Capitulo 3

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Este día me fui para casa de James. Se sentía extraño mentirle sobre Nathan y Sean estando en la ciudad, pero él me mintió primero con algo que realmente me importaba. Sin mencionar su alianza macabra con Charlotte. Él fue cómplice en ese plan y en causarme este terrible dolor.

-Estas bien? - me pregunto James a la hora de comer. No podía sacarme de la cabeza todo lo sucedido hoy.

-Si...- dije con una sonrisa forzada.

-Entiendo que tengas miedo porque ya pronto darás a luz, pero ya verás que todo saldrá bien.

-James...- dije y lo miro a los ojos. -Sabes que tengo que regresar después de que dé a luz, ¿verdad?

-Por qué? - pregunto rápidamente. -Pensé que te gustaba estar aquí.

-Se podría decir que sí, pero la empresa me espera. El plazo que me dieron los inversionistas esta por culminar y además ese es mi hogar.

-Está bien... pero esto no tiene nada que ver con que quieres ver a Nathan o sí? - negué con la cabeza. No pude pronunciar las palabras porque sabía que mi voz me traicionaría. –

- Si sabes que lo tendré que ver?

- Si...

Le oculte por completo todo lo que había pasado y él ni cuenta se dio. Hable con mi madre para que adelantara su vuelo, vendría en unos días más. Me hacía falta tenerla aquí conmigo. No me motive a preparar el cuarto del bebe puesto que pronto me iría. No sabía que haría en el momento del parto por que Nathan quería estar ahí y no sabía que decirle a James. ¿Obvio él no iba a entrar pero que se suponía que le diría cuando viera a Nathan allí?

Una semana más paso y me había encontrado varias veces más con Nathan y Sean. Decidimos esperar a volver para decirle a James todo. No iba a arriesgarme por nada del mundo. Era estúpido, pero temía por lo que pudiera pasar. No que James fuera malo, pero uno no siempre terminaba de conocer a una persona.

Nathan P.O.V.

Tenía todo planeado. Destiny se llevaría una gran sorpresa.

Había comprado una casa con 3 cuartos. Ya los cuartos comenzaron a arreglarlo y pintarlo. Aproveche que enviaron las cosas del bebé para allá y su mama antes de que fuera a venir iba a asegurarse de que todo estuviera en la casa y en su lugar. James no se imagina lo que le venía encima. Tal vez me dé algo de pena por la amistad que algún día tuvimos, pero por otro lado no. Él iba a tener lo que merecía por jugar sucio.

Fui al hospital y me encontré con un amigo mío. Este que a su vez y por casualidad de la vida era el ginecólogo de Destiny, quedo de dejarme entrar al parto sin que nadie supiera nada. Solo los que estaban dentro de la habitación. Gracias a nuestra amistad todo fue tan fácil. Pensé que tendría que rogar, pero no.

Sean solo iba a mantenerse al margen hasta que fuera necesario. Teníamos un plan por si algo se salía de control. James no me quitara nada más. Una vez me quito a Morgan en la universidad, esa es la perdone, pero ahora no me quitara al amor de mi vida y a mi hija.

Destiny P.O.V.

Mi madre llego hoy. Finalmente, todo se sentía mucho mejor teniéndola conmigo. La busque al aeropuerto y luego nos fuimos a comer.

-que tú crees que pasara cuando James se entere? - pregunto mi madre mientras esperábamos nuestra comida.

-No lo sé. ¿El ya no es el mismo, sabes?

-Por qué lo dices?

-Mami él tiene algo en su mirada. Es como que la luz que tenia se ha tornado oscura. A veces tengo miedo. Él era tan bueno y ya no sé qué pensar.

-Hija, no te preocupes. Confía en Nathan y Sean. Ellos ya han arreglado todo.

-Si lo sé, pero no se hay algo que me inquieta.

Me quede pensando en ese sentimiento que tenía. No volvimos a tocar ese tema y cuando mama paso a llevarme a la casa la invite a bajarse un rato. Ya casi no había nada. Todo estaba allá.

-Hola- le dijo Jame a mama. Mama le contesto lo mismo y se saludaron con un beso en el cachete.

-James, hoy Destiny se quedará conmigo en el hotel para que no te preocupes por ella.

-Está bien- dijo casi a regañadientes. Era más que obvio que la idea no le gustaba, pero no podía decirme que no.

Recogí algunas cosas en mi bulto y me fui para allá. Al llegar al hotel subimos al ascensor y caminamos un poco por el pasillo. Paramos frente a una puerta y la abrió con su tarjeta. Entramos y me dijo que dejara mis cosas en la cama y que me diera un bañito para relajarme. Tome una pijama de dos piezas de manga larga porque hacia un frio horrible. Prendí el agua tibia y me hundí en mis pensamientos. Al cabo de como media hora o tal vez una hora, realmente fue una larga ducha, salí y me sequé. Luego me vestí con calma, me cepillé la boca y salí. Me estaba secando el cabello mientras abría la puerta.

Iba a decirle algo a mamá, pero cuando levante mi cabeza quede petrificada. Me quede sin habla y sin poder moverme. Nathan estaba sentado en la cama mirando una rosa roja que llevaba la mano.

No sabia que decirle. No sabia que hacia aquí y mucho menos sabia si podría controlar mas esto que siento. Esto que aun quemaba por dentro aun después de saber que nada fue lo que parecía y que es el padre de mi hijo. Ese hombre al que le entregue todo. Mi virginidad, mi corazón y mi vida, todo.

Despues Del DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora