Mundo de la fama |MDLF| (editando)

28.

"Tengo la manía de hacerlo todo de golpe"

Justin POV's

Mi mente estaba llena de preguntas, pero la más urgente era si esto era real o solo otro sueño fugaz como los que había tenido ultimamente. ¿Es verdad? ¿Me besó? ¿Si estaba despierto? ¿No fue un sueño como siempre? Si, Justin, estás despierto, y al fin lo hiciste, besaste a _______________. ¡Joder! Es verdad. Sus labios tocaron los míos y con un simple movimiento causó que me desesperara, volviéndome loco por querer más de ella. Ella aún mantenía sus manos en mis brazos, lo cual solté su cintura para agarrar sus muñecas y juntarlas detrás de mi cuello. Quería sentir cada parte de ella, asegurarme de que esto era real, que no iba a despertar en mi habitación solo con el eco de este momento en mi mente. Pude sentir que ella abrió los ojos de golpe, causando que una pequeña sonrisa apareciera en mis labios. Eso era un buen signo, ¿verdad? O tal vez ella también estaba tratando de averiguar si esto era real.

Coloqué mis manos en cada lado de su rostro mientras ella comenzaba a jugar con mi cabello a la vez, sentía que volvía a cerrar sus ojos. Era como si ambos estuviéramos perdidos en este momento, sin preocuparnos por nada más que lo que estaba sucediendo entre nosotros.

Tengo la manía de hacerlo todo de golpe. De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después. Pero esta vez, no quería que terminara, no quería que este beso se convirtiera en solo un recuerdo fugaz.

Ella comenzó a bajar sus manos por mi espalda para luego subirlas de nuevo. Cada caricia, cada contacto, solo aumentaba mi deseo por ella. Me separé de ella unos milímetros, tratando de que mis pulmones recogieran el aire posible en esa fracción de tiempo para volver a atrapar sus labios con los míos. Pero ella no me lo permitió, sus manos bajaron más de lo que debían, llegando a mi trasero. Solté un gruñido en sus labios antes de bajar por su mandíbula, dirigiéndome a su cuello. Estábamos los dos entrelazados en una danza de pasión y deseo.

Pero antes de llegar a aquel lugar, ella se retiró con la respiración entrecortada, al igual que la mía, y sonrió, mostrando sus llaves. ¡Maldita sea! Se me olvidó. Había olvidado por completo la razón por la que estaba en esta situacion en primer lugar.

¡Maldita sea!

—Gracias.—dijo sarcástica—Por nada.

—¿Por nada? Vamos, niñata, sé que te gustó incluso más que a mí - sonreí - Agradece que te permití besarme; hay muchas chicas que desean eso - le guiñé un ojo. Ella se limitó a rodar los ojos, pero su expresión había cambiado. Estaba tratando de ocultar algo

—No me gustó besarte—negó con la cabeza mientras fruncía el ceño y luego bajaba la mirada hacia sus pies. Se quedó en esa posición unos segundos, y yo no retiraba mi mirada de ella, quería saber lo que estaba pasando por su cabeza en este preciso instante. Luego, regresó su mirada a la mía.

—Sabes, yo te creo porque también soy mentiroso—sonreí ante mi propia creatividad.

—No quiero pelear —se limitó a decir mientras se dirigía a la puerta, dejándome realmente sorprendido por sus palabras. No esperaba que ella reaccionara así. Era como si hubiera esperado una pelea entre nosotros, pero ella optó por evitarla.

¡Claro! Ella puede crear una pelea, pero yo no.

Abrí la puerta del estudio para ver como Matt y Scott seguian conversando sobre algo que no me importaba en absoluto. Tome asiento junto al piano y una lapto con audifonos, ignorando su charla al igual que ellos mi presencia hasta que escuche algo poco inusual.

—Últimamente, esos dos se están llevando mucho mejor —eso fue suficiente para interesarme en la conversación, sin que ellos se dieran cuenta, me coloqué justo detrás de una columna, como todo un agente en cubierto—Tú acabas de ver lo que pasó ahí adentro—susurró Matt mientras señalaba hacia la puerta de la sala de estar—Y no me digas que no lo viste.—

—¡Está bien! Lo admito, lo vi —habló Scott —Pero eso no significa que a Justin le guste. Lo he visto en muchos momentos como esos.—Había oído bien. ¿De que están hablando?  Lo medité por un tiempo, luego abrí mis ojos. ¡Habían visto el beso!  ¿Por qué están hablando de eso? Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba a escuchar más.

—¿Quieres verlo de nuevo?—  Asomé mi cabeza, pero solo lo suficiente para ver. Matt cogió un teléfono que estaba sobre la mesa y luego le mostró algo a Scott, ambos prestaron mucha atención. Este era el momento preciso para salir de mi "escondite". Me acerqué a ellos por detrás, inclinándome un poco para ver el preciso momento en el que ___________ se acercó a mí, tocando con sus labios los míos. La sensación de cuando tocó mis labios con los suyos invadió todo mi cuerpo, causando que una corriente recorriera mi columna. Y a otra parte también. Ignoré aquella sensación para quitarle el teléfono de las manos de Matt, quien maldijo en voz baja antes de ganarme sus miradas.

—¡Justin!— Ambos abrieron sus ojos mientras me miraban.

—No, el fantasma —dije sarcástico.

—¡Uf! Pensé que en serio eras Justin de quien nos salvamos—dijo Matt mientras chocaba su hombro con el de Scott, quien estaba pálido. Con eso, deduje que él sabía que estaba siendo sarcástico.

—No, idiota, soy yo—al decir eso, Scott se quedó quieto mientras su rostro palidecía.— ¿Por qué grabaron lo que pasó afuera?—pregunté mientras me sentaba entre los dos. Realmente, no estaba tan enojado; solo me molestaba el hecho de que ese video podría haberlo visto cualquiera. 

Ninguno contestó mi pregunta, lo que me enfureció. Sinceramente, enoja cuando no te hacen caso; te hacen sentir como si fueras invisible.

Ninguno contestó mi pregunta, lo que me enfureció. Sinceramente, enoja cuando no te hacen caso; te hacen sentir como si fueras invisible.

— ¿Van a contestar o qué? Saben que odio cuando hago una pregunta y no contestan —murmuré con enojo. Estos, en respuesta, se quedaron callados.

—Justin, no fue queriendo. —explicó Matt—. Yo quería ir al baño cuando al abrir la puerta los encontré en pleno espectáculo. —Sonrió—. Ya que era un área pública, decidí hacer lo que cualquier persona haría en esa situación: llamar a su compañero de crimen para tenerlos en cinta. —Ambos sonrieron.

Suspiré, tratando de calmarme para no poner una orden de restricción a estos dos bastardos.

—Eso no los excusa, son unos malditos sucios. —Entonces, ellos se concentraron en discutir quién era el más sucio. Yo, por mi parte, me limité a ver el video para ver hasta qué punto grabaron. Después de verlo, puedo decirlo en una sola palabra: todo. Grabaron todo, desde el momento en que _______________ se me acercó hasta cuando metió su mano en mi bolsillo.

Así que decidí hacer lo que cualquier persona razonable haría, borrarlo, pero no sin antes pasármelo a mi teléfono. ¿Debo admitir que soy un hombre? ¿O es obvio? Mi mente estaba llena de pensamientos, y no sabía si debería sentirme agradecido por tener una copia de este beso o si debería preocuparme por lo que podrían hacer con el video. La elección era clara, y no planeaba quedarme de brazos cruzados mientras estos dos continuaban con su chantaje.