Capitulo 6

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El tiempo ha sido benevolente con ellos,  han pasado cuatro años el éxito les ha sonreído no podrían pedir nada mas, su vida ahora es diferente sus sueños se han hecho realidad, viven entre escenarios y reflectores, enamorando a todas con su música, dejan paz haya donde quiera que esta llegue.

Hacia tres semanas que habían regresado a Hamburgo, emocionados de estar de nuevo en casa después de una  gira mundial, acostumbrados a estar juntos deciden que lo mejor es seguir en esa situación , aun recorren emocionados la nueva casa que David le ha obsequiado producto del trabajo bien realizado, pelan por las habitaciones sin saber que estas ya han sido asignadas, después de tanto discutir, el hambre se hace presente, los gemelos deciden hacer la cena, mientras Georg  y Gustav, ponen la mesa, finalmente comen todos frente al televisor, de pronto entre zapping y zapping aparece ella, la vista de Tom se queda pegada en el televisor, después de cuatro años sin verla, hablan de su familia y la boda de su hermana con algún joven empresario, dan detalles sin importancia sobre la boda de Emily, pronto Gustav se aburre y sigue cambiando el canal, pero Tom ni siquiera se ha dado cuenta, sigue imaginándola está más hermosa que la última vez que le vio su cabello de color chocolate es más largo, sus labios siguen siendo de color cereza y sus ojo grises siguen siendo lo más hermoso que él ha visto.

Tom se retira de la sala  sin decirle nada a los chicos, Bill lo mira por unos instantes pero decide dejarlo tranquilo, mientras ellos ríen recordando anécdotas de la gira, Tom en su habitación sigue con la mirada fija en la luna caprichosa, que siempre que desea tenerla en sus sueños ella envidiosa lo obliga a desistir de Anelisse, se pregunta ¿porque la luna odia tanto a su amada?, si ella no ha hecho nada para ofenderla, ¿oh tal vez si? , se gira al escuchar la puerta de su habitación abrirse ahí este Bill, que le mira preocupado, se acerca a su hermano que sigue contemplando a la luna,

—Aun piensas en ella— dice Bill con tono a pasivo, Tom asiente

—No ha pasado día en que no lo haga— responde dolido, su hermano solo le apoya en silencio,

—Tendrías que resignarte, puedes tener a la chica que quieras pero a ella nunca, piénsalo y no te hagas más daño—dice en tono tranquilo y reconfortador para Tom.

 Después de esas palabras Bill sale y deja a Tom ahí pensando en Anelisse, quien se cuestiona el hecho de que tal vez su hermano tenga razón, el sabe que puede tener  a la chica que quiera y decide de una vez por todo olvidarse de un amor que nunca será.

Más tranquilo se va a dormir y con la promesa de olvidarla, le pide permiso a la luna antes de cerrar sus ojos con dejarle soñar por última vez con ella, la luna siente lastima de su corazón destrozado por un amor mal correspondido que le permite tenerla por última vez en sueños.

In Your ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora