"UN NUEVO DESPERTAR"

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Me despierto y analizo el entorno en el que me encuentro, una cama des tendida, con un cobertor de "borrega" rojo, un par de sábanas arrugadas y desgastadas de las orillas por el uso, una mesita de lectura con una lámpara de noche y un libro abierto en la página 16 en el centro de esa mesita, paredes de color negro con uno que otro póster de Avril Lavigne, y de Fate Stay/Night, un techo de color azúl rey, con un foco de luz "led" ahorradores con una tonalidad blanca tenue... Sin duda alguna, esta es mi habitación, pero no tengo ni la más remota idea de cómo llegué aquí, tampoco tengo idea alguna de quién era ella, lo único que se, es que... Resulta extraño, ni siquiera le hablé, pero me gustó, y mucho más de lo que cualquiera me podría haber gustado, pero, ¿cómo no gustarme? ¿cómo no amarla? Ella era PER-FEC-TA...
Aunque tan perfecta, que con todo lo acontecido, empiezo a pensar que todo ha sido un sueño, me pongo a analizar todo lo ocurrido, y cuando empiezo a concentrarme... Tocan a la puerta, en realidad aborrezco que la gente sea tan "oportuna", pero en fin, me dispongo a abrir la puerta, y veo a los padres de Charlye, el amigo con el que, según mi lógica, estaba en el sueño conmigo; Steven, el padre de Charlye es al primero que veo por la mirilla, es un hombre alto, con una barba de candado, ni muy larga, pero tampoco muy corta, tiene una complexión robusta, y lleva puesta una gabardina negra, un pantalón de mezclilla un poco acampanado, y unas botas de escalar un poco anticuadas, un cabello de color negro, con unas entradas en la frente, una nariz aguileña, ojos entre verde y café claro, y, unos lentes de coraza color negro, a juego con su atuendo, y que resaltaban el color de sus ojos... abro la puerta, y les digo, un poco cansado:
-¡Hola!, adelante, pasen, sientan se como en su casa-sigo sin poder asimilar toda esta información, pero les tengo que preguntar-Disculpen la intrusión en asuntos personales que no son de mi incumbencia pero... ¿dónde está Charlye?
Tal vez no fue la pregunta más acertada, ya que lo que aconteció después, me dejó boquiabierto, y la verdad, con más dudas que respuestas...
-¿¡Qué es que no tienes corazón o una pizca de humanidad por esta situación!?-empezó a hablar Steven, el padre de Charlye, creo que trató de sonar amenazador, pero la verdad, su voz se quebró...- Bueno, pues, te lo explicaremos...
Primero temprano que tarde, aparecieron un par de oficiales, con un rostro amenazador, y la madre de Charlye; Alice, una mujer de cabello castaño claro, casi rubio, la piel blanca, los ojos de color avellana, labios gruesos con labial rojo, una nariz delineada que terminaba en forma de "bolita", y lleva como atuendo un arquetipo con un vestido morado que, la verdad, favorecía mucho a su figura, con unos tacones de aguja de 9 c.m; y ella empezó a hablar...
-Ok, lo que pasó, es que...-irrumpió en llanto, los ojos se le llenaron de lágrimas, no estaba muy seguro de lo que pasaba, pero no tenía un buen presentimiento...- Cariño... Mejor... Ha-habla tú, yo no puedo soportarlo...
-¿¡Ves lo que has ocasionado mequetrefe!? No se ni porque nos molestamos en venir a explicarle al hijo de p@#$ que mató a nuestro hijo, cómo murió nuestro mayor orgullo... ¡MONSTRUO! ¡NO TIENES CORAZÓN! ¡OJALÁ SIENTAS EL MISMO DOLOR QUE SINTIÓ NUESTRO HIJO!-sus ojos, pasaron de ser ese peculiar color entre verde y café, junto con un brillo característico, a tener ojos apagados y llenos de ira y dolor-.
