Sus manos subían y bajaban por mi espalda, haciéndome temblar bajo sus caricias.
Yo seguía jugando con su pelo, pero también quería tocar su piel. Me separé de sus labios y resistí mi deseo de regresar, ya que el grosor y el tono que se habían apoderado de ellos los hacían aún más deseables. Tomé el borde de su camiseta y sin más ni menos la levanté, en automático alzó los brazos dejándome sacarla. Mis manos fueron a su pecho, sus manos a mi cintura y sus labios a los míos.
—Richard —jadeé entre besos.
—Dime —dijo rápidamente para regresar a mis labios.
—Estamos en la cocina.
— ¿Y?
— ¡Richard! —él sabía perfectamente a qué me refería. Reproché y él gruñó. Pero no será una situación "cómoda" cuando alguno de los niños bajara y nos encontrara... Bueno, tan solo de pensarlo es terrible —Mejor vamos arriba —cambié mi tono a uno cien por ciento seductor —Así no corremos tanto riesgo de que nos interrumpan —los ojos de Richard brillaron de deseo y en dos segundos ya corría por las escaleras conmigo en brazos.
Su cuerpo se amoldó a la perfección con el mío al recostarme sobre la cama, me dediqué a observar su rostro centímetro por centímetro. Era perfecto. Acarició mi mejilla haciéndome reaccionar, ambos nos miramos y reímos.
—Eres hermosa —al parecer él también me observaba con detenimiento. Sentí mis mejillas arder, pero pasé mis manos velozmente por su cuello atrayéndolo a mis labios y evitar que se diera cuenta de lo que había provocado.
Comenzó a dejar un camino de besos. Bajó por mi mandíbula hacia mi cuello, un hormigueo me recorrió por completo al sentir su lengua en contacto con mi piel. Bajaba por mi clavícula hasta la loma de mis pechos, a estas alturas mi blusa junto con mi short y su pantalón estaban en algún lugar del piso. Sus besos seguían bajando y por ende mi espalda se curvó. Momento perfecto para deshacerse de mi última prenda.
Ahora sólo una capa ligera de sudor cubría nuestros cuerpos haciendo más delirante el roce de piel contra piel.
Una de sus manos se deslizó por mi cadera hasta mi pierna, la tomó haciéndome levantarla y acomodarla sobre su espalda dándole un mejor acceso a mí.
Clavaba mis uñas en su espalda y mis dientes en su hombro, señal de que estaba por terminar. Tal vez quedarían un par de marcas, pero era eso o que todos los vecinos nos escucharan.
—No seré el único marcado... —jadeó entrecortadamente al recostarse sobre mi pecho. Hundió su rostro en mi cuello dispuesto a dejar una enorme marca.
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— ¡Por favor! —imploré por enésima vez —Sólo será un rato.
—Si tú quieres ir anda —dijo serio. ¡Mierda! Cómo odiaba que se pusiera así.
—Sabes que si tú no vas yo no iré —me giré, crucé los brazos y enfoqué mi mirada al televisor. Levantó su brazo y lo pasó por mis hombros pero rápidamente me hice a un lado, haciendo que su brazo cayera.
—No te enojes —dijo riendo —Ya sabes que no me gustan esas cosas y ni siquiera me agrada Diego, ni yo a él como para aparecer en su casa —no emití sonido alguno, seguía mirando la televisión —Ven —me tomó por la cintura y me atrajo a él.
—Sabes... —quité sus manos —Yo sí iré —me puse de pie y me acerqué para darle un beso en la mejilla —Voy a arreglarme —sus ojos estaban a punto de salirse, él no esperaba eso.
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Feelings (2Tem)
FanfictionPero el sentimiento que te abarca cuando todo parece arreglarse es lo mejor del universo, sin duda alguna. -Adaptada- (Algunas partes son escritas por mi)