Hola, enana:
Es irónico que hayas sospechado de Nico. Pero tranquila, todo terminará de aclararse hoy. O al menos eso espero. Creo que es hora de que te diga una cosa más acerca de las notas: no fue solo idea mía el mandártelas.
Si es que no lo hace antes de que la jornada acabe, oblígalo a hablar contigo. No puede ser tan cobarde como para huir. Ese no sería el Nico que ambos conocemos. Por favor recuerda que siempre estaré contigo, enana, no lo dudes. Eres mi mejor amiga. Gracias por aceptar todo de tan buena manera. Bueno, aún falta una pequeña cosa. Sé fuerte.
Joaco.
Camille POV
Doblé cuidadosamente la hoja y la guardé dentro de mi agenda. Joaco y sus notas se habían convertido en algo cotidiano en mi vida. Estaba más que acostumbrada y ahora... llegarían a su fin. Lo único que no entendía era por qué seguía mencionando a Nico. Y esa frase tan extraña... ¿Qué es eso tan importante que debe decirme?
–Hey, Cam –escuché la voz de Derek. Volteé y lo vi abrazando los hombros de Michelle, mientras ella lo sujetaba por la cintura.
–Hola –sonreí–. ¿Qué tal están?
–Todo bien –sonrió ella–. ¿Y tú?
–De maravilla.
Se intercambiaron una mirada intranquila.
–¿Pasa algo? –pregunté
–¿Nico no te ha dicho nada?
–No entiendo por qué todos saben algo que yo no. ¿Qué pasa con él? –la coincidencia era demasiada.
–No creo que seamos los indicados para decirte...
–Derek, habla.
–En serio, tal vez Alice te diga algo. Lo siento mucho –colocó una mano en mi hombro y se fueron.
¿Por qué todos conocían su secretito? ¿Qué demonios me estaba ocultando?
Durante toda la primera clase intenté que me hablara, inclusive le lancé papeles a la cabeza, arriesgándome a recibir un castigo del profesor, pero me ignoraba. No sabía si estaba enfadado conmigo por alguna razón ultra desconocida, o si me hacía la ley del hielo. Pero dolía. Era mi mejor amigo, lo necesitaba.
Durante el almuerzo, intenté interrogar a Alice, pero ella, con su rostro lleno de dolor, se negó a responderme.
–¿Estás bien? –la abracé en cuanto empezó a sollozar.
–Lo siento. Es demasiado...
Lloró hasta llenar mi polera con sus lágrimas. Esto no se quedaría así. Mi amiga no lloraba por cualquier cosa. Algo muy serio tenía que estar ocurriendo.
A la hora de salida, corrí por la escuela buscando a Nico. Pero al único que encontré fue a mi querido anónimo.
–Joaco, dime dónde está –lo sujeté del cuello de la sudadera, mirándolo amenazante, algo que debió haberse visto un poco divertido debido a nuestra diferencia de altura, pero no era momento para reír.
–No me digas que no te ha hablado –suspiró y me alejó cuidadosamente.
–Claro que no. Al parecer, todo el mundo sabe algo que yo no.
–Camille, no puedo decírtelo. Él es el que debe...
–¡Ya para con eso! –grité, presa de frustración, ganándome la atención de algunos estudiantes que estaban también en el patio– ¡No han dejado de responderme lo mismo cada vez que pregunto por él!
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Hola, Enana
Short Story"Hola, enana: Quería decirte que deberías usar tacones, eres muy bajita. De un chico anónimo." Camille tomó la nota de su casillero y la botó a la basura. × × × × × × PRIMERA EDICIÓN TERMINADA EL 3 DE FEBRERO SEGUNDA EDICIÓN TERMINADA EL 2 DE MARZO ...