Capítulo 9

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La música se había detenido y cada una de las personas que había asistido a la fiesta los estaba mirando.

–Vámonos –exclamó Taehyung, tomando a Jungkook de los hombros. Haciéndose paso entre la multitud que se había reunido alrededor de ellos.

Muchos de sus compañeros de Instituto los siguieron hasta la puerta de entrada. Taehyung solo los ignoró hasta que uno de ellos dijo "Tal vez tomó de más para volver a perder la memoria", lo que provocó en él una gran ira y sin pensar, le respondió: "Si no te callas te moleré a golpes, a ver si tu pierdes la memoria". Aquel chico solo se calló, observando la dura mirada que el otro le daba.

Cuando salieron, Jungkook comenzó a vomitar encima de las flores del padre de Hoseok.

Taehyung lo sostuvo, frotando su espalda, viendo que Jimin y Yoongi salían de la casa.

–Esto le va a encantar a Hoseok –dijo Yoongi riendo y sacando su celular para tomar una foto que "quedara de recuerdo". Jimin lo regañó por no ser lo suficientemente serio en aquella situación.

–¿Quieres que te traiga un vaso de agua? –le preguntó Taehyung a Jungkook, corriendo mechones de su flequillo hacia atrás. Este solo asintió con la cabeza, arqueando su espalda nuevamente– ¿Jimin? ¿Me harías el favor?

–Claro.

Para cuando Jimin volvió, Jungkook ya había parado de vomitar y se encontraba abrazando a Taehyung por la cintura.

–Aquí tienes. –le entregó el vaso a Taehyung, quien, de a pequeños sorbos, le dio de tomar agua.

–¿Lo llevarás a tu casa? –preguntó Yoongi cruzándose de brazos. Era una manía que tenía, pensó Taehyung, cada vez que las cosas se salían de control o cuando se ponía en "modo serio", Yoongi tan solo se cruzaría de brazos y ocasionalmente, al ser el mayor, arreglaría el problema.

–Si, creo que es lo más lógico. Su madre se va a volver loca si lo ve así y todavía más, si lo ve conmigo.

–Mi madre ya está loca –emitió Jungkook tocándole, con su dedo índice, la mejilla– El otro día te gritó... –sus ojos se cerraron y su cuerpo tembló. Sin aviso, volvió a vomitar, esta vez sobre la remera de Taehyung.

–Jungkook, eres un caso especial –exclamó Jimin, cubriendo su nariz con su dedo índice y pulgar.

–Lo siento, Tae. –se limpió la boca con el dorso de su mano.

–No, está bien –dijo todavía perplejo por lo que había ocurrido. Dándose la vuelta, se sacó su campera que no se había manchado y luego se sacó su remera, tirándola al piso– De todos modos, no me gustaba.

Yoongi entonces se ofreció a llevarlos hasta la casa de Taehyung, en el auto de su hermano.

Jimin se rehusó, argumentando que Yoongi todavía no tenía licencia y que, si eran detenidos, habría graves consecuencias.

–Si no quieres venir, no vengas pero luego no pasaré a buscarte. –espetó subiéndose al auto– Como lo hago la mayor parte de las veces –añadió poniéndose el cinturón.

–Esta bien, iré, pero por favor conduce con cuidado.

Taehyung obviaba su conversación, mientras Yoongi conducía. Él solo se preocupaba por una cosa, Jungkook, que se había quedado dormido sobre sus piernas.

Su rostro, observó, lucía muy cansado pero incluso así era hermoso. Se sintió completamente mal recordando su cara al abrir la puerta del baño, quedándose parado allí, viendo como aquella chica lo besaba.

Sabía que había estado mal en dejar que lo hiciera pero su reacción fue muy lenta y, de alguna forma, se quería olvidar de Jungkook que parecía que nunca lo iba a recordar. Que nunca iba a recordar lo que habían sido. "Tal vez", pensó Taehyung, "si beso a otra persona perderé los sentimientos que tengo por él".

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