que son unos raros» pensó Sasuke para ir dónde Morfeo por unos cuantos minutos.
***
El golpeteo en la puerta de los Uzumaki, hizo que Minato dejara lo que estaba haciendo en la cocina que era alguna cosa quemada, para caminar dónde ésta. Y al abrir la puerta mirar que se trataba de dos personas de parecida apariencia a la del muchacho Sarure, como él le llamaba, pero lo que más le sorprendía era que venían con un recipiente de comida. Carne, se dijo mentalmente.
-Buena tarde, nosotros somos sus vecinos los Uchiha. ¡Bienvenidos! Espero les agrade Konoha, seguro que sí. Deje me presento -comenzó la mujer de cabellera azabache-. Soy Mikoto Uchiha, un gusto.
La mujer extendió el único brazo libre, ya que el otro sostenía el recipiente contra su pecho. Minato aceptó la mano ajena, haciendo un suave agarre.
-Y este es mi hijo mayor, Itachi -Mikoto deshizo el agarre para señalar con la palma de su mano a su hijo, quien hizo una reverencia que Minato también correspondió.
-Soy Itachi Uchiha, un placer.
-Oh, por cierto. Esto es para ustedes, espero le guste a Naruto, lo he hecho yo misma. -ofreció el recipiente de vidrio al rubio, quién gustoso lo aceptó.
-Esperen un momento -pidió Minato para voltearse y gritar el nombre de Naruto por unos minutos. Ordenando que bajara. «seguro que la mujer pensará que soy un loco».
Fue cuestión de tiempo para que los pasos de Naruto bajando las escaleras sonarán. Minato trató de disimula un suspiro de alivio.
-Naruto, preséntate. Ellos son los vecinos.
-¿Son los padres de Sasuke? -preguntó el adolescente de cabellera rubia y ojos azules.
«Así que el mocoso "robo virginidades" se llama Sasuke», pensó Minato.
-Sí, soy su madre Mikoto y este -señaló la mujer a la persona de lado suyo-, es mi hijo Itachi Uchiha.
-Ya, sabía que él se veía muy joven como para ser el padre de Sasuke -murmuró el rubio por lo bajo. Por lo que Mikoto soltó una risita.
-¿Y cómo es que sabias acerca de mi hijo? -interrogó Mikoto con duda.
-Bueno... Me lo encontré de pronto mientras caminaba perdido, fue de gran ayuda, me acompañó hasta acá. Aunque eso no le quita lo teme -relató usando las manos como apoyo. Fue interrumpido gracias a un codazo por parte de su padre.
-Presentante -susurró el mayor.
-Lo olvidé soy Naruto Uzumaki-dattebayo.