Prologo

1.4K 89 7
                                    

Nico:

Abrí mis ojos. Note una cegadora luz blanca así que los volví a cerrar. Trate de ubicarme ¿Estaba muerto? No lo creo... Estaría en el inframundo y ese lugar es todo menos brillante. Moví los dedos de mis pies un poco y note algo frió y liso contra la punta de mi dedo gordo. Moví los dedos de mis manos, los de mi mano derecha estaban sueltos... Sin nada. Pero los de mi mano izquierda tenían tubos y otras cosas. ¿Donde estaba? Esta vez, estaba seguro de que aguantaría el resplandor de esa luz tan cegadora. Abrí los ojos y vi blanco, parpadee algunas veces, entrecerré los ojos e hice bizcos, hasta que pude ver un techo blanco con una lampara brillando sobre mi cabeza. A duras penas con mi mano libre la aparte. Vi mi mano envuelta en cables,pero no solo eso. Mi muñeca tenia vendas y mi antebrazo estaba lleno de cortadas, cicatrices que seguían ahí.

 Mi muñeca tenia vendas y mi antebrazo estaba lleno de cortadas, cicatrices que seguían ahí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mire toda la habitación. Estaba en un hospital mortal. Había una maquinas que no reconocí. Estaba acostado en una cama blanca, me incorpore, recargando mi espalda con esfuerzo al respaldo metálico. Traía una bata azul cielo con puntos azul rey y estaba cubierto por una delgada cobija blanca. En frente de la cama había una puerta de madera con una pequeña y rectangular ventana, donde podía ver mas blanco. A mi lado derecho había una silla acercada a mi cama, era de madera y tenia el respaldo de cuero. Al fondo de esa silla, contra una pared había un sofá azul rey. Tenia unas almohadas y cobijas que daban a entender que estaba siendo usado. Había una mochila sobre las cobijas. Entonces note que la manilla metálica de la puerta giraba. Por instinto y miedo me volví a hacer el dormido o inconsciente... O como se supone que estaba.

Oí un suspiro y la puerta cerrarse, unos pasos sordos y luego escuche como la persona se sentaba en la silla a mi lado. Mi respiración se acelero y me quede quieto, tratando de no mover ni un musculo.

-Traje una Coca Cola- dijo una voz femenina, una voz femenina que yo reconocí al instante.

____(tn).

-Solo hay maquinas expendedoras en la planta baja, por eso me demore tanto- dijo ella, explicando.

Su voz parecía dolida, rota, quebrada.

-Espero que despiertes pronto- dijo ella en susurros- .Para poder disculparme formalmente por todo lo que te hice... Lamento todo esto Nico, es mi culpa.

Tomo mi mano con delicadeza y note que algunas gotas caían sobre mi mano. Abrí ligeramente mis ojos para que no me detectara despierto y observe nuestras manos. Tenia una pulsera en la muñeca, era de cuero y se amarraba con un mecate. Tenia las uñas mordidas y cuadradas y sus dedos tan pequeños. Sonreí internamente.

La perdonaba, incluso aun por lo que me había hecho... Le perdonaba porque... Porque eso me rogaba el corazón.

Todo lo que me había hecho... Merecía ser perdonado.






Los Muertos No Lloran (Nico di Angelo y tu) (Go Wattys 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora