Capitulo 12: ¡Mi inocencia esta muriendo!

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Todo a mi alrededor se oscureció, sentía un dolor muy cerca pero a la vez muy lejos. Mi vista se nublo. A penas podía sentir mi respiración débil y pausada; intente levantarme pero no me hallaba. Sentí que alguien me levanto y me sostuvo con sus brazos dejando los míos inmóviles y a mi sin escapatoria. Levante la mirada y vi como Diego dramáticamente se levantaba del suelo, se acerco a mi y de un solo golpe en el estomago me volvió a dejar sin aire. El iba a dar el segundo golpe, pero de repente divise que alguien se abalanzo contra el; de inmediato el chico que me sostenía me soltó con la intención de ayudar a Diego, lo cual, sin pensarlo dos veces también me abalance contra aquel chico haciéndolo golpear muy fuerte contra el piso.

-¡Levántate! -dijo aquel chico misterioso que me acaba de salvar- ¡hay que correr...apura!  

Me levante como pude y echamos a correr.

-¡Ven, sígueme! -grito el chico antes de girar una esquina. 

Sin pensarlo mucho lo segui. Realmente no sabia si continuar siguiéndolo, pero me acaba de salvar la vida, tal vez sabe lo que hace. Llegamos a un callejón; teníamos que escondernos ya que de seguro vienen persiguiéndonos, vimos unas fundas grandes de basura arrinconadas, para nuestra buena suerte estaban sin utilizarse. 

-¡Ten, ponte esto y tírate al piso en un rincón! -vaya manera tan rápida de pensar soluciones. 

Me ubique en una de las esquinas de aquel lugar y me puse la funda tirándome a piso como lo sugirió. Trate de no moverme, ni mucho menos decir algo o hacer ruido; toda mi ira desapareció siendo reemplazada por temor y nervios. No me moví por un buen tiempo, escuche varias veces a alguien corriendo por las calles; no me atrevía a mirar para asegurarme de que si era Diego con su amigo, el miedo me paralizaba por completo. Sentí que alguien se acerco a mi y me movió un poco con su pie, por un momento creí que era Diego...

-Hey, oye ya puedes levantarte -era aquel chico al cual le debo mucho- todo paso y estamos fuera de peligro. 

Logro levantarme algo adolorido, me sacudo un poco el polvo que estaba en mi ropa. 

-Gracias -dije- de verdad, te debo mucho. 

-No hay de que amigo. 

-Ehm...-tengo curiosidad sobre su nombre- ¿como te llamas? 

-Dylan Issac, puedes llamarme con cualquiera de los dos nombres, pero por favor nunca lo hagas con los dos juntos.

-Ehh esta bien, me quedo con Dylan. 

-¿Y tu?

-Me llamo Lincoln, lo se, muy complicado y raro nombre. 

-Jaja no te preocupes, mi apodo también es raro. 

-¿Apodo?

-Mi familia y mis amigos me dicen Aisack.

-Wo, siéndote sincero, no tengo un apodo con el cual me llamen mis amigos y mi familia.

-Jajaja okey eso no importa, si quieres puedo acompañarte hasta tu casa, ya sabes, para evitar a esos dos matones. 

Salimos de aquel callejón y nos dirigimos a la casa de Dayana, ya ha pasado mucho tiempo, a lo mejor están preocupados y tengo que hacerles saber que estoy bien. Pero hay algo que sigo sin entender, ¿por que me salvo? el no me conoce y ni yo a el ¿por que tendría que hacerlo?. Bueno, tenia que saberlo de alguna u otra forma...

-Dylan, ¿por que me salvaste?

-Porque simplemente era injusto. Dos contra uno. Mi padre me ha enseñado que un verdadero hombre pelea solo. Así que cuando te vi acorralado decidí ir ayudarte. 

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2016 ⏰

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El protagonista de mi propia historia... (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora