Ciego, sin recuerdos, atado a ti

Prólogo

Después de que Magnus me dejara, estuve llorando un buen rato, pero resignándome a que eso no arreglaría nada, decidí irme. No tenía ganas de ir al Instituto y ver a los demás, así que, solo empecé a caminar por las calles de Manhattan. Todavía no sé qué haré ahora, no tengo ganas de regresar al instituto, sobre todo, porque si mis padres se enteran de que Magnus termino conmigo, me mirarán sonrientes y me dirán "te lo dije" , y la verdad no tengo ganas de escucharlos, sé que cometí un error, pero... ¿Enserio fue tan grave? Imagino que sí, sino, Magnus no hubiera terminado conmigo. Ojalá no hubiera hecho todo esto...

Suspire cansado, ¿me calló una gota enzima? Mire hacia arriba, el cielo esta nublado, y puedo escuchar los truenos, será mejor que me refugie en algún lugar antes de que comience la tormenta. Voy a ver que hay más adelante y... ¿Estoy en un bosque? ¿Cómo llegue a un bosque? Debí prestar más atención hacia dónde iba, ¿Y ahora qué hago? Bueno, seguiré caminando a ver si encuentro algún lugar donde quedarme.

Comienzo a caminar, los truenos son cada vez más fuertes, y se ven refusilos bastante malos, de seguro viene una tormenta fuerte, y yo estoy justo a su merced, ya que, parece que este bosque no tiene una salida.

Empiezo a correr, ya comenzó a llover y hay un viento muy frió y fuerte, luego de esto es posible que me agarre una neumonía. Sigo corriendo, hasta que, una cosa cae justo sobre mí, ¿De dónde vino? Y cómo pesa.

La enorme cosa se levanta, es un demonio Kuri (Araña color negro con 8 brazos que tiene veneno), tengo que sacar mi estela o un arma. Me levanto y alejo un poco, toco mis bolsillos... no tengo mi estela, sigo buscando, ¡NO TENGO ARMAS!

Comienzo a correr de nuevo, sé que el demonio viene atrás mío, pero prefiero no voltear. Tengo que salir de este bosque, o aun que sea, perder a este demonio.

Mientras corro, tropiezo, me voy a caer, no quiero, el demonio me va a atrapar. Cierro mis ojos, pero siento que algo me atrapa, son brazos humanos, alguien me atrapo, abro mis ojos y veo a... ¿Sebastián? Me está cargando como una princesa, siento que mi cara arde.

-¿Sebastián?-Pregunto. Él me mira, está sonriendo muy arrogante.

-Pero miren con quien me vengo a encontrar, Alexander Lightwood.-Dice, me duele la cabeza, ¿Qué pasa? Me está apretando mi punto débil, maldición, me voy a desmayar, no...

"Me desmaye"