Capítulo 11

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Siete meses atrás


–Deberíamos estar estudiando para Química.

–Deberíamos –sonrió Taehyung sobre los labios del otro y luego lo besó.

Se apartó, apretando sus labios para no sonreir. Los besos de su novio nunca venían de más... pero necesitaba aprobar el último examen del trimestre.

Taehyung se había ofrecido a ayudarlo a comprender los temas que entraban en la prueba y de paso, había dicho, estaría estudiando también.

El problema era que ya había pasado una hora y media desde que llegaron del Instituto y no habían abierto siquiera un libro.

Deberías estar explicándome. Eres mi tutor y estás haciendo un terrible trabajo. Tendré que despedirte.

–Culpo al alumno por ser tan guapo –lo acercó tirando de su remera y volvió a besarlo.

–Culparé al profesor, –lo alejó poniendo una mano sobre su pecho, distanciándose, aunque ambos sabían que quería lo contrario– cuando obtenga la nota más baja del curso.

–Está bien. A estudiar. Podremos seguir con esto cuando terminemos, Señor Jeon.

–De acuerdo, profesor Kim.

Después de recibir clases de Taehyung y darse cuenta que sus apuntes estaban mal copiados, Jungkook pudo entender el temario y cómo resolver los ejercicios fácilmente.

Le agradeció a su novio por haberle explicado y haberle tenido la suficiente paciencia para repasar todo desde el principio. Taehyung era una dulzura.

–Nunca más le pido los apuntes a Jimin –espetó dejando su libro y cuadernillo sobre su escritorio.

–Eso deberías haberlo aprendido hace mucho tiempo.

–Lo sé –rió viendo al otro abrir sus brazos, haciéndolo señas para que se acostara junto a él en la cama.

–¿En qué nos habíamos quedado?

–No sé, recuérdamelo –susurró pasando su mano hacia la espalda de Taehyung para acercarlo. Éste lo besó, primero en los labios, luego en su mentón para llegar a su cuello sintiendo aquella fragancia fuerte y dulce, tal como era Jungkook– Tae...

–¿Cuándo vuelve tu hermano?

–No lo sé, dijo que trabajaría hasta la noche.

–Entonces tenemos tiempo.

Taehyung se colocó encima de Jungkook, haciendo rechinar la cama. Ambos rieron al escuchar aquel sonido; el primero enterró su cara en el cuello del otro, volviendo a plantar un beso allí, conteniéndo las ganas de seguir besándolo para formar una marca.

Pronto le exigió que se quitara la remera, exponiendo su tersa y suave piel. Jungkook no era un gran fanático de hacer ejercicio por lo que su estómago no estaba marcado, al contrario de Taehyung, tenía una tierna pancita.

Bajó por su cuerpo dando besos, lamiendo uno de sus pezones, haciéndo al otro gemir. Las manos de Jungkook posadas sobre sus caderas, lo insitaron a moverse hacia adelante y hacia atrás, rozándose.

–Besame en los labios –exigió viendo cómo Taehyung seguía dando pequeños besos sobre sus inexistentes abdominales. Rió observándolo tan dedicado a aquella acción.

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