Harry estaba dispuesto a seguir durmiendo durante toda la tarde cuando sintió entre el pesar de un abrumador sueño la cercanía de otro cuerpo contra el suyo y el sentimiento de que alguien estaba intentando pasar las barreras de sus brazos firmes sobre su pecho para ser abrazados por ellos. Primero, gruñó, y después parpadeó varias veces intentando acostumbrarse a la sensación somnolienta.
Vio unos ojos azules observándolo desde su pecho donde estaba apoyado. Y, se sorprendió, pero no lo demostró en su rostro. —Tu mamá me dejó entrar.
Harry asintió mientras sonreía de medio lado. Estaba triste, Louis lo sabía. —¿Por qué viniste?
—Sabia que algo andaba mal.
—Pero yo te dije que no quería hablar.—Louis frunció el ceño con una expresión amarga en su rostro.
—Es extraño que Zayn me haya dicho exactamente lo mismo cuando le comenté que venía para acá. —su pequeña mano fue hasta el rostro algo rasposo del mayor. Acariciandolo suavemente. —No iba a dejarte sólo, Harry. Sabía que algo andaba mal pero sentí que era mejor darte tu espacio. No quería discutir, terminaríamos haciéndolo sí te presionaba a hablar, te conozco. Y te amo, ¿Si? Así que estoy preocupado porque te ocupas de mi todo el tiempo y olvidas que tu también necesitas ser cuidado.
La sensación que le producía ver a Louis expresando sus sentimientos con tanta fluidez era absoluta. Amaba como podía hacerlo sentir bien en un segundo. —Siento estos estúpidos dramas a base de inseguridades, bebé. Son mi culpa- siempre estoy jodiendolo todo porque tengo miedo a perderte, no quería decir nada porque odio pelear contigo. Odio que discutamos.
—No arruinas nada, Hazz. No destruyes nada, no es estúpido que tengas inseguridades. Deja de echarte la culpa como un tonto por cada cosa que está mal con nosotros. Nosotros, Harry, ¿Me escuchas? Todo lo que tenga que ver con nuestra relación es de ambos. —asiente, mientras Louis se acurruca más a su alrededor. —Y Zayn no es una amenaza para ti, nadie lo es. Y aún si él intentara algo, lo mandaría a la mierda, porque jamás le seguiría el juego a alguien cuando te tengo a ti. Tu eres un millón de veces mejor que cualquier imbécil, y eres mío.
Mordió ligeramente el cuello del oji-verde ganando un pequeño suspiro por parte de este. —Me reconforta saberlo.
—Si. Me quedare contigo el fin de semana. ¿Puedo? No es divertido estar sólo en casa.
—Puedes. —río. —de todas formas estaré ayudando a mamá ha hacer unos pasteles que tiene que entregar.
Louis se quedo pensando después de eso. Hasta qué término por romper el silencio.—Zayn quería salir mañana también. —cometó. Y Harry sintió una amarga sensación en el pecho cuando escuchó el nombre. —Pero yo no quise. Quería estar contigo. Se molestó y me dijo que no entendía como prefería estar con un cliché andante con amigos que sólo le querían por su cara.
—¿Y eso no es verdad?
—Claro que no. Ugh, odio que digan ese tipo de mierda de ti, como sí fueras superficial cuando no lo eres, se lo dije, pero hay gente que cree lo que quiere creer. —hizo un prolongada pausa y luego prosiguió. —Además, me gusta como eres. No eres igual a todos tus amigos. Y quizá no me agraden muchos de ellos, pero hay varios que están ahí para ti y lo agradezco, me hace sentir bien que tengas más personas contigo.
—Sabes que no importa tener un montón de amigos falsos, ¿Verdad? Al final, sé que lo único verdadero en mi vida eres tu. —dejó un pequeño beso en su frente y cerró los ojos dispuesto a dormir. —Estoy feliz con mi pequeño chico viniendo a casa cuando siente que no estoy bien. Y estoy feliz con mi bebé, a quién puedo hacer sentir especial cuando se me plazca.
Louis se quejó un poco por eso. Él no es un jodido bebé. De todas formas, bajó la mirada, sonriendo.
