CAPÍTULO 4

61 3 0
                                    

"De algo se puede estar seguro los destinos de Dios son como pequeños hilos que se tejen en los corazones y estos se estrechan y se acercan más cuando dos de ellos son conectados por propósitos y terminan siendo tejidos como uno ."

Los pasos presurosos destilaban angustia y terror, tratando de no ser percibidos, sabía...¡sabía! Que algo sucedia, fue entonces cuando imaginaba lo peor, la brisa soltaba un aroma a desconsuelo y fue en ese momento que aunque la tribu silenciada por la alturas nocturnas pude escuchar levemente los sollozos de voces extrañas rodeando la tribu, pero no se apercibia de estos deseos de ingresar a saludarnos talves si no solo de observar cada movimiento y debilidad.¡trackk!. Sucumbió el sonido del movimiento de mi pie y fue donde empezó a haber movimiento entre los arbustos en la oscuridad, corrí muerta de terror a cualquier cabaña mojada por el frío de la madrugada y entre por la puerta a esa ultima cabaña con mi corazón casi en la misma boca, respiraba con tal incertidumbre que se mezclaba un ritmo confuso de mi corazón y el respirar.
-¿Quien eres?. Sentí el tibio respirar en mi espalda acompañado de talvez un madero de leña a exposición.
-Te pregunté ¿quien eres?. Alzó levemente su vos. No pude pensar en otra cosa más que sujetarlo por encima de su hombro junto el abrazo presuroso que ya le hacía arriconado a la pared de Palma labrada.
-¡Sshhhh!. Solloze lo más silenciosamente posible.
-Que ¿qué?.
-¡SILENCIO!. Dije acompañado de mi dedo índice en su boca.
-¿Quien se cree? ¡suelteme!
-¡callese! O seremos pronto desayuno de los caníbales.
Pude percibir entre la poca luz de la madrugada como los ojos de aquel hombre misterioso me miraban con terror enorme, observamos sigilosamente la sombra muy desajustada de un hombre merodeando la cabaña y luego escuchamos muchos pasos enredados alejarse.
-oiga, oiga, ¡oiga! intrusa. Dijo con Levante susurrando a mi oído .-¿puede por favor alejarse? Mis pulmones no resistirian más el olor del sudor de un cuerpo casi encima mío.
-¿mmm?¿ah? Respondí desconcertada.-¡ahhh si lo siento!
Sacudió con violencia sus brazos y hombros talves mirandome con intriga, mientras me fijaba cuidadosamente por la cortina de la cabaña. Fue impresionante observar como poco a poco empezaba a rayar el alba y la claridad empezaba a invadir la cabañita, por esa razón corrían los extraños...ya amanecía, ¡ay, que bueno es Dios! Pensé.
Senti la leve presencia del hombre extraño a mi espalda y volvi mi cara lentamente para disculparme y la expresion espantada de su cara me quiso hacerme salir corriendo de ahí pero de forma inexplicable me quedé perpleja ante su expresión arrogante y mi coheficiente mental se fue de vacaciones.
-¡ajá!.dijo con sarcasmo - A quien tenemos aquí. Arrugando su nariz revoleando los ojos.- ¿quien te dio permiso para entrar aquí?. Dijo con tono arrogante y humillante.- Y sobre todo ¿quien te crees para meterte en ¡mi cuarto! Y tocarme de la manera que lo hizo usted señorita? Expliquese por favor.
-Bu-bu-bueno yo...
-¡¿bueno yo que!?, expliquese intrusa.
Volví en si de mi estado conmosionado y lo mire.
-¿perdón?¿qué dijo? Dije con enojo.
-¡lo que escucho!.expresó con mirada retadora.
Me asombre de este patan y pensaba ¿Quien se creía este fulano que más que agradecerme mi acto de salvarle de ser desayuno de los caníbales me reta y me grita como si fuera hecho algo terrible?
-disculpe. Dije con un poco de ira.-¿usted no observa lo que acaba de suceder?-¿no noto que talves si por su imprudencia nos hubieran escuchado a usted y a mi nos hubieran hecho aperitivos?-¿no deberia estar agradecido de que le salve la vida?. Gemi con tono sarcástico.
-¿disculpe?pero no le pedí que se convirtiera en mi heroína.
-¿Que?
-Como verá esta situación es un tanto incómoda y no veo el porque usted entró precisamente a mi cabaña, no se que pensar de usted señorita, le creía diferente, no pensé que fuera tan avalanzada y atrevida, aunque puedo justificar que alguien como usted tiene que buscar motivos para acercarse a alguien como yo y la entiendo un tipo tan genial y atractivo como yo aquí no hay.
-¿qu-que-que?. Dije con asombro ante tanta egolatría de este tipo ruin sin humildad.-¿cómo puede pensar de esa manera en esta situación tan extrema?¿qué se cree usted? ¿cómo sólo puede usted pensar en su mismo y no en el peligro que estaba también mi persona con usted? ¿no lo ve?!!
-Bueno, pues dese cuenta que no me importa... usted como líder del trabajo de esta tribu dese cuenta que es su deber protegerme, mi persona es muy valiosa... no lo hizo tan mal debo recalcar. Dijo con una risita sarcástica. Mi corazón se aceleró de furia con ganas de matar a este infeliz pero por gracia creación de Dios, escuché pasos presurados detrás de mi, mientras lo fulminaba con mi mirada.
-¡Hermana Hanna!. Corrio detrás de mi conmocionado.-¿esta bien?¿no le sucedió nada?¿qué sucedió? Vimos salir varios hombres corriendo de los alrededores de la tribu y mire que salía uno de por aquí...¿están bien?
-¡yo si!. Dijo el narcisista.
-Si Deivid, todo ya está mejor.decía mientras me viraba con un poco de ira y con una sensación extraña en mi corazón, talves era ese miedo evidente que envolvía mis entrañas en ese momento.
Ese fue un día desde el principio transcurrido, mi corazón no dejaba de angustiarse al pensar en esa madrugada horrenda, que traía advertencia a mis malos presentimientos.
Los doctores o "Docs" como les decía tuvieron que salir de improviso de la tribu la noche anterior en busca de medicamentos a la ciudad más cercana que estaba casi a un día de distancia, me preocupaba que se encontrarán con gente de esta y les hicieran daño.-¡Diooooooos!. Supire. Toma el control.
Me reuní con Deivid y su esposa para hablar de la situación que había sucedido, esta información la dimos a cada miembro de la gente de la tribu, ese día extremaron medidas a tal punto, que fue rotundamente prohibido salir a un radio de un kilómetro de la tribu, era un ambiente pertubador temeroso pero en la reunión de la tarde pudimos abrazarnos como familia trivial y alabar a Dios de una manera que nos trajo paz a todos. La fogata alzaba pequeñas lucecitas de color naranja hacia el cielo estrellado, los niños de divertían conmigo mientras sonreían junto a mi cantando, la brisa extendía mi cabello, en ese momento una extraña sensación todo mi corazón y senti la necesidad de buscar con mi mirada la presencia de alguien, gire mi mirada muy lentamente alrededor de los miembros de la fogata y en una mirada cruzada y preciptible, mi corazon se detuvo y ahí estaba Él mirandome fijamente con una risa dibujada en su boca como si se burlase de mi, la impresión se reflejó en el tamaño de mis ojos y me vire con rapidez tomando mi collar de pececito en mi mano, mi corazón saltó extrañamente mientras caminaba tratando de evitar volver a mirar hacia atrás, mi mano se deslizaba de arriba hacia abajo, ¿qué me sucedía? Talves por la furia que sentía(Dios me perdone) por ese charlatán hacia que mis emociones murieran de furia por el...mis pasos se hacían más grandes y divise la cortina de mi cabaña, entre ligeramente en mi cama con mi corazón conmocionado y dormí...

Extrañamente la mañana se tornó oscura y fría, tocaron las bases de mi puertas con cortinas con apuros y escuché una vos quebrada en frente de mi puerta.
-¡Hermana Hanna!¡despierte! ¡es una emergencia!
-¿Que sucede?. Grité del fondo de mi habitación.
-Siento informarle que son malas noticias... Hermana.

Mi corazón desfallecio.

Amor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora