CAPITULO 3

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"No es lo que pasa, sino lo que haces con eso después que pasa. Y esto nos lleva nuevamente a la voluntad de Dios."-Kathryn Kulhman-

-¿Respira?
-¡no lo se! ¡señorita!, ¡señorita!. Mi vos se entrecorto.-¡¿señorita?!-¡¡¡Hermana sarvarla!!!¡salvarla!!. Interrumpió la vos de su madre.
-¡llama a a Alejo!.-¿Alejo?.dijo Deivid
-¡bueno como sea Alejandro, Alejo! ¡al bendito doctor! right now! -hmm, ahh. Desconcertado me miró.-¡¡¡ahoraaaa!!!
El sonido de sus pies presurosos no aliviaron mi condenante preocupación, el sollozo de una pequeña vocecita que arremetía desquebrajandose en retorcijones de estómago me hacía morir de angustia.-¿hermanita? Aguanta, aguanta. Sus deditos besados por el sol presionaron los míos y así con mi mano envuelta mi quejido de dolor salió silenciosamente, mi corazón no aguanto la pena y me nublo una lágrima que recorrió mi mejilla.-Padre, tu que eres el creador del universo y dueño de la vida y de la muerte, sólo tu puedes sanarla, sólo tu Papito, misericordia Papa, miserico-co-cordia. Gemi. Su hirviente mano me soltó y de inmediato pensé en lo peor...todo pero todo esta perdido. Como no pensarlo ver morir la hija del jefe Tribial no era para menos estar así...lo más importante para El era su mimada y tratar de decirle que parte de su corazón había fallecido no era fácil... derepente oi su vocecita en ese bello idioma que lo escuché en vos angelical diciéndonos en sus palabras:
-agua...agua.
Me abalanze sobre ella y sentí como su cuerpecito ya estaba en tibio, grite su frente, la bese y de paso la abraze...me quitaron de sus brazos, y daban de beber a mi hermosa niña. Julián se abrió paso entre los hermanos dentro de la choza, alumbrada con una antorcha incesante.
-¡aquí estoy hermana!¿que sucede?. mientras abría una valija llena artefactos y algunas medicinas.
-¡no lo se! Tuvo algunas convulsiones, la respiración se le dificultó, su dolor estomacal me dijeron la tiro en cama y sudaba frío.
-¿pero...esta normal..su pulso esta normal?. Dijo mientras soltaba su mano.-Todo apunta a que fue un serio ataque de parásitos, pero ¿cómo puede estar bien...si?-¡El médico de los médicos la sano!. Interrumpi con jubilo.-antes que llegarás le pedimos a nuestro Dios misericordia.. y surgió... tocó mi hombro mientras se me acercaba y susurro:- que bueno que Dios esta con nosotros hermana. Dijo.-las medicinas para tratar este asunto llegan en dos días, si Dios no lo hubiera hecho, no se que hubiera sucedido, ahhhhhhh Dios es fiel. Suspiró con alivio.
La medicina natural nunca fue mi fuerte, el curandero de la tribu había sido expulsado por prácticas ocultas y esto me daban una gran lección de vida... ¡debo aprender medicina natural! ¿qué más podría hacer?.
La mañana llegó y para nuestro asombro la niña parloteba y brincaba sin cesar mientras regalaba una sonrisita juguetona a quien se cruzaba en frente de ella; mi mirada estaba ahí pero mi corazón estaba en la tribu anteriormente saqueada, talves no tendría más daños que los nuestros más aún el conflicto de recuperar cuanto se había perdido jugaba con los pensamiento.
-¿Hermana Hanna?, ¿hermana Hanna?¡¿hermana Hanna?!.
-hummm, ¿ah?. Vire mi mirada.
-¿le preocupa algo?. Dijo Sharon curiosa.
-no, no, bueno si pero no es relevante aún, ¿dime?
-ah, perfecto, bueno es que estamos tratando de recuperar algo del plantio y cosecha, pero necesitamos más ayuda.
-¿ayuda?
-si, bueno la pareja de docs, están atendiendo por allá, y bueno pues...
-bueno pues ¿qué? Shar.
-¿puede hablar con el otro joven, no se?.
-y ¿porque no le dices tu?
-Bueno pues, aquí entre nos...no ha mostrado ni un sólo interés. Dijo susurrando.-se ha pasado el día entero quejándose del calor y contando muy sentadito lo lindo y chévere que es su ciudad, mmmm.
Mi mirada se dirijio a observarle a lo lejos, suspire.
-¡ay Padre! Otro más que esta en el lugar equivocado, ¡tan valioso que es tu tiempo!. Exclamé.-¡como si tuviera cabeza para sobrellevar gente así, ahsssssss!
Mis pasos no tardaron en llegar donde estaba "Sr. Bufete" muy cómodamente por cierto, y por la brisa que nos abrazaba ya casi entrando el atardecer, miré delante de el, nuestros bellos hermanos trabajando, para lograr salvar algo del foraz desastre.
-Hola. Asenti con delicadeza. Aunque lo único que quería era plantarlo lejos.
-¿ah?. ¿emmm?. Se enderezo con rapidez.
-¿podría usted ayudarme?
Fruncio el ceño desconcertado y me miró.
-En lo que este a mi alcance hermana. Expresó con incomodidad.
-necesitamos un poco de ayuda en el plantio, para lograr sacar lo se salvó, venga, acompañeme, yo le enseñó a seleccionar.
-¿perdón?, bueno este hermana... usted creo que ha malinterpretado mi presencia aquí. Sonó con vileza.-con todo respeto de todo lo que se está haciendo, viviendo y de su trabajo, ¿cree usted que yo pueda hacer lo que me está pidiendo? ¿Alguien como yo haciendo eso?...mmmm estoy aquí por mis viejos, no porque me interese esta "obra". Sugesto con sus dedos.- No fui llamado a esto, así que si ya conoce mi posición, creo... supongo que no me involucrara en un futuro, ¡ah!¡ya se! Hágase la idea de que no estoy aquí ¿ok?.
Lo observé perpleja, no lo podía creer, de veras ¿ama a Dios? ¿no hay nada de vida de Cristo en el? No pude entender lo que estaba viviendo, frente a mi tenía una persona la cual nunca me imaginé conocer, ¿será un sueño? ¿cómo un ser humano puede ser de esa manera? Que esa erguidez me lo dijera todo, su altivez era tal que no se podía describir. Mis palabras de quedaron en mi boca abierta aún, tengo la seguridad que mi expresión no era la mejor, no notaba que aún seguí frente a mi con esa mirada silvadora de vanagloria.
-¿algo más?. Dijo mirando me con su ceja alzada.
-Nn-nn-no. Dije perpleja mientras me daba vuelta, talves la furia se me apaciguaba con la impresión de la insolencia en vida, camine sin detenerme todo a mi alrededor de silencio, no sabía si podía pedirle a Dios por misericordia para el o si perdón para mi, pues quería hacerle algo no muy agradable.-¡ahhhhhhh, ¿pero que?¿pero que? Ahhhhhhh!!!

Lloré enfadada. No lograba interpretar en porque de su posición, talves tenía razón o¿sería mi primera impresión hacia el de mi que lo enfadó a tal punto de menospreciar la obra en la tribu? -¡Oh Dios! ¡fue eso! ¡es mi culpa!...no lo recordaba, es que ... habló tan arrogante que... ¡ayyyy como evitar no ignorarle! ¡tantas cosas que hacer y ahora lidiar con este ... incircunsiso! Ahhhhhh debo estar pagando, ¡debo estar pagando!. Me dije así misma en el alto de la tribu, observando todo aún algo triste. El viento sopló algo frío y una sensación extraña me envolvió, no se si ese viento traía noticias no muy buenas o ibamos a tener otra tormenta... preferí la segunda opción.

Amor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora