"LA VERDAD NO ES PARA TODOS"

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Veo por la mirilla, y observo de nuevo los ojos de Steven, sin vida, totalmente vacíos, y me decido a abrir esa puerta de madera y un pobo de metal pintado de oro, lo giro lentamente hacia la derecha... Una vuelta completa, escucho ese "clock" de que la puerta se ha abierto, jalo hacia mí la puerta, en señal de que son bienvenidos a pasar dentro, lentamente... No me doy cuenta de cuando, pero, antes que nada, veo el rostro de Steven, totalmente rígido, casi como una estatua viviente, lo único que lo diferenciaba en ese momento de una verdadera estatua eran dos cosas, la primera: Steven es el padre de lo que hoy sería el cadáver perdido de mi ex-mejor amigo, ¿debería de sentir algo por él? Si es así, ¿porqué no puedo sacarme a esa chica de la cabeza? No lo se, y tal parece que no me importa, pero al final, les digo, casi para mis adentros:
-Bueno... Pasen, están... Invitados... Y... Dejen que los oficiales hagan su trabajo, al final pueden preguntarme lo que quieran...
-Si, gracias...-dijo, Alice, con la voz todavía un poco desgarrada por el llanto-.
Ambos, tanto Alice como Steven entran a mi casa, siento todas las miradas en mí, siempre he sido sensible a las miradas... Siento mirada llena de odio de Steven, la mirada de dolor y horror de Alice, las miradas monótonas de Carl y Michelle, y... ¿cómo es posible? Nunca me equivoco en cuanto a miradas se refiere, ¿porqué siento la mirada de alguien más dentro de la casa, si solo estamos nosotros? No lo se, pero el oficial Carl me dice:
-Cámeron, por favor, toma asiento-dijo, señalando la silla que se encontraba frente a él- Y por favor, coopera con nosotros.
Agradecí su interrupción, ya que me ayudó a separar mi atención de esa otra mirada...
-Y bien, ¿comenzamos?-dijo Michelle, en tono aburrido-.

Pasaron alrededor de 2:30 horas llenas de lo que me parecieron, preguntas con una duración infinita de tiempo, otras preguntas, que me parecían absurdas como: "¿Qué hizo la noche del 29 de Enero del 2016 a las 4:56 p.m?" Ya qué, obviamente, estaba en ese Burger King, con Charlye...
Otras preguntas, cómo: "¿Qué es lo último que recuerdas de esa noche?" A lo que les contesté:
-Pues, la verdad, no mucho, solo recuerdo que Charlye y yo, vimos...-en este momento, dudo lo que vaya a decir...-Las estrellas, era una noche perfecta para ver las constelaciones, admirar la esplendidez de nuestro universo... En realidad, una de las mejores salidas que he tenido con Charlye...-dije, claramente mintiendo, no se me da muy bien mentir, pero, justo en ese momento no fui muy malo en ese aspecto-.

Al finalizar el interrogatorio, los policías agradecen la cooperación, con ese tono de monotonía que antes me reconfortaba, pero que en estos momentos ya no aguanto, y se van educada mente por la puerta principal; unos instantes después, Steven y Alice salen, al igual que los policías por la puerta principal, a diferencia de los policías, Steven y Alice caminan con cansancio, tristeza, y depresión... Pero a decir verdad, no me importa, ahora mismo necesito saber qué hacer con esa persona que vimos el otro día Charlye y yo.
Ahora que lo pienso, justo antes de que todo se volviera negro, y no supiera como llegué a mi cama; en ese momento en que la miré a sus ojos, esos hermosos ojos café, en ese momento en que esos ojos se toparon con los míos, y de ellos surgieron un intenso brillo rojizo, rojo pasión... En ese momento, en sus ojos, tuve la oportunidad de ver una... En ese momento lo llamé una "alucinación", pero ahora... Puede que sea la verdad, lo que vi en ese momento... Fue...
Pero en ese momento, tocaron a mi puerta de nuevo, es la primera vez que tengo tantas visitas, pero... Visitas no deseadas, aunque, pensando que podría ser ella, me dispongo a ir de camino a abrir la puerta, aunque, a medio camino pienso:
"¿Porqué sería ella? ¿porqué quiero que sea ella? ¿porqué siento en lo más profundo de mí que es ella? Si fuera ella, ¿cómo sería posible? Si ni siquiera le hablé, y mucho menos sabe dónde vivo..."
Ahora mismo no tengo la respuesta a esas preguntas, pero no me molesto en buscarla, no me importa, solamente tengo fe en que sea ella, abro la puerta, y... No hay nadie, solamente silencio, que se ve interrumpido por mi respiración... Obvio, no se porqué sería ella, es totalmente absurdo que llegase a suponer eso, pero... Sigo sintiendo esa mirada, aunque esta vez está detrás de mí, se siente igual de penetrante como hace unos instantes.
No se que hace esa mirada ahí, pero lo que sí se, son dos cosas: Número uno; la amo más que a nadie en esta vida.
Número dos; solo yo se la verdad, pero nadie me creerá...

Illa, meos casus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora