¡MIERDA! Se me ha hecho tarde, ya son las 9:14 a.m... Y pensar que ayer no pude dormir mas que 2 horas, bueno... No es que no pudiera dormir, es más bien, que no quería dormir, esas palabras... Que no sé su significado, ni quién las escribió, pero, me dan una cierta sensación de conformidad, y de "seguridad", pero... También un miedo irracional... Estoy hecho un asco, y ni hablar de mi habitación, he visto fiestas de las fraternidades con más orden...
Después de mucho tiempo quedándome mirando fijamente al infinito sin ningún sentido aparente, pero, el quedarse viendo al infinito me resulta extraordinario; cómo algo abstracto logra entretenernos tanto tiempo... Creo que sale de las posibilidades actuales del pensamiento y lógica humanas... En fin, me dispongo a bajar de mi cama, lo cual, me resulta muy difícil con este cansancio, pero, creo que descubrir la verdad vale ese enorme sacrificio de la comodidad personal; no encuentro mis zapatos, y eso es un problema grande, con este frío, se me congelarán las plantas de los pies, pero da igual, ahora mismo todo me importa, si no nada, menos que eso, incluso pisé unos cuantos cristales del vidrio que se rompió en mi ausencia, pero no lo noté, la adrenalina a causa de la herida solamente me ayuda a estar más activo y alerta, lo cual agradezco enormemente. Ya he logrado salir de mi habitación, y basta con 5 pasos para llegar al primer escalón, el primero de 20 escalones... Como la vida misma, puede que me duela bajar a cada escalón (por los vidrios), pero, el beneficio es mayor que el riesgo... Vale la pena un dolor temporal a cambio de un beneficio personal. El trayecto fue largo y tedioso a mi parecer, pero, al fin logré llegar al último escalón... Y oigo un golpe seco, y una visión negra ante mí.
Me encuentro en el sofá de la dala de estar, acostado, no recuerdo si ya llevaba puesta o no esta ropa, lo que sí sé, son dos cosas: que ya no tengo los cristales rotos en los pies, y, que hay un aroma dulce y agradable en el ambiente, pero para ser sinceros, hora mismo me es mil veces más importante ya no tener cristales incrustados en la planta de los pies, que ese aroma tan exquisito.
Para mi sorpresa, son las 2:47 p.m, y no hay señal de que haya venido nadie a buscarme, este es, uno de esos días como los antiguos, antes de la muerte de mi mejor amigo, antes de que perdiera toda fe en la humanidad, antes de que fuese al hospital psiquiátrico, un día como eran los de la vida tranquila que tenía... "T-e-n-í-a"... Qué mal que exista tal conjugación de los tiempos verbales en mi caso... Desearía que sólo existiese el presente en ese momento de mi vida, y que ahora, sólo existiera el pasado, pero tal vez sea mucho pedir, de todas formas, existe la posibilidad de que sea esquizofrénico... Sin embargo, pase lo que pase, no pienso rendirme sin luchar, tengo, y quiero saber qué pasa...
Me dispongo a ponerme de pie, pero... No tenía en cuenta el gran mareo que me produciría el hecho de levantarme tan a prisa tomando en cuenta el tiempo que me quedé desmayado, o dormido, por lo cual, caigo de nuevo, pero logro apoyarme en el reposa brazos del sofá, siento que me ha salvado la vida ese reposa brazos... Pero, al fin me levanto, y puedo ser consciente del entorno en el que me encuentro, y... No es MÍ sala de estar, es cierto que es una sala de estar, pero aunque se parece mucho a la mía, no es la mía...
El hecho de que no esté en mi casa me desconcierta un poco, así que, me atrevo a investigar un poco por mi cuenta, pero no pasan ni cinco minutos, y ya veo a Steven con su ahora típica cara de no entender porqué sigue (o sigo) vivo, y la verdad, es una buena pregunta... Para alguien a quien le queden ganas de vivir por algo más que un veredicto o un misterio con un aparente peligro constante, y si me detengo a pensarlo un poco, siento que ahora, lo único que me mantiene vivo es aquél misterio, hasta ahora que no he resuelto, pero, poco a poco me acerco a de velar su secreto.
Reviso y chequeo mi alrededor, y esta es claramente la casa de mi ex mejor amigo Charlye, bueno... Hoy día es la casa de los individuos que me quieren ver muerto; y volteo a ver a los ojos a Steven, pasa un minuto, dos, tres... No sé ni no parpadea o solamente parpadea al mismo tiempo que yo, pero me empiezo a cuestionar si en realidad seguirá con vida, no lo he visto moverse ni un poco, así que me apresuro a hablarle.
-¡Hey! ¡Steven! ¿estás aquí?-grito, con todas mis fuerzas-.
No hay respuesta, y me empiezo a sentir raro, como si estuviera en un limbo...
-¡Oye! ¿¡qué!? ¿¡incluso me vas a ignorar!? -digo, a la par que me pongo de pie-Ahora sí, me contestas... Por que me contes...
¿¡Pero qué...!? No me puedo mover, solamente me queda ver a Steven por otros infinitos cinco minutos, y que pasen hasta que me pueda ir de aquí.
Pasan cinco minutos... Diez minutos... Treinta minutos... Una hora... Dos horas... O bien, pudo haber pasado solamente un minuto, no tengo una muy buena percepción del tiempo, pero, a juzgar por lo que siento, no creo que sea tan descabellado pensar que no está pasando el tiempo.
He estado aquí por MUCHO tiempo, si transcurriese el tiempo, diría que por semanas, meses, o incluso años, y Steven sigue frente a mí en una especie de banco, y no veo que pase algo interesante.
Ya ha pasado tanto tiempo que... Bueno, empiezo a sacar unas conclusiones que yo mismo me asusto... Tal vez suene raro, pero... Parece que no pasa el tiempo aquí... Es como... Si me encontrase en un limbo...
Ya llevo aquí tanto tiempo, que si pasara el tiempo, ya estaría muerto, o al menos, moribundo...
Otra vez, pasan lo que me parecen eones, pero... Ya aguanto más. Junto todas mis fuerzas, y con un trabajo gigantesco, al punto que si no fuera por lo que pasa, me hubiese desgarrado de menos unos cuantos músculos, al fin... Logro levantarme un poco de aquel sofá tan cómodo en el que me hallaba, y sujeté un poco de tiempo el reposa brazos del sofá, pero esto fue casi imperceptible debido a que, justo en ese momento, una fuerza descomunal me empujó de vuelta al sofá, de tal forma, con tal magnitud, que sentí cómo se me hundía el pecho hasta el punto que sentí cómo mis costillas tocaban mis pulmo y perforaban los arterias de mi corazón, y aunque duró muy poco este proceso, la verdad, es que me sorprende que no me doliera ni un poco. Y justo cuando creía que moriría (si no por un desangramiento, por el dolor que me debió de haber causado pero no lo hizo), la presión dejó de tener presencia, pero de todas formas no me pude levantar otra vez, así que, sólo me quedaba ver a Steven... O eso creo. Cuando decido darme por vencido, debido a que literalmente no puedo hacer nada contra aquella presión, el cuerpo de Steven tuvo un cambio al fin, bueno... No tanto el cuerpo de Steven, si no... Al cuerpo de algo personificando a Steven; esta cosa (por llamarlo de alguna forma), se... "Desinfló", su "piel" pasó a parecer un pedazo de algo parecido al plástico arrugado, sólo que con una expresión que expresaba entre poco y nada, pero que de una forma u otra me hacía sentir incómodo, y de su interior, emergía una sombra... Como si aquella sombra estuviese ocupando el "disfraz" de Steven... Esta sombra, de una altura aproximada de 1.61 c.m (o al menos eso es lo que puedo percibir desde el punto de vista en el que me encuentro), y con una forma esbelta, se queda inmóvil frente a mí por unos cuantos "minutos", hasta que, de la nada, desaparece, y tan pronto lo hace, aparece frente a mí, y de entre ese "rostro" más oscuro que la noche con la obscuridad más negra y profunda, me deja entre ver una sonrisa más blanca que la luz del sol más brillante del universo... Me quedo absorto admirando aquella escena, pero... Denoto que se abre una brecha negra entre aquella sonrisa luminosa, como estuviera abriendo los labios, como si me quisiera decir algo...
Mis sentidos, y mi corazón están a mil por hora...
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Illa, meos casus.
Historia CortaSi en realidad supieses lo dañino que puede llegar ser tu placer, aún a costa de los demás... ¿aceptaría, mi señor, sacrificar a los demás a cambio de su placer? Bueno... No lo sé... Claro que sí, sólo si los demás a los que sacrifique no son tú...