P.O.V. EVAN
—Evan, es una bruta, no te acerques a ella—Rude no para de molestarme con eso de que Kendal era una bruta.
Es Kendal ¿Quién no sabía que era una bruta?.
—¿Me puedes dejar en paz solo unos segundos? Debo terminar esto.
—Tú y tus cancioncitas—dice Rude bufando.
—Mis canciones son importantes para mí y lo sabes, que tu no tengas nada que te ayude a despejarte no es mi culpa, vete a molestar a otro sitio—Rude se va murmurando no se que cosas de que soy un borde, pero me da igual, estaba acostumbrado a esos comentarios sobre mi persona.
Todo el mundo me llamaba borde, como si fuera el único.
La gente era una hipócrita.—!Señorito Roosevelt! Debería aprender de su padre,es un maleducado—el señor Rowling era un pesado,todos los santos días estaba repitiéndome que tenía que aprender más de mi padre y bla bla bla.
¿La gente no me podía dejar en paz?
¿No tenían nada mejor que hacer que repetirme lo malo que soy?
Estaba harto de todos esos comentarios.
"Roosevelt eres un maleducado", "Roosevelt eres un borde", "Roosevelt aprende de tu padre", "Roosevelt comportate bien, no seas tan sarcástico y deja de ser tan cruel con la gente"
Esos y mil comentarios más aguantaba todos los días.
Meteros en vuestras cosas y dejadme a mi tranquilo, yo se como debería ser, eso no quita como soy en realidad y no voy a cambiar por la gente, solo cambiaré si yo quiero.
Yo no era el típico chico guapo por el que todas babean, es más, las chicas no se acercaban a mí para eso. Ni para nada, en general.
Mucha gente tenía miedo de como podía reaccionar.
Pero por mi mejor, así estaba más tranquilo.
Si soy sincero, tenía solo un amigo y ya me era demasiado.
No soy una persona antisocial, ni mucho menos, simplemente no me caía bien la gente.
—Mira por donde vas, Roosevelt—dice la cotilla número uno de mi instituto y probablemente de la ciudad. Y del país.
—Clarkson déjame en paz—le digo soltando un resoplido—vete a marujear por ahí anda.
—Yo no marujeo—dice ofendida, poniéndose la mano en el pecho.
—Para nada,solo sonsacas información a terceros para poder chantajear a la gente.
—Eres un idiota Evan—dice, de todo corazón. Nuestra relación era complicada.
—Al menos yo lo asumo, Sofía—se gira indignada pero cuando da un paso se detiene y se gira lentamente.
Madre mia parece la niña del pozo con ese pelo tan largo y oscuro y con esa mirada de te voy a matar en cualquier momento.
O quizás solo exagero.—Contigo tengo que hablar seriamente—se acerca a paso lento—como tu y Kendal os hagáis "amiguitos"—dice haciendo las comillas con los dedos—y tú le hagas daño, juro por Dios, por Alá,por Buda o por cualquiera de esos estúpidos que...
—¿Qué me matarás en siete dias?—le corto soltando una risita.
—¿Cómo?—parece confundida lo que hace que ria un poco más—mira me da igual las tonterías que digas, como le hagas daño no esperes progenitores—hace una uve con sus dedos y señala primero sus ojos y después los mios para después marcharse.
—Yo creo que pasaría al revés—murmuro, para que ella no me escuche.
No aguantaba las tonterías de Sofía, mejor dicho, no le aguantaba a ella.
Vale que daba mala impresión a simple vista, pero ¿Rompecorazones?.Me parecía estúpido y una perdida de tiempo el investigar a todas las personas, ¿de qué le servía?.
*******
Estaba sentado en un árbol del patio cuando vi a Kendal acercarse.
—Hola—dice simplona, casi inocentemente.
—Hola—le respondo sin dejar de sonreír.
—Quería pedirte una cosa—era la primera vez que veía a Kendal insegura de sí misma.
—Por supuesto—me muerdo el labio intentando aguantar la risa, si me echara a reír en su cara seguramente se iría y tenía curiosidad pura por saber qué quería.
—Pero necesito que me asegures que me ayudarás sí o sí—elevo una ceja.
—Eso será depende, ¿y si te lo aseguro y me pides que bese al señor Rowling? No queremos que pase eso—Kendal ríe un poco pero enseguida se recompone y me mira otra vez seria.
—Es serio—muy serio y todo lo que ella diga pero se que quiere sonreír.
—Súper serio—juro que estoy intentando aguantar la risa, lo juro—¿bueno y qué es lo que me querías pedir?
—Necesito que me ayudes para la siguiente prueba—alzo las cejas—he conseguido convencer a tu padre para que me de una segunda oportunidad, me va a repetir la prueba que me hizo ayer—lo siento, necesito reírme—¿qué tenéis tu padre y tú con que cada vez que haga referencia a que me quiera apuntar al equipo os riáis?
—Nos resulta gracioso—le digo encogiéndome de hombros—¿a ti no?—vale,con la cara que me acaba de poner entiendo que no.
Pero lo es.Ninguna chica a querido apuntarse al equipo nunca, al menos en este instituto.
¿Vosotros no os reirías? Porque yo sí. Y creo que eso estaba enfadándome más a la chica enfrente mío.
—¿Me estás escuchando?—dice enfadada, cruzándose de brazos.
—Claro—asiento con convencimiento, aunque todos sabemos que es mentira.
—Entonces...¿me ayudarás a entrenar?
—¿Y no acabas antes si hago como que no te puedo placar? Mi padre no se dará cuenta...—mi padre no se da cuenta nunca de nada, yo creo que si me mudara ni se enteraba.
Además, estaría tan enfadado viéndome placado por una chica que ni pensaría si es posible.
—No, quiero que sea real, quiero poder hacerlo por mi misma. ¿Si no que gracia tendría?
Bueno, se nota que Kendal es una chica legal, al menos en este caso.
—Igualmente...no sé, no lo veo—por un segundo siento que con su mirada me quiere matar, porque obviamente se ha tragado su orgullo para pedirme ayuda.
—Evan necesito entrar en el equipo.
—No te vas a morir si no entras, no somos tan interesantes.
—Si a ti no dejasen entrar, ¿Qué?
—Pues me iría a un sitio tranquilo por las tardes a componer—digo encogiéndome de hombros.
Es verdad, el fútbol no es mi pasión, sino un simple pasatiempo.
Kendal se cruza de brazos y suspira, creo que empieza a exasperarse.
—Por favor, yo necesito entrar.
—Mira, no te va a ser agradable,¿Sabes? ¿Una chica jugando a americano entre tantos chicos? Eso es como si una chica se mete en el ejército, le hacen la vida imposible.
—!Eso es injusto!-exclama enfadada—y machista—recalca.
—La vida es así, no soy machista, es nuestra sociedad—digo metiendo las manos en los bolsillos—si entras puede que acabes arrepintiéndote.
—Bueno, también me han dicho que si me involucro contigo puedo acabar arrepintiéndome—se encoge de hombros y después se marcha sin decir nada más.
No sé porqué, pero eso me molestó muchísimo.
¿Qué sabrá la gente cómo soy yo con mi novia?
O incluso, ¿con mis amigos?Ni siquiera yo lo sabía.
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El Hijo Del Entrenador #Wattys2019
Teen FictionKendal es una chica terca, deportista, que sigue sus metas y nada femenina. Un día, se le mete en la cabeza la idea de apuntarse al equipo de fútbol americano de su instituto. Claro, no es una tarea fácil al ser una chica, pero Kendal es Kendal y cu...