Siempre había sido la niña que solo se preocupaba por ella, su familia y estudios. Solo me importaba tener un buen futuro y estudiar, ya que es lo que me inculcó mi padre desde que era niña. Mamá se fue cuando tenía tan solo seis años, y, recuerdo como cambio todo de un momento a otro, como si me quitaran una parte de mí, aunque solo era una cría con toda una vida por delante. Recuerdo cómo lloraba mi padre todas las noches al acostarse sin tenerla a su lado, y cómo evitaba decir su nombre cuando le preguntaba dónde estaba. Recuerdo su dulce voz cantándome todas las noches o como olía la casa al llegar de la escuela cuando preparaba los canelones que me gustaban tanto. Supongo que con el paso del tiempo me fui olvidando cada día un poquito más de ella, pero muchos recuerdos siguen presentes en mí, como si mamá siguiera aquí con nosotros. Cuidé de mi padre hasta, que por fin, un día dió el paso y consiguió salir con sus amigos después de pasarse años encerrado en casa. Ese día volvió a las doce de la noche y, acompañado de alguien a quien odié desde el primer momento, Daisy. Era una mujer rubia, tan artificial que parecía hecha de puro plástico. Desde esa noche mi padre no se separó de ella, siempre me he preguntado si es porque echa de menos a mamá o porque realmente la quiere, pero, he de admitir que Daisy consiguió sacar a mi padre del caos en el que estaba metido. Cuando mi padre y Daisy se casaron, nos mudamos a Smithfield. Un pueblo de campo pequeño y cómodo en Virginia donde la mayoría se gana la vida en las tierras o trabajando en el ayuntamiento. Excepto los Grettel. Tienen una fortuna y dice Daisy que su casa parece la misma Casa Blanca.
Los primeros años después de mudarme a Smithfield mi vida transcurría indiferente. Solía salir a pasear con mi padre y con Gus al atardecer, y no paraba de ver películas sin cesar. No podría decir que mi vida era divertida porque si no mentiría, todo era pacífico y rutinario.
Hasta que llegó. Llegó como un terremoto a mi ya difícil vida para ponerla patas arribas. ¿Cómo es posible que una persona pueda convertirte, en otra totalmente opuesta?
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Valentina
RomansaValentina es una humilde chica de diecisiete años con más problemas que cualquier otra persona. Pero pronto conoce a alguien que dará un giro completo a su vida, como si fuera cosa del destino... La historia continúa en mi blog: https://hifwhen.word...