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—Por qué mejor regresa a su casa y mañana en la mañana le digo a ________ que vino a buscarla y que ella la llame —me paré a un lado de la puerta esperando a que saliera.

—Sé que hablo muy claramente y puedes procesar lo que te estoy diciendo —articuló como si fuera un completo estúpido al que le hablaba. Respira, tranquilízate y respira Richard —Y no te conviene hacerme enojar, ella es menor de edad, fácilmente irías a prisión —reí ante su estúpida amenaza.

—Mire —conté internamente hasta diez, no dejaba de ser la madre de ________ —Yo no tengo aquí a nadie a la fuerza. Ella el día que quiera puede tomar sus maletas e irse con usted, pero dudo que eso suceda —dije burlonamente y su rostro se pintó de rojo. 

— ¡Escucha muy bien lo que te voy a decir! —dijo más que enojada señalándome con su dedo índice.

—Ten mucho cuidado con lo que vas a decir —la voz de ________ venía desde las escaleras.

—________ qué bueno que estás aquí, trae tus maletas y vámonos.

— ¿Quién te dijo que estaba aquí? —dijo con una enorme frialdad. Era sorprendente lo duro que podía hablarle. Yo ni en sueños había sido capaz de hablarle así a mi madre.

—Eso no importa.

— ¿Quién te dijo que estaba aquí? —repitió bajando las escaleras.

—Diego... pero ya hablaremos en la casa —mi cuerpo se tensó, ahora sí me tocaría ajustar cuentas con el imbécil de Diego.

—No gracias, mira ya es tarde y hay niños dormidos que te parece si te visito un día de estos, claro si tienes tiempo... —prácticamente la corrió —Revisa tu agenda tal vez tengas algún espacio en algunos... ¿Dos meses?

— ¡________! —dijo en un tono de impresión.

—Vete por favor. Deja de fingir que te intereso.

— ¡Claro que me interesas! Lo estoy haciendo por ti, esto es... ¡Es un error! Tú no puedes salir y mucho menos vivir con ¡él! —me señaló una vez más.

—Sí puedo. Es mi novio y lo amo —esto sí que subía mi orgullo.

—Pero él jamás...

—Basta —no la dejó terminar. La verdad quería que la dejara hablar, quería saber lo que detestaba tanto de mí. Además de que tenía que mantener a mis hermanos, la ausencia de padres, mi forma de vestir, mi vehículo y... está bien, prácticamente me odia por completo.

—Piénsalo —acomodó su saco — ¿Qué te puede ofrecer éste? —eso sí me ofendió. Yo podía ofrecerle mucho más que cualquiera.

—Cariño, aprecio, un verdadero hogar... —yo hablé —Tal vez no puedo darle muchos lujos —bajé la mirada pero ________ tomó mi mano —Pero puedo asegurarle que aquí estará mejor que en cualquier lugar.

—De amor no se vive niño, tenlo bien presente —dijo con repulsión —Prepara tus maletas, no te quedarás por mucho aquí —salió de la casa y la puerta se cerró tras de ella.

—Perdóname, discúlpame, lo siento... —su voz era amortiguada mientras se hundía en mi pecho abrazándome.

— ¿Por qué te disculpas? —reí.

—Mi madre...

—Tranquila, nadie elige a su familia —soltó una pequeña risa. 

—Estúpido Diego —murmuró y concordé con ella.

—Ya me arreglaré con él mañana —afiné mi mirada y ________ ahogó un grito.

— ¡No! Déjamelo a mí yo me encargaré de ese bocón.

—Ya veremos mañana, el primero que lo vea se arregla con él —tomé su mano y la entrelacé para después guiarla a las escaleras. Ella subía un escalón atrás de mí cuando preguntó.

— ¿Un verdadero hogar?

—Para mí somos una familia, algo extraña... —me golpeó jugando —Sólo bromeaba —me retracté y me detuve para que me alcanzara y pasé un brazo por sus hombros.

—...Muchos hijos —dijo y vaya que me sorprendí —Yo quiero tener muchos hijos —hablaba pensativa, seguramente imaginaba. 

— ¿A cuántos te refieres por muchos? —no me aterraba la idea de ser padre, ya que prácticamente desempeñaba ese papel con Liz y Ryan. Lo que me aterraba era que ________ quisiera formar todo un ejército ¡y seguramente de niñas! No puedo ni imaginarme la cantidad de vestidos que tendría que comprar, habitaciones de rosa por pintar y novios a los cuales espantar. 

—Tres... Tal vez cuatro o hasta cinco —sonrió —Quiero la casa siempre llena y que cuando seamos viejitos —no había más que ilusión en su rostro —Las cenas y reuniones sean grandes festejos, con nietos y hasta bisnietos —ella simplemente quería una familia.

— ¿Te imaginas a nosotros de viejos? —carcajeé.

—Peleando cada cinco minutos —ambos reímos.


*****

*Narra ____*


— ¿Eres estúpido o te haces?

— ¡Richard en qué quedamos! —reproché.

—Yo lo vi primero, yo me encargo de él —se sacó la chaqueta y la lanzó en el césped, me puse en medio ya que casi se le lanza encima de Diego.

— ¡Yo lo vi primero! —era verdad —Hasta te dije que ahí está Diego, yo me encargo.

—Sí, son adorables sus discusiones ¿ya me puedo ir? —dijo Diego con sarcasmo y fastidio.

— ¡No! —gritamos Richard y yo al unísono haciéndolo sobresaltarse un poco. Ambos reímos como viles bravucones. Al menos Richard ya lo era.

—Llegaré tarde a Álgebra —reclamó y obviamente no estaba en posición de hacerlo.

—No, ________ y yo llegaremos tarde a Álgebra... ¡Tú no! Con suerte y en una semana podrás volver a clases o al menos ponerte en pie.

— ¡Basta Richard!

— ¡Quiero que lo intentes idiota!

— ¡Diego cállate!

— ¿Que lo intente? Mejor cállate si no quieres que te desfigure.

— ¿Saben qué? Así no se puede —me dejé caer en el césped, crucé las piernas como indio y también crucé mis brazos —Cuando terminen de decirse cosas me avisan.

Feelings (2Tem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora