~Día 17~

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Camille POV

–Este chico comienza a sacarme de quicio –le comenté a Alice luego de leer la nota. Además, a veces exageraba las cosas. Nico había faltado porque debía ir al médico, le había estado doliendo la cabeza últimamente, pero nada de qué preocuparse.

–A mí me parece simpático –respondió mientras reía.

–Dices eso porque le agradas. Ni siquiera sabemos quién es. Lo único que sabe hacer es hablar sobre mi estatura y de lo hermosa que eres. Sin mencionar que recalca tu notable altura.

Colocó su mano en mi cabeza y dejó una suave caricia en ella.

–Ya te he dicho que no te preocupes por eso. Ser baja no es nada malo. Es completamente normal.

–A ti no te hacen bullying por eso.

–Hey, tal vez estás exagerando. Yo creo que él lo dice para divertirse un rato. Aunque no sea de la mejor manera.

–Bueno, como sea. ¿Qué vas a usar para la fiesta?

–Aún no lo sé, pero algo "sexy". Deseo sorprender a tu admirador que tanto quiere verme –rodó los ojos luego de hablar. Ambas reímos–. ¿Y tú?

–Ni idea. No me gustan demasiado las fiestas así que nunca sé qué vestir. ¿Me ayudarías a escoger algo?

–Claro, ¿te parece mañana después de clases?

–Perfecto.

El sonido de la campana inundó el ambiente. Alice se apresuró en ir a buscar sus cosas mientras yo me dirigía a la sala correspondiente. Si llegaba tarde, el profesor me regañaría como siempre. Cuando estaba a punto de llegar, alguien me pasó a llevar, arrojando mis cuadernos al suelo.

–Te ayudo –escuché una voz conocida.

–Gracias, Nico. ¿También vas tarde?

Terminamos de recoger las cosas y caminamos a paso rápido el pequeño trecho que nos faltaba.

–Sí, me distraje un poco hablando con Joaco. Me contó que irá a la fiesta. ¿Qué hay de ti?

–Sí, pero no soy muy sociable que digamos.

–No te preocupes, yo estaré contigo.

Me sonrió. Yo le devolví el gesto. Después de todo, él y mi mejor amiga han estado junto a mí desde que tengo memoria. Junto a ellos, nada salía mal.

–Tarde nuevamente, señorita, caballero –el profesor nos impidió entrar al salón, colocando frente a la puerta su robusto cuerpo.

Maldición.

Hola, EnanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora