- ¿Lo escuchaste? Ellos verdaderamente ya no están juntos.
Probablemente el rostro enfadado de Louis se dio media vuelta ante las voces molestas detrás de él, cuchicheando a sus espaldas. Las dos chicas lo quedaron viendo petrificadas por la vergüenza de haber sido escuchadas, luego de eso, él solo se fue rápido de allí.
Después de haber rechazado cientos de llamadas, mensajes, visitas a su casa incluso. Pasando un exhausto y triste fin de semana, él vio como el cuerpo de Harry se acercaba hacia él, a pasos pesados. Su ceño estaba fruncido, sus puños cerrados. Pero pasó de largo, sin siquiera darle una mirada.
Así fue el resto del día. Un vacío en el corazón de Louis se extendía y él no lo entendía, así que anduvo mucho más gruñón que de costumbre, era horrible no comprender tus propios sentimientos. Comió su almuerzo como siempre, para su mala suerte, Harry tenía juego. Así que tuvo que verlo a regañadientes mientras mascaba con avidez, porque era obvio que Louis no quería mirarlo, ni un segundo, ni siquiera pasear sus ojos sobre su espalda marcada, o sus manos grandes.
Calcado a la vez anterior, con una sonrisa brillante, Max, aquel chico rubio insoportable, se acercó a su lado, sentándose. - ¡Bebé! -pegó un leve gritó. Y entre su ceño fruncido, sus mejillas se colorearon en un tono rosado oscuro, maldijo ante eso, pero también ante el apodo. Sus mejillas estaban infladas, mientras miraba hacia la dirección contraria en la que el tipo estaba.
-No me digas así.
- ¿Por qué no? -pasó su brazo alrededor de su hombro, acercándolo más a sí. -Me gusta. Además, jerri no está más contigo, ¿O sí?
La cara de Louis inmediatamente cambió a una triste, mostrando una parte que de sí mismo que nunca había sido rebelada con nadie. Quizá solo fue un momento de debilidad, pero Max lo notó. -Lo siento mucho, soy un idiota. Olvide que es reciente, debe sentirse una mierda. No tengo filtro, perdón de nuevo.
-Da igual, estoy bien.
Negó varias veces. -No lo estas.
-Él tenía razones para dejar de intentarlo. -bufó. -es decir, mírame.
-No me pidas algo que llevo haciendo desde hace años. -los ojos azules de Louis se encontraron con los de este otro chico. Lucían brillantes. Con vida, probablemente era alguien genial. Pero no dejaría de ser insoportable para él. Gastaba tanta energía usualmente tratando de evitarlo, porque era ridículo.
-No sé porque estoy compartiendo estas cosas contigo.
-Quizá porque te atrapé frágil. -soltó una pequeña risa, sonriendo ladinamente. -O quizá porque estas confiando en mí.
-Eso ni en tus sueños, idiota.
Se cruzó de brazos a punto de lanzar otro insulto más como que se fuera a la mierda pero entonces algo le hace sombra y antes de que hiciera cualquier cosa, una voz gruesa lo detiene. - ¿Aprovechando el momento, Max? -Louis levantó la mirada, para encontrarse con un agitado, molesto, y grande Harry. Tenía su casco de fútbol en uno de sus brazos. Con todo esto, había olvidado por completo que el brazo del rubio seguía apretándolo contra su cuerpo.
-Ajá. -le soltó, de repente, sin decir nada más ni mostrar la actitud de siempre, porque era consciente de que esto solo iba a causar más problemas. Solo se sacudió un poco cuando se levantó, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones. -Hablamos cuando el machote no esté cerca. Adiós.
- ¿Y? -preguntó Harry, cuando Max estuvo lo suficientemente lejos. - ¿Vas a seguir evitándome?
-No entiendo para que quieres que sigamos hablando, si anteriormente todo quedó claro.
-No me dejaste hablar, aún si quise hacerlo.
-Me fui, te di tiempo. No dijiste nada, asumí lo que tuve que asumir.
-Asumiste cosas falsas. No seas cabeza dura, solo-
Lo detuvo, puso su pequeña mano en su pecho con aquellas frías facciones remarcando su rostro. -No quiero tu lastima otra vez.
-Esto es frustrante. Son demasiadas inseguridades. -dijo. Haciendo que la cabeza de Louis se ladeara con confusión. -Tú. No soporto que seas tan duro contigo mismo, necesitas parar de hacer eso.
- ¿Hacer qué?
-Pensar cosas que no son reales. No te tengo lastima.
-Harry, deja de mentir.
- ¡Tú deja de pensar que miento! Jamás lo haría, ¿Si? Amo a mi pequeño bebé, amo la sensación de tu mano sobre la mía, amo cuando estamos en mi casa, en mi cama, abrazándonos y hablando sobre estupideces. Estoy completamente enamorado de la forma en la que frunces el ceño, y tu pequeña nariz cuando te enojas, tanto como lo estoy de ti. -comenzó a respirar con dificultad, los ojos de Louis vieron como su pecho subía y bajaba. -Me gusta la forma en la que eres conmigo, cada vez que te toco o estoy cerca de ti, delicado, frágil. Lo que realmente eres, no la máscara que usas para espantar a todos.
La mano de Harry se dirigió hasta el rostro de su novio. - ¿No piensas que soy insoportable? -murmuro, medio bajo, medio ronroneando ante la caricia de Harry en su cara. Cerrando los ojos hasta que no pudo sentirla más.
-No.
-Pero estabas molesto conmigo esta mañana.
-Estaba molesto de lo que tu mente creía, no de ti. Además, era cociente de que el estúpido de Max iba a acercarse a ti, no me gusta. Eres mío.
-Tuyo. -confirmó.
Probablemente hubo un pequeño beso después de eso. O tres.
