¿Amigos con derecho a roce?

32 6 0
                                    

Preparamos las maletas y la ropa de los niños,metimos las maletas al coche y pusimos rumbo a Madrid, allí nos esperarian unos días un poco ajetreados, lo que se iba a convertir en trabajo, también se convirtió en asuntos personales, son nuestros amigos y teníamos que ayudarlos, apoyarlos como hicieron con nosotros.
Tras varias horas de viaje, y los niños durmiendo, llegamos a Madrid, dejamos las maletas en el piso de Pablo, los peques aun seguían durmiendo, y los dejamos en la habitación que teníamos preparada para ellos, guardamos las cosas y descansamos un poco.
Luego nos duchamos, comimos,Pablo se despidió de mí y de Pablo y Paula, y se fue a trabajar, yo me quedé recogiendo la cocina, oí un ruido, fui a la habitación y ahí estaban los dos despiertos, los saqué de la cuna y me los llevé a la cocina para prepararles la comida, le enviamos un mensaje y un audio a papá por el WhatsApp.
Por la tarde llegó Pablo a casa, y se puso a jugar con los niños, al rato, llamó Jesús, para que nos pudieramos ver, le dimos la dirección y al cuarto de hora llegó al piso.

-Chicos, perdonar que os moleste a estas horas, pero estoy echo un lío.
-No pasa nada Jesús, para eso están los amigos, para ayudarnos.
-¿Qué te pasa con Ana, la quieres como amiga, como algo especial o como solo un rollo?
-Es algo muy fuerte lo que siento por ella, me he enamorado, estoy enamorado hasta las trancas, y tengo miedo.
-Es normal que tengas miedo, yo lo tuve, cuando conocí a Pablo.

Parece Que Fue AyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora