Ciego, sin recuerdos, atado a ti

Capítulo 13: Si quieres ver a tu hijo...

Capítulo 13: Si quieres ver a tu hijo...

Una semana paso, en la que, gracias a Sebastián, Alec no se pudo parar. Pero después de ello, el más pequeño le dio una paliza a su novio y este se volvió a ir, aun debía seguir con su "trabajo".

Alec estaba solo, en su cuarto, leyendo un libro, cuando una luz verde le ilumino el rostro, él levanto la vista y vio un mensaje de fuego que se alzaba justo frente. El recado decía:

"Alexander, necesito que me aclares las cosas. Ven al Central Park, yo te esperare.

M.L"

Alec se quedó mirando el mensaje sin entender, ¿Qué cosa tenía él que aclararle a su madre? Ella le había dejado muy en claro que no lo quería en el momento en que lo echo del Instituto, ¿Y ahora quería volverlo a ver? No, él no quería ir, y tampoco tenía la obligación. Estaba por borrar el recado cuando, una pata se lo impidió, era Cheshire, su gato, quien lo miraba con sus ojos amarillos alertas.

-¿Crees que debería ir?-Le pregunto a su gato.

El pequeño minino lo miro, y maulló.

-Ella me dijo que no me quería, ¿debería ir a escucharla igual?-Volvió a preguntar Alec.

Cheshire maulló, y él suspiro, cerro su libro, se levantó y se fue a la puerta principal, intento abrirla, pero no pudo.

Alec dio media vuelta y grito:-¡ANDREW!-

Entonces el oscurecido apareció.

-¿Sí, Señorito Alec?-Pregunto mirándolo

-Tengo que encontrarme con alguien en Central Park, pero la puerta está cerrada.-Le explico Alec. El oscurecido ni parpadeo.

-El Señor Morgenster nos ordenó que no lo dejáramos salir, luego de lo que paso en Grecia. Si lo desea, puedo llamar a mi señor, para que venga y hable con usted-Ofreció Andrew amablemente.

-No-Negó Alec-No es importante, ni urgente. Además, Jonathan debe estar muy ocupado.-

El oscurecido asintió y con una pequeña reverencia se fue.

Alec corrió a su cuarto, busco su estela, y envió un mensaje a su madre.

~

En Central Park, Maryse estaba sentada en una banca, esperando que quizás su hijo si se presentara, sin embargo, en lugar de eso, lo único que vio, fue un mensaje de fuego que apareció, de repente, frente a ella.

El mensaje decía:

"No tenemos nada que aclarar, me odias y yo a ti. Ya no volveremos a vernos jamás. Adiós

A. L"

Maryse suspiro, nada iba a pasar, sería casi imposible encontrar una forma de traer a Alec hasta Nueva York. Ella estaba a punto de irse, cuando sintió la voz de alguien a su espalda que se burlaba de ella.

-¿Esperabas que él viniera en serio? Patético, tú le rompiste el corazón a tu hijo, él cree que tú lo odias, ¿y aun así esperabas que viniera?-Comento divertido Sebastián.

Maryse se dio la vuelta, mirándolo con odio.

-¿Por qué le borraste la memoria? ¿De qué te sirve tenerlo contigo, y hacerle creer que tú lo amas?-Pregunto con asco.

-Corrección, yo si lo amo, a diferencia de ese brujo hipócrita que le rompió el corazón.-Le contradijo Sebastián-Y en cuanto a ustedes, no me digas que nunca lo han despreciado, porque sé que es mentira, ustedes no lo querían, sin embargo, ahora que se fue, si lo quieren, ¿Irónico verdad? Todos queremos lo que no tenemos, pero para tenerlo, hay que pagar un precio.-

-¿Qué quieres?-Cuestiono Maryse con desprecio.

-Si quieres ver a tu hijo, solo tienes que ordenarle al brujo que deje de buscarlo, entonces te permitiré verlo.-Le explico Sebastián, y luego desapareció.

Maryse se quedó mirando el lugar donde, él antes había estado, suspiro y dio media vuelta, mascullando:-Como si fuera tan fácil-

Continuara...

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