Entonces, un agente de policía, con un traje policial, una placa que lo identificaba como tal, un arma de fuego no cargada en la cintura en una correa, un pantalón negro holgado, unos lentes oscuros, un bigote negro con una barba un al parecer rasurada, cejas pobladas, de altura (yo calculé) 1.90 metros, de piel blanca un poco bronceada por el sol, se acercó, y en tono más tranquilo que Steven, dijo:
-Señor, entendemos por lo que están pasando su esposa y usted, la justicia se aplicará, pero, como todo en entre esta vida, a su debido tiempo, por lo cual, ¿porqué no nos deja esto a nosotros? Podrán desahogarse en el juicio-dijo, con un aire de indiferencia, como ya era costumbre en los policías de mi condado- Así que... ¿Carl?-dijo gritando, al parecer, a su compañero-.
Justo en ese preciso instante, un agente, un poco más pequeño que él, aproximadamente con 1.70 metros, este no tiene bigote ni barba como el otro agente, este porta una complexión delgada, pero fornida, se le marca mucho la "manzana" en el cuello, porta de forma honorable el uniforme de policía, tal como un un atleta la medalla del 1er lugar, este tenía el cabello negro, y una dentadura blanca y amplia.. "Carl", salió del auto de policía, y le devolvió a modo de respuesta, una mirada, seguida del acto de levantar una pequeña carpeta con un bolígrafo atado a esta por medio de un hilo de color negro, le gritó su nombre, al parecer, el primer policía se llamaba Michelle; se acercó hacia donde nos encontrábamos, y mientras, yo estaba medio despierto medio dormido trataba de asimilar todo esto,
Carl, el último individuo que observé de los aquí presentes, llegó hasta nosotros, sacó un pequeño aparato que, supuse, sería una pequeña grabadora compacta, se la guardó en los bolsillos, e hizo un ademán, el cual, yo interpreté como una pregunta de poder pasar o no al interior de la casa.
-S-sí, cl-cla-claro, adelante...-Dije, en un tono no muy favorable para mí, ya que, sonó muy sospechoso, pero yo sabía que no lo era, solo tenía fe en que los policías no dedujeran todo eso- ¿qué les puedo ofrecer?- dije, esta vez tratando de calmar mi tono de voz- ¿Gustan una taza de café o de té...?
-¿No iban a hacer justicia..? ¡están aquí para arrestar a este hijo de perra!-Steven sigue alterado, y al parecer, no ve a nadie más que a mí- No están aquí para hacer una fiesta de té, señores, por favor hagan algo-Se notaba, estaba a punto de quebrarse por completo- Por favor... No nos dejen varados en esto...-Y al final, irrumpió en llanto-.
-Como ya le dijimos señor Seteven, la justicia se aplica, pero necesita tiempo, dedicación, y sobre todo, pruebas contundentes.
    "No podemos arrestar a este chico solamente porque dicen que mató a su hijo sin ningún fundamento.
En ese momento, me sentí aliviado de que los oficiales no estuviesen en mi contra, al parecer, sería un juicio justo, pero...
-En fin, ¿qué es lo que buscan de mí?- sigo un poco confundido, estoy convencido de que no hice de lo que me acusa esta gente, pero, no me entienden-.
-Bien, joven Cámeron-dijo el oficial Michelle-supongo que, a estas alturas del "partido", ya sabe a que hemos venido, así que... Nos gustaría realizarle una serie de preguntas acerca del joven Chalye, así que...
-¿Porqué no deja pasar a los padres del otro chico?-dijo el oficial Carl- Deben de estar muy incómodos ahí fuera, a parte, tal vez logren entablar una pequeña conversación un tanto... "Amigable"-dijo, para mi fortuna, en ese mismo tono monótono que indicaba igualdad ante las dos partes- ¿Está de acuerdo?
Voy hacia la puerta, estoy a punto de abrir... "No, no, no, no, no, ¿cómo es que no puedo pensar en otra cosa que no sea ella? ¿qué no debería de estar más preocupado por Charlye que por ella? Tal vez me esté volviendo loco...". Digo, para mis adentros....

Illa, meos casus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora