Ciego, sin recuerdos, atado a ti

Capítulo 17: Ciego y sin recuerdos

Capítulo 17: Ciego y sin recuerdos

Alec al desmayarse, empezó a ver su vida desde el comienzo, sin embargo, había cosas que no eran como él las recordaba, pero casi al final, se dio cuenta de la razón, le habían distorsionado sus recuerdos. Él, al principio, no lo creyó posible, pero luego termino viendo la realidad, y se sintió muy enojado, no con su novio, ni con la Reina Seelie, sino con sus padres, entonces despertó.

Al abrir los ojos, Alec vio que se encontraba en la enfermería del Instituto, y que su padre se hallaba junto a él, comenzó a sentir un repentino desprecio hacia él, por lo que, se enderezo y lo miro con frialdad.

Robert vio que su hijo había despertado cuando se enderezo en la camilla, sin embargo, le sorprendió darse cuenta que lo estaba mirando con frialdad, como si fuese una escoria.

-Alexander-Le llamo con duda.

-Tiempo sin verte, padre.-Le saludo el menor con una sonrisa fría como el hielo.

Alec vio a su gato dormido sobre su regazo, lo acaricio, y el pequeño minino le salto enzima a lamerle la cara con alegría. Él lo siguió acariciando, mientras miraba todo a su alrededor y a todos a su alrededor.

-Alec, despertaste.-Exclamo Magnus mirándolo.

El menor volteó su vista hacia él y sonrió, Magnus se asustó, la sonrisa de Alec era asesina, como si en cualquier momento fuera a aparecer frente a él con un cuchillo y se lo fuera a clavar.

-Tanto tiempo sin verlos-Comento el chico con la misma sonrisa psicópata.-Aunque me temo que no podre quedarme.-

Alec se bajó de la cama y comenzó a caminar hacia la puerta con su gato siguiéndolo detrás, sin embargo, alguien lo detuvo sujetándolo del brazo, era Jace.

-Detente, ¿qué acaso no recuerdas la verdad, Alec?-Le pregunto su parabatai. Él lo miro con aires arrogantes.

-Sí, lo recuerdo, la pulsera me lo mostro, ¿Y?-Le contesto. Jace lo soltó y se lo quedo mirando.

-¿Cómo que "Y"? ¿Por qué nos miras con odio? Al que deberías odiar es a Sebastián por engañarte.-Expreso su idea Jace exaltado.

-Quizás, pero no lo odio. Él solo quería que alguien lo amara, y a pesar de que hizo algo incorrecto para lograrlo, yo lo amo de verdad. Con o sin recuerdos él sigue siendo lo único importante para mí, además indirectamente ustedes si me odiaban, por lo que, los recuerdos falsos no estaban tan alejados de la realidad.-Explico Alec con indiferencia, no tenía nada que ocultar, ni porque decir mentiras.

-Pero te engaño, y un demonio no puede amar a nadie, ¿Acaso estás ciego, Alec?-Alego Jace, y Magnus se sintió indignado pero no dijo nada, sin embargo, Alec sí.

Primero él se rió y luego le contradijo:-Bonita forma de hundir a tu amigo brujo Jace, y para que sepas, Jonathan si puede amar, él me ama a mí y yo a él, que me haya engañado no tiene ninguna relevancia en este asunto. Puedes decir que estoy ciego, también que no tengo recuerdos, si quieres, pero no me harás cambiar de opinión, amo a Jonathan más que a mi propia vida, y aún si me encierran en una celda, encontrare la forma de salir y volveré con él.-

Todos estaban absortos mirando a Alec, que no se dieron cuenta cuando una persona apareció de la nada, junto a una de las ventanas.

-Excelente forma de contradecir a alguien, Alec.-Le apremio Sebastián desde la ventana.

El menor se dio vuelta, y con una gran sonrisa corrió hacia su novio, lo abrazó y lo besó. Una vez que ambos se separaron, miraron a las otras personas que se hallaban en la habitación, quienes estaban mirándolos con desilusión, esperaban que Alec regresara con ellos, no que él se uniera más a Sebastián.

-¿Y Andrew?-Pregunto el menor a su novio.

-Ya lo eh rescatado, esta con Amatis, esperándonos en nuestra nueva casa-Le contesto el mayor.

-Entonces, vámonos. Este lugar me da asco, es demasiado...angelical.-Le dijo Alec mirando alrededor con desagrado. Sebastián asintió y de un momento a otro, ellos ya no estaban.

Continuara...