WHAT HAPPENED

Capítulo 10

"¡Jungkook!", sus ojos se cerraron instantáneamente al escuchar la voz de su hermano mayor. El tiempo pareció detenerse. Una voz gritando... Varias voces gritando. Respiró profundamente antes de ver todo oscurecer.

–¿Young Soo? –escuchó a Taehyung, que levemente había levantado la mirada y movido su mano sobre su regazo.

Sintió su cuerpo tensarse. Como cuando era niño y tenía miedo a la oscuridad. Por las noches solamente se quedaba debajo de las mantas, sin moverse, respirando tan sutilmente como pudiera, para que nada le ocurriese. Tenía esa idea de que por las noches los monstruos salían pero si se quedaba lo suficientemente quieto, se irían al no encontrar nada ni nadie.

Al ver a su hermano luego de dos meses y medio, tuvo sentimientos encontrados. Por un lado, lo extrañaba. Como hermano, Young Soo siempre había apoyado a Jungkook en todo. Desde aquella vez que había dejado de asistir a sus lecciones de piano hasta cuando había intentado cocinar y casi incendió la casa. Sabía que sus habilidades culinarias no eran dignas de ser presentadas a nadie más que a él mismo. Incluso así, Young Soo siempre probaba su comida. Siempre estaba cuando lo necesitaba.

Por otro lado, recordaba lo que había sucedido. Y nunca lo iba a olvidar.

–Qué coincidencia es verlos aquí, chicos –dijo sonriendo a ambos. Acercó una silla a la mesa y se sentó. Jungkook lo fulminó con la mirada.

–¿Qué estas haciendo? –preguntó frunciendo el ceño, intentó que cada palabra que saliera de su boca fueran como puñales. No podía creerlo. Una sensación de impunidad recorrió su cuerpo. ¿Cómo la persona que lo había dejado en el hospital estaba frente a él? Sonriendo y saludándolo como si nada hubiera pasado.

–¿Disculpa? –Young Soo pareció sorprendido, apoyando la espalda contra el respaldo de la silla. Dirigió una mirada a Taehyung, quién lo estaba mirando, nervioso, mordiéndose el interior de su labio.

–Jungkook –Taehyung volvió a apoyar su mano sobre la de él, tratando de obtener su atención. El roce de sus dedos en la palma, lo calmó, como si hubiera respirado aire fresco luego de mucho tiempo– Es tu hermano.

–¿Cómo puedes...? Taehyung, yo...

Su vista se volvió borrosa. Sintió que sus ojos le pesaban y demasiado. Un zumbido agudo en sus oídos lo empezó a molestar.

Taehyung y su hermano estaban hablándole pero Jungkook no podía escuchar nada que no fuera aquel sonido constante. Sus voces parecían lejanas, todo, en realidad.

Las luces del restaurant parecían moverse de un lado al otro. Estaba aturdido. Nunca se había sentido de esta manera. Su cuerpo parecía no querer responder a sus movimientos. Trató de hablar antes de perder la conciencia. 

Luego, todo se volvió negro.

_____

Sus ojos se abrieron lentamente. Taehyung estaba sentado a su lado, mirándolo preocupado. Una sensación recorrió su estómago. Instantáneamente se sentó en la cama y respiró pesadamente, sintiendo como la sensación se desvanecía.

–Si quieres vomitar, aquí hay un balde –pronunció frotándole la espalda en círculos para que el dolor pasara. Le sonrió, levantando los costados de sus labios. La sonrisa de Taehyung siempre lo calmaba, sea cuál sea la situación, su sonrisa estaba ahí, como diciéndole "Estoy aquí y no me iré a ninguna parte"– ¿Cómo te sientes?

–Mareado... –descansó la cabeza en el hombro de Taehyung por unos segundos, respirando pesadamente, sintiendo el aroma a jabón en sus prendas. Un recuerdo volvió a su mente. Jungkook miró a Taehyung a los ojos, reprimiendo sus lagrimas. Entonces, notó que se encontraba en una habitación desconocida. Nuevamente esta no era su habitación– ¿Dónde estamos?

–En la casa de tu hermano, en tu cuarto.

¿Mi cuarto?, pensó.

Observando a su alrededor, notó sus pertenencias dispersas por todo el lugar.

El sweater azul que le había tejido su abuela como regalo de Navidad, el iPod que tenía más de mil canciones y listas de reproducción, fotografías enmarcadas sobre el escritorio de su familia y, entre ellas: una de él junto a Taehyung.

Ambos se veían tan felices en la foto. Vestían el uniforme escolar, parados uno al lado del otro en la entrada de la escuela. El suelo estaba recubierto de pétalos rosados. La fotografía era de la primavera pasada. En la misma, Taehyung miraba a Jungkook con una expresión de amor y cariño en su rostro.

Nunca me habían mirado de esa forma.

Jungkook volvió su mirada a Taehyung, que seguía con sus ojos puestos en él.

–¿Me desmayé cierto? –fue lo único que pudo preguntar en el momento. Taehyung solo asintió con su cabeza, acariciando su mano, evitando mirarlo a los ojos. Recordó entonces aquel primer día de clases. Su "primer día" luego del accidente. Las preguntas iban y venían en su mente, aparecían como flashes de una cámara sin improvisto, como si su mente lo estuviese apresurando, haciendo que se desconcentrara. Se armó de valor y preguntó:– ¿Qué sucedió?

–Te desmayaste, lo acabas de preguntar. –respondió acercándose un poco, su rostro y su voz dejaron vislumbrar preocupación.

–Si, lo sé... No es eso lo que estoy preguntando.

Jungkook notó, por la mirada de Taehyung, que había entendido cada palabra de lo que había dicho. Sus labios se abrieron, como si fuera a contarlo todo pero luego se detuvo a si mismo. Taehyung respiró hondo.

–No debería ser yo el que te contase –su voz sonó débil y titubeante– Llamaré a tu hermano.

Salió de la habitación sin decir una palabra más. Jungkook no sabía por qué pero lagrimas comenzaron a caer de sus ojos. Rápidamente se las secó con el reverso de su palma.

Su hermano entró a la habitación y preguntó si prefería tener la puerta abierta o cerrada.

–Abierta –respondió rápidamente– ¿Dónde está Taehyung?–el pánico se escurrió a través de sus palabras. 

–Ha salido a tomar aire –tomó la silla del escritorio, acercándola a la cama donde Jungkook estaba recostado– ¿Necesitas agua o algo? ¿Otra almohada? –exclamó antes de sentarse. Jungkook solo negó con su cabeza– Iré lento así puedes procesar las cosas, si me quieres detener, hazlo.

–Comienza.