8.

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"Cambio de Planes"





_______ POV

El plan del disfraz para pasar desapercibido me pareció estúpido en un principio, pero ¿qué otra opción tenía? Había sido lo primero que se me ocurrió para evitar que Justin me reconociera de inmediato. Aunque, pensándolo bien, ¿por qué diablos le dije eso a Justin? Tal vez fue una respuesta automática ante la tensión del momento.

Decidí cambiar mi aspecto para hacerlo lo menos reconocible posible. Me puse una peluca negra que combinaba con el color de mis ojos y opté por vestirme de manera más sencilla de lo que solía hacerlo. La idea era pasar desapercibida y, al menos por el momento, parecía estar funcionando.

Faltaban solo treinta minutos para que fueran las cuatro y media de la tarde, así que salí de mi habitación y me dirigí hacia las escaleras. Al abrir la puerta de la casa, una luz blanca me cegó por un instante. Instintivamente, apoyé mis manos en la barandilla para evitar caer y cerré los ojos con fuerza.

—Tú no eres ______ —escuché a alguien decir.

—Exacto, no lo es —afirmó otra persona.

Cuando finalmente abrí los ojos, me encontré rodeada de paparazzi. Lo último que necesitaba en este momento eran flashes de cámaras y preguntas sin sentido.

—No, espera, esos ojos... —dijo otro fotógrafo—. ¡Es ella! —gritó, y los flashes comenzaron a cegarme de nuevo.

Definitivamente, no debí darle el día libre a mis guardaespaldas. Intenté avanzar entre la multitud, pero resultaba imposible. Empecé a empujar a las personas para abrirme paso, pero eso solo parecía atraer más atención.

—¡!_______ ¡! —gritaba uno de ellos mientras se ponía frente a mí—. ¿Por qué llevas una peluca? —preguntó mientras me acercaba su teléfono, pero yo lo ignoré y traté de alejarme.

Los flashes de las cámaras seguían cegándome y la multitud no parecía disiparse. Alguien me jaló del brazo con fuerza, impidiéndome avanzar por mi cuenta. Me dejé guiar, necesitaba desesperadamente alejarme de allí.

Tras unos minutos, la persona que me había rescatado finalmente se detuvo. Ya no escuchaba el estruendo de las cámaras ni las voces de los paparazzi. Traté de acostumbrar mis ojos a la oscuridad para poder identificar a mi salvador.

Cuando por fin distinguí su rostro, me quedé completamente paralizada. Tenía unos ojos azules impresionantes, que siempre me habían atraído.

—Gracias, ¿no? —balbuceé, completamente desconcertada.

Pero entonces, su sonrisa se desvaneció y su mirada se tornó burlona.

—¿__________? ¿Ya no me reconoces? —sonrió maliciosamente, retirando sus palabras anteriores y dejándome claro quién era.

—Justin —murmuré, sin poder ocultar mi sorpresa al descubrir que mi salvador era él.

—¿Qué, ya no me reconoces? —volvió a burlarse, y esta vez su sonrisa desapareció por completo—. ¿Te mordió la lengua el ratón? —añadió, enfureciéndome con sus comentarios arrogantes.

—No. Pensé que era un chico más guapo con ojos azules, pero definitivamente me equivoqué —respondí con sarcasmo, borrando su sonrisa de satisfacción.

—¿Estas diciendo que me encuentras atractivo?— sus ojos me descifraron a profundidad que me rehusé a admitirlo.

—No quise decir eso.— que obvia.

—Mira, niñata, ¿por qué no acabamos con todo esto y me das mi celular de una vez por todas?, ¿quieres? —dijo con evidente irritación.

—Ese es precisamente el problema, Justin —me acerqué a él, desafiándolo con mi mirada—. No quiero hacerlo.

—Bien, disfruta mientras dure —se acercó aún más, y pude sentir su aliento en mi rostro—. Mientras tanto...

Justo en ese momento, un flash de una cámara nos cegó nuevamente, y Justin se alejó rápidamente. Agarró mi mano y comenzó a correr, guiándome lejos de la multitud hacia una camioneta negra que estaba estacionada cerca.

Él abrió la puerta del vehículo y subió, y yo lo seguí, cerrando la puerta detrás de mí.

—Llévanos a mi casa —ordenó Justin al conductor de la camioneta.

—Ey, pero es a Starbucks —susurré, para mi sorpresa él solo susurró.

—Parece que hay un cambio de planes.—sonriendo malicíosamente.



Mundo de la fama |MDLF| (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora