Mundo de la fama |MDLF| (editando)

41.

Collins en acción

No podía dejar de pensar.

Mi mente estaba perdida totalmente.

Me sentí fuera de lugar, en este instante. Matt, había llamado temprano diciendo que debía hablar conmigo sobre las promociones y eventos para mi nuevo álbum que estaba próximo a salir.

Él había anunciado que realizaría una entrevista y luego grabaría algunos cortos para agregar al álbum tal como lo había dicho.

—Salimos en 5.—se escuchó por toda la habitación.

—Bien, ya estás lista.—dijo la chica que retocaba mi maquillaje.

Simplemente asentó en su dirección y me coloque de pie.

—Necesito unos segundos sola.—cuando termine de decir aquello la chica, sonriendo, salió de la habitación.

El silencio me abarcó.

No podía dejar de pensar en las estupidas palabras que habían salido de la boca de Addison hace dos noches.

No había llamado a Justin. No había podido.

Me sentí peor cuando mi teléfono comenzó a sonar en la mañana, despertándome y viendo su nombre en la pantalla.

No sabía si era verdad lo que ella decía. No sabía porque Justin no lo negó.

—¡________, Salimos en dos! Ya debes estar afuera.—

Me mire frente al espejo.

—Bien, respira hondo. Tú puedes hacer esto.—sonreí frente al espejo dándome ánimos que no encontraba en mi.

La chica detrás de la puerta sonrío cuando me volvió a ver y sonriéndole e ignorando todo pensamiento de mi mente camine junto a ella a donde se realizaría la entrevista.

—...¡_________, Smith!— mí nombre y el hecho del que el público se emociono y sus gritos hizo que mi sonrisa no fuera tan falsa.

—¡Hola!—saludé por el micrófono colocado en el cuello de mi blusa y levante la mano hacia el público.

—¡Bienvenida, ______!—sonrío el señor con papeles sobre su escritorio y un fondo de una ciudad a su espalda.—¿Cómo estás?

—¿Importaría si me acerco al público por unos minutos?—ignoré su pregunta viendo que una niña pequeña carga un cartel sobre mi.

El río antes de aceptar con asentimiento de cabeza.

—Gracias.—dije caminando hacia la niña en especial.

Todos a su alrededor comenzaron a llamarme para dar mi autógrafo o, incluso, una foto. Hice todo lo que pude cuando me acerqué hasta que llegue a la niña pequeña.

—¡Hola!—dijo ella.—¿puedo abrazarte?—asentí mientras estiraba mis brazos para que ella me abrazara.

—¿Tienes cámara o algo para tomarnos una foto?—mencioné mientras la soltaba. Ella negó con la cabeza. Saqué mi teléfono de mi bolsillo del jean.—¿Te importaría darme una foto?—eso hizo que ella soltara una risa corta y alrededor un Owww. —Sonríe.— señale antes de tomar la foto